Las bombillas pueden suponer una parte importante del total de electricidad que gastas cada mes. Utilizarlas correctamente, puede ayudarte a ahorrar en la factura. Por ello, en este artículo te vamos a dar algunos consejos sobre cambios y ajustes que puedes hacer con las bombillas de casa para gastar menos electricidad. A veces, simplemente con pequeños cambios de hábitos puedes lograr resultados importantes para pagar menos.
Es cierto que las bombillas no consumen mucha electricidad si lo comparamos con electrodomésticos como un horno o un frigorífico. Pero puedes tener muchas bombillas en una vivienda y en función de cuánto tiempo las utilices y de qué manera, puedes llegar a gastar más o menos en la factura.
Ahorrar luz con las bombillas de casa
Hay determinados factores que pueden influir en el consumo de electricidad cuando hablamos del uso de bombillas. No todas son iguales, ni tampoco tienes el mismo número en una casa. Pero en todos los casos sí vas a poder tener en cuenta algunas recomendaciones que te ayudarán a controlar mejor el consumo.
Utiliza bombillas LED
Lo primero que debes tener en cuenta es el tipo de bombillas que tienes en casa. Esto es clave, ya que tener un modelo u otro va a ser determinante para ahorrar o no en la factura. Especialmente, si tienes bombillas antiguas puedes estar gastando mucho más en electricidad cada mes, aunque creas que la diferencia es pequeña. Lo ideal es que utilices bombillas LED. Consumen menos electricidad que las de bajo consumo y mucho menos que las antiguas. Si tienes luces en tu vivienda que no sean de tipo LED, te recomendamos que las cambies para tu objetivo de pagar menos en la factura de la luz.
Existen pequeños dispositivos llamados relés WiFi como los Shelly 2PM, que nos permiten controlar las luces independientemente de si son inteligentes o no. Este pequeño dispositivo se conecta por WiFi a la red de casa, y lo tendrás que cablear directamente en la caja de registro de las luces de la habitación donde te encuentres. Una vez que lo hayas instalado, podrás controlar el encendido y apagado de las luces desde tu móvil. De hecho, podrías programar el dispositivo para que la luz se apague automáticamente después de 15 minutos encendida, de esta forma, podrás asegurarte de que siempre tendrás las luces apagadas.
Un aspecto que debes tener en cuenta, es que una luz LED de 100W, lógicamente va a necesitar una potencia de 100W para funcionar e iluminar la estancia. Que sea LED no significa que no consuma casi nada, sino que en comparación con las luces habituales sí va a consumir menos proporcionando la misma o más luminosidad. Si en nuestro salón colocamos dos lámparas de LED de 100W cada una, en una hora tendremos un consumo de 0,2kWh que es bastante.
Aprovecha la luz solar
También puedes aprovechar la luz solar todo lo que puedas. Intenta trabajar o estudiar en habitaciones luminosas, donde no tengas que encender luces o lo hagas el menor tiempo posible. Es de sentido común, pero sin duda es una recomendación que puede ayudarte bastante a ahorrar. Un consejo que puedes tener en cuenta, en caso de que haya diferentes zonas de tu vivienda que reciban luz solar en función de la hora del día, es que te cambies siempre yendo hacia las zonas más luminosas.
Es decir, tal vez por la mañana puedas trabajar en una habitación orientada hacia el este, mientras que por la tarde puedes estar en otra que apunta al oeste. De esta forma, no necesitarás usar las luces de casa durante el día. Lógicamente, si no queda más remedio pues podrás encender las luces, sobre todo si son LED porque tienen un consumo realmente bajo.
Cambia la ubicación de las luces
Es posible que tengas las bombillas mal ubicadas. Esto puede ocurrir si, por ejemplo, tienes varias en una habitación en una zona donde realmente no las aprovechas. Tal vez las tengas en espacios donde generen sombras algún mueble o cualquier objeto y eso no permita que aproveches la luminosidad al máximo. Puedes revisar la ubicación de todas las luces y ver si de alguna manera puedes conseguir ahorrar en la factura. Solo tienes que cambiar la ubicación de aquellas que creas que estás desaprovechando. Tal vez incluso puedas tener menos encendidas, para lograr una misma luminosidad en un espacio.
Existen bombillas cuya luminosidad está concentrada en un determinado espacio, mientras que otras iluminan más en todas las direcciones, por lo que elegir el tipo de luz también es muy importante para saber dónde están iluminando.
Usa detectores de movimiento
En tu hogar puedes usar detectores de movimiento, de tal forma que, cuando detecte un movimiento, la luz se quede encendida durante unos minutos, y si ya no reconoce ningún movimiento, que se apague totalmente, y así ahorraremos mucha energía eléctrica a lo largo del tiempo. La parte positiva de los sensores de movimiento, es que hoy en día, son realmente baratos y funcionan muy bien, además, se pueden integrar en los sistemas de domótica como Home Assistant de manera bastante rápida.
La parte negativa de este tipo de detectores de movimiento, es que, si te dejas de mover y no detecta nada, la luz podría apagarse. Esto es algo que evitan los detectores de presencia, ya que será capaz de detectarnos aunque estamos muy quietos, por lo que es perfecto para este tipo de escenarios donde queremos encender y apagar las luces de forma completamente automática.
Utiliza detectores de presencia
Esto no siempre va a ser una solución, pero sí en ocasiones. Es ideal, por ejemplo, en zonas comunes de una vivienda. Puedes poner un detector de presencia en la puerta de entrada o en un pasillo. Cuando pases, la luz se va a encender; cuando salga, se apagará. También es útil en zonas como un garaje. La idea es que las bombillas estén encendidas únicamente el tiempo imprescindible. A partir de ahí, se apagarán para no gastar energía. Son un método más que puedes tener en cuenta en determinadas situaciones, aunque no siempre te va a ayudar a ahorrar en una vivienda particular.
Aunque en un principio tengas que hacer una pequeña inversión en poner estos detectores de presencia, a la larga lo amortizarás tanto en dinero porque gastarás menos, como también por comodidad, porque no tendrás que volver a encender y apagar las luces, sino que se hará automáticamente sin intervención nuestra. Esto lo puedes hacer con detectores de presencia de toda la vida, o bien comprar detectores de presencia inteligentes, los cuales se conectan por WiFi, Bluetooth a una base o vía ZigBee, y de esta forma integrarlos a la perfección en nuestro sistema de domótica como Home Assistant entre otros. Esta última opción es la mejor de todas, porque podrás tener el control total de tu hogar desde el móvil.
Usar un sistema de domótica que te avise
Si tienes la casa domotizada con diferentes relés WiFi en las luces, como los Shelly 1PM o Shelly 2PM, puedes centralizar la gestión de todos estos dispositivos en Home Assistant, con el objetivo de que puedas encender y apagar las luces directamente desde nuestro smartphone. De esta forma, podemos ver en todo momento qué luces están encendidas, y también podremos programar que nos envíe notificaciones por Telegram avisándonos de que tenemos alguna luz encendida.
También podrías automatizar el apagado de las luces tras un cierto tiempo, con el objetivo de que no están más tiempo encendidas del necesario, y que después de hacerlo, nos avise de que se han apagado correctamente para ahorrar luz.
Gracias a sistemas operativos tan completos como Home Assistant, podrás realizar estas acciones de manera muy sencilla. Lo mejor para instalar un sistema de este tipo, es hacerlo en un Mini PC de unos 200€ e instalarlo en una unidad SSD para que funcione lo más rápido posible, de esta forma, podrás acceder localmente y también remotamente a él en todo momento, y este tipo de equipos consumen realmente poco, aunque lógicamente tienen un consumo mayor que una bombilla de LED permanentemente encendida en nuestra casa.
Otra opción algo más cara es instalar Home Assistant directamente en un servidor NAS, usando la virtualización que tienen muchos de ellos, sobre todo los de gama media-alta. Si ya tienes un NAS, es perfecto porque no necesitarás comprar un mini PC, ya que tienes todo lo necesario para ejecutar este sistema operativo de forma virtualizada, o bien usando Docker si no quieres usar la virtualización completa. La parte positiva de usarlo como sistema operativo virtualizado, es que tendrás a tu disposición las Snapshots o instantáneas, con el objetivo de que puedas hacer un snapshot diario, y si existe algún problema al configurar el sistema, o cometemos un error, vamos a poder volver hacia atrás muy fácilmente y en menos de un minuto, perfecto para arreglarlo sin perder horas de tiempo.
Como ves, realizar algunos cambios y ajustes en las bombillas de casa puede ser interesante de cara a ahorrar en la factura de la luz. Usarlas correctamente, así como elegir un buen modelo, va a aportar de forma positiva al objetivo de gastar menos cada mes en electricidad.