Podemos aplicar la domótica del hogar a muchos aspectos de nuestro día a día. Desde por ejemplo controlar bombillas hasta programar el encendido de determinados electrodomésticos. Ahora bien, ¿hasta qué punto puede ayudarnos a ahorrar dinero en la climatización de nuestra vivienda? Sin duda es posible y es algo muy interesante ahora que la tarifa de la luz y gas está subiendo. En este artículo vamos a explicar cómo utilizar la domótica puede ayudar a ahorrar en la calefacción o aire acondicionado.
La domótica ayuda a ahorrar en la calefacción y aire
Para climatizar nuestra vivienda en invierno o verano, podemos utilizar una calefacción o aire acondicionado. Estos aparatos van a consumir una parte importante de nuestra factura, ya sea de gas o electricidad. Esto hace que podamos tener en cuenta métodos para intentar reducirla y ahí los dispositivos IoT o domótica para el hogar juegan un papel importante. También es muy importante disponer de la última versión del estándar Wi-Fi para disfrutar de todas sus mejoras y ventajas.
Uno de los ejemplos claros es poder configurar cuándo encender los aparatos. Por ejemplo el aire acondicionado. Podemos programarlo para que se encienda cuando vamos a estar en casa, a ciertas horas o directamente desde el teléfono conectarlo aunque no estemos en casa. Y no necesitas tener un aire acondicionado inteligente, ya que gracias a los enchufes inteligentes también puedes controlar cuándo se enciende o apaga.
Algo similar puedes lograr gracias a sensores de temperatura que puedes colocar en tu vivienda. Puedes conectarlos a una calefacción o aire, así como enchufes inteligentes y que se enciendan o apaguen cuando llegue a una temperatura. El objetivo es controlar que la vivienda no se enfríe o caliente en exceso, por ejemplo, para no tener que consumir más recursos. Además, puedes usar sensores para detectar si una ventana o puerta se abre. No es buena idea que esté abierta en invierno si tenemos la calefacción puesta, por ejemplo. Estos sensores pueden alertarnos si hemos dejado una abierta o si por algún motivo se abre, como por ejemplo en caso de que haga viento y mueva una ventana.
Otro ejemplo más es poder domotizar una persiana. Puedes programarla para que se abra o cierre aunque no estés en casa. Piensa por ejemplo en un día soleado en invierno y que te interese que entre la luz solar y pueda calentar, al menos algo, la vivienda. Eso puede hacer que ahorres energía, ya que si de esa forma has podido aumentar aunque solo sea un grado la temperatura, es importante.
Cada vez más opciones disponibles
Como ves, hay diferentes métodos para aplicar la domótica del hogar a la climatización y poder ahorrar energía y, en definitiva, bajar el precio de la factura. Hemos visto algunos ejemplos como poder encender o apagar los aparatos de forma remota, utilizar sensores de temperatura inteligentes, detectar ventanas abiertas o programar la subida y bajada de una persiana. Pero esto es algo que avanza mucho y sin duda veremos más opciones para usar los dispositivos IoT en este sentido.
Las viviendas inteligentes van a estar cada vez más equipadas y se espera que en cuestión de tres años más del 20% del total de las casas estén domotizadas. Esto va a ayudarnos en muchos aspectos de nuestro día a día y claramente también nos ayudará a ahorrar en la factura de la luz y gas.
Vamos a poder usar más sensores para optimizar la calefacción o aire acondicionado, así como detectar lugares en los que estamos desaprovechando la energía (por ejemplo una ventana abierta o una persiana que podría guardar más el calor).