Si ahora mismo tienes un router WiFi en casa comprado por ti, si no has pensado en las velocidades que están por venir en la fibra óptica, es posible que tengas que cambiarlo muy pronto para poder aprovechar las nuevas modalidades de velocidad, de lo contrario, tendrás un cuello de botella en el propio router que tienes en casa. Hoy en RedesZone os vamos a explicar cuáles son las dos características fundamentales que debes tener en cuenta al comprar un router nuevo, para no tener problemas cuando las velocidades del FTTH superen 1Gbps de velocidad real.
Características imprescindibles en los routers nuevos
Todos los operadores de FTTH en España ya disponen de modalidades de fibra óptica hasta el hogar que llegan hasta 1Gbps real, tanto en descarga como también en subida. Sin embagro, operadores como Digi e incluso Orange, también disponen de modalides más rápidas, llegando hasta los 10Gbps teóricos de velocidad de Internet, una velocidad que es hasta 10 veces superior a la típica interfaz Gigabit Ethernet que tienen normalmente los routers que podemos comprar.
Además, también debemos tener en cuenta que con el Wi-Fi será casi imposible aprovechar estas velocidades ultrarrápidas, pero sí podrás tener más velocidad si tienes ciertos detalles en cuenta a la hora de elegir tanto los routers WiFi o sistemas WiFi mesh, y las tarjetas de red WiFi que puedes comprar.
Puertos Multigigabit en WAN y LAN
Si queremos conseguir velocidades de más de 1Gbps, es completamente necesario que el puerto WAN de Internet tenga velocidades Multigigabit, es decir, velocidades de 2.5Gbps, 5Gbps e incluso que llegue a la velocidad de 10Gbps. De lo contrario, la máxima velocidad que conseguiremos en la red LAN y vía Wi-Fi serán los típicos 950Mbps reales de descarga y subida. Dependiendo de tu presupuesto y también de qué modalidad de fibra óptica contrates, tendrás que irte a un router con puerto WAN 2.5G Multigigabit, o bien irte a un modelo tope de gama que disponga de un puerto 10G, para no tener ningún tipo de cuello de botella.
Hay algunos routers en el mercado que solamente tienen un puerto Multigigabit o un puerto 10G, es decir, este puerto se puede configurar para la LAN o para la WAN. En el caso de tener una fibra que supere 1Gbps, es completamente necesario que tengamos dos puertos Multigigabit o 10G, de lo contrario, no podremos conseguir la máxima velocidad de la fibra con un único dispositivo.
Esto es algo muy importante, porque si tenemos un puerto 10G que se utiliza para la WAN, pero luego la LAN tenemos puertos a 1Gbps, la máxima velocidad que conseguiremos con un PC conectado a cualquiera de estos puertos será de 1Gbps, y para poder aprovechar la velocidad de la WAN necesitaremos usar todos los puertos de la LAN e incluso más. Por este motivo es tan importante la incorporación de dos o más puertos Multigigabit o 10G.
Una vez que hayamos tenido esto claro, si quieres conseguir la máxima velocidad posible vía Wi-Fi, tu router debe tener obligatoriamente Wi-Fi 6 o Wi-Fi 6E, de lo contrario, no podrás conseguir velocidades ni siquiera de 1Gbps real en la gran mayoría de los casos.
Wi-Fi 6 o Wi-Fi 6E
Los últimos estándares inalámbricos Wi-Fi 6 y Wi-Fi 6E nos permiten conseguir velocidades superiores a 1Gbps reales en dispositivos que tienen tan solo 2 antenas. Una de las tarjetas WiFi más utilizadas compatibles con Wi-Fi 6 es la Intel AX200, una tarjeta WiFi con la que podemos conseguir velocidades reales de unos 1.200Mbps aproximadamente, siempre que el router utilizado también soporte el estándar Wi-Fi 6 y los 160MHz de ancho de canal, esto último es un detalle muy importante porque es algo «opcional» y muchos modelos no suelen incorporarlos, solamente los de gama más alta.
En el caso del estándar Wi-Fi 6E, la tarjeta Wi-Fi más usada es la Intel AX210, la hermana mayor de la AX200 y que es compatible con la nueva banda de 6GHz. Con este nuevo estándar y la nueva banda de frecuencias, vamos a poder conseguir velocidades reales de más de 1,6Gbps, siempre que tengas un router compatible, lógicamente, no obstante, en condiciones ideales podrías conseguir velocidades de unos 1,8 e incluso 2Gbps de velocidad, unos valores realmente alucinantes si tenemos en cuenta que nos estamos conectado de forma inalámbrica.
Por supuesto, jamás podremos conseguir estas velocidades si el puerto WAN de Internet es Gigabit Ethernet, por este motivo lo más importante es que primero la red cableada (WAN y LAN) sea Multigigabit o 10G, y posteriormente fijarnos y elegir el router adecuado que nos proporciona una buena velocidad vía Wi-Fi.