La primera duda que nos surge sobre si instalar o no algún tipo de energía renovable en casa es su amortización. Sabemos que en muchos casos la inversión inicial es elevada y no queremos gastar dinero en algo que no nos proporcione ahorro en la factura de la luz o del gas. Una de las claves para sacar el mayor provecho a las energías renovables es combinarlas entre sí para conseguir cubrir nuestro gasto energético al completo. En este caso te enseñamos cómo llegar casi a gasto 0 en la calefacción con la combinación de placas solares y una bomba de calor aerotérmica.
Factores a tener en cuenta
Para que esta combinación tenga el efecto que queremos, lo primero que tenemos que tener en cuenta es el tipo de vivienda en el que queremos instalar las placas solares y el consumo anual de energía. Sabiendo esto, nos acercaremos al número de placas que necesitamos para cubrir al completo el abastecimiento de energía.
Si imaginamos que nuestra casa necesita 7 paneles solares y que estos contarán con unas 2500 horas de sol efectivas (es la media de horas de sol que podemos tener en España en la mayoría de zonas), obtendremos un total aproximado de producción de energía de 3.675 kWh. Con estos datos sobre la mesa, lo siguiente que tenemos que calcular es el consumo de energía de nuestra bomba de calor con aerotermia.
Si tenemos en cuenta los consumos medios por vivienda unifamiliar establecidos, se concluye que la bomba de calor aerotérmica consume unos 3000 kWh por año. Este consumo cubre al completo el gasto tanto de calefacción como de aire acondicionado de una casa familiar media en España.
De esta manera, si calculamos la producción de energía que nos proporcionan 7 placas solares (3.675 kWh) junto con el gasto de la bomba de calor inverter (3.000 kWh) estaríamos cubriendo el gasto anual de calefacción. Esto supone un coste cercano a 0 gracias a la combinación de ambas fuentes de energía renovables.
Ventajas de la combinación
Además de la ventaja que supone contar una reducción casi al completo de nuestra factura de luz por el uso de la calefacción. Combinar ambos tipos de sistemas nos permite obtener más beneficios a la hora del gasto energético. Por ejemplo, podríamos emplear el excedente energético en otros electrodomésticos de casa o, incluso, si almacenamos mucha energía podríamos suministrarla a la red eléctrica para conseguir descuentos en la factura de la luz. Otra de las ventajas que nos proporciona este sistema combinado es su uso para calentar el agua. De esta manera, si no estamos usando la energía generada para la calefacción, podemos destinarla al agua sanitaria de la casa.
A modo de conclusión, podemos decir que la inversión en tecnología que los fabricantes están realizando en sus nuevos dispositivos nos acerca cada vez más al autoconsumo. La única pega que podríamos sacar es que esto depende de factores como realizar un buen estudio de la zona en la que queramos instalarlo, nuestro tipo de vivienda y la cantidad de dinero que queramos invertir en un buen sistema energético, que no siempre se adapta a nuestro bolsillo.