Tener dispositivos de domótica en casa, es algo que está cada vez más extendido. Aporta diferentes beneficios, ya que podemos automatizar tareas, acceder a dispositivos de forma remota o vincular aparatos entre sí. También podría llegar a ser una ventaja para ahorrar energía, aunque eso puede volver se en contra y ser más un gasto. De ello vamos a hablar en este artículo. Vamos a explicar si realmente la domótica puede ayudar a ahorrar en la factura de la luz o es un gasto extra.
Hay que indicar que existen muchos dispositivos inteligentes, por lo que no todos van a funcionar de la misma manera. Puede que te encuentres con aparatos más específicos para ciertas tareas, mientras que hay otros más generales, como puede ser un enchufe inteligente, que puedes usar para muchas cosas en tu casa.
Domótica, ¿gasto o ahorro energético?
Puede que te preguntes si realmente la domótica va a permitir ahorrar en la factura o va a ser un gasto extra. Lo cierto es que va a depender mucho de cómo utilices tus aparatos y para qué. Está claro que el hecho de tener más dispositivos conectados, va a hacer que gastes más energía. Pero claro, vas a poder usar también muchos de esos aparatos para gestionar mejor precisamente el consumo.
También debes tener en cuenta que hay aparatos que pueden consumir más si no los tienes bien configurados. Por ejemplo, puede que utilices un electrodoméstico inteligente, como puede ser un lavavajillas con Wi-Fi, y no tenerlo bien ajustado para que consuma menos. Por este motivo, podrías estar gastando más electricidad de la que deberías.
Pero sin duda, lo que debes saber es que, si haces un uso excesivo de cualquier aparato, va a consumir más. Por tanto, cuantos más aparatos tengas conectados, más gasto vas a tener. Si no los aprovechas para ahorrar energía, estarás teniendo un consumo extra. Por ejemplo, puede que tengas altavoces inteligentes conectados, sensores de domótica, etc.
Ahora bien, por supuesto que la domótica puede ayudarte a ahorrar energía. Aunque tengas más aparatos conectados a la electricidad, puedes aprovecharlos para ahorrar y que otros dispositivos gasten menos. Hay muchos ejemplos y estos son algunos que podemos nombrar relacionados con la domótica y el ahorro energético:
- Enchufes inteligentes: los enchufes con Wi-Fi son muy útiles para reducir el consumo de electricidad. Puedes programar cuándo se apaga algún aparato, por ejemplo, y evitar así que esté demasiado tiempo encendido.
- Sensores de temperatura: los sensores de temperatura van a ayudarte a saber en todo momento la temperatura de tu vivienda o de una habitación en concreto. Servirán para gestionar mejor el uso de la calefacción o del aire acondicionado, por lo que podrías ahorrar.
- Sensores de ventanas abiertas: otros dispositivos de domótica que permiten ahorrar, son los sensores de ventanas o puertas abiertas. La idea es poder recibir una alerta cuando se abren, lo cual puede suponer un gasto extra si tienes la calefacción o el aire acondicionado encendidos.
Por tanto, podemos decir que la domótica puede tanto suponer un coste de electricidad añadido, como también ser un arma interesante para ahorrar. La cuestión está en usarla correctamente. Hay muchos aparatos de domótica, como puede ser una báscula inteligente, que vas a poder repartir por toda la vivienda.