Mucho antes de que los asistentes virtuales fuesen «inteligentes», ya soñábamos con tener una especie de compañero digital que supiese lo que necesitas, cómo te gusta que te lo digan y que no te conteste con un «no te he entendido». Para mí, ese compañero se llama ChatGPT, y no hay un solo día que no lo use. Aquí te cuento por qué me resulta imprescindible.
A estas alturas, hay miles de opciones para usar IA, pero ChatGPT sigue siendo la más útil que he probado. Lo uso en el móvil, en el portátil y hasta lo he configurado como sustituto de Siri. Es más rápido que buscar en Google, más preciso que muchos asistentes y, con las opciones de personalización, se convierte en algo más que una simple herramienta: es como tener un ayudante 24/7.
Buscar en la web sin perderme en mil enlaces
Cuando necesito saber algo rápido, no abro Google: le pregunto directamente a ChatGPT. Me da una respuesta clara, resumida, sin anuncios ni pestañas innecesarias. Y si quiero profundizar, puedo hacer preguntas de seguimiento sobre la marcha, sin tener que empezar desde cero.
Además, tiene acceso a información actualizada gracias a su función de búsqueda web. Así que, si busco, por ejemplo, portátiles con buen teclado para escribir mucho, me recomienda modelos concretos con enlaces y todo.
Investigar sin perder horas en Internet
Aquí es donde ChatGPT me ha cambiado la vida. Su función de Investigación Profunda (Deep Research) te prepara un informe completo sobre casi cualquier tema. Solo tienes que decirle qué necesitas y él se encarga de buscar fuentes, compararlas, explicártelas y darte un resumen listo para leer.
Tarda entre 10 y 30 minutos, pero me ahorra horas de ir de una web a otra, apuntando cosas en un documento. Ideal para trabajos, presentaciones o simplemente para entender bien un tema.
Sin duda, tiene una gran capacidad para llegar a más datos, en menor tiempo. Si te interesa una temática en concreto, sea la que sea, y necesitas hacer una investigación profunda, prueba a utilizarlo. Ya verás que puede resultar tremendamente útil, siempre y cuando lo uses de forma correcta. Lógicamente, verifica siempre bien las fuentes y revisa la información que te muestre, para no tener problemas.
Personalizar las respuestas como si me conociera de toda la vida
Le he dicho cómo me llamo, a qué me dedico, qué tono prefiero y hasta mis temas favoritos. Así, cuando me responde, no suena como un robot genérico, sino como alguien que ya sabe lo que me interesa.
Incluso puedo decirle cosas como “recuerda que quiero respuestas breves” o “recuérdame dónde dejamos mi último proyecto” y se acuerda para la próxima vez. Esto lo hace mucho más útil que otros asistentes que olvidan todo en cuanto terminas una conversación.
Lo puedes aplicar a situaciones cotidianas, como puede ser planificar un entrenamiento deportivo. Va adaptando las respuestas, en función de tu historial, lo que ya hayas hecho, etc. La memoria que tiene, es muy interesante en algunos casos.
Me ayuda a escribir de forma clara (y hasta creativa)
Muchas veces, cuando no sé cómo empezar un email o necesito inspiración para un mensaje, le pido ayuda a ChatGPT. También lo uso para redactar textos más técnicos, mejorar descripciones o, simplemente, para darle una vuelta a algo que suena muy soso.
Le das el contexto y te lanza ideas. Y si no te convence, le puedes pedir otra versión, más formal, más directa o más divertida, y la adapta al instante. A fin de cuentas, tiene mucha flexibilidad.
Adiós Siri, hola ChatGPT
Siri nunca terminó de entenderme. Por eso la he cambiado por ChatGPT en mi iPhone. Ahora, cada vez que le digo: «Pídele a ChatGPT que me recomiende sitios para comer en Roma» o «que me resuma las noticias del día», me contesta bien, sin rodeos y con información útil.
Configurar esto es bastante sencillo, y si tienes un iPhone o iPad reciente, puedes activarlo desde Ajustes > Siri y ChatGPT. Desde entonces, Siri se ha vuelto por fin útil… aunque solo sea como puente hacia quien realmente me da lo que busco.
En definitiva, estas son algunas opciones que tienes para usar ChatGPT en tu día a día. Puede ser una herramienta más que uses en tu trabajo, a la hora de estudiar o para organizar tu día a día.