A veces, al navegar por Internet podemos encontrarnos con problemas. El navegador se podría bloquear, empezar a ir lento y, en definitiva, funcionar mal. ¿Qué puedes hacer para evitarlo? Pues eso dependerá de qué ocurra exactamente. Una opción es recargar el navegador por completo. Te vamos a contar en qué consiste, cómo puedes hacerlo y en qué momentos puede ser una opción útil.
Esto es algo que vas a poder realizar en navegadores como Google Chrome o Mozilla Firefox. El objetivo es que vuelva a funcionar correctamente y que cargue una web que, tal vez, no funciona bien. No siempre va a ser problema del navegador, pero sí que podrías solucionar fallos en caso de que sí sea.
En qué consiste
Los navegadores, de cara a acelerar la carga de una web, almacenan información en caché. Esto es útil, pero puede ser un problema cuando aparece algún error. Para solucionar fallos, una opción interesante es hacer una recarga o actualización completa. No consiste simplemente en refrescar la web, algo que puedes hacer dando a F5.
Lo que hacemos con este proceso, es eliminar todo lo que tiene almacenado en caché y volver a descargarlo. Si hubiera algún fallo en la descarga anterior, con esto se debería de solucionar. Esto incluye elementos como imágenes y otros archivos de un sitio web. Todo eso lo va a descargar de nuevo el navegador.
Esto sirve para solucionar problemas que puedan surgir en el proceso de cargar la memoria caché ya almacenada. Puede pasar por diferentes motivos y suele ser visible en la manera en la que se muestra el sitio, no poder acceder a alguna sección del menú, que no carguen correctamente las imágenes o vídeos, etc.
Podemos decir que es como realizar un reseteo profundo, pero de una página web almacenada en el navegador. Es similar a poner los valores de fábrica en algún dispositivo, como podría ser un router, móvil, etc. Todo vuelve al origen y, al cargar de nuevo la página, puede solucionar ciertos fallos que impidan alcanzar una buena velocidad o calidad.
Cómo y cuándo hacerlo
Pero, ¿cómo puedes hacer esta recarga completa y solucionar problemas? El proceso es sencillo, pero es necesario saber los pasos a seguir. Además, en el caso de la versión móvil sí que puede resultar algo más complicado, aunque igualmente vas a poder llevar a cabo este proceso si lo necesitas.
Normalmente, en Windows puedes hacerlo de una forma muy sencilla. Según tu ordenador, puede que simplemente tengas que pulsar Ctrl+F5, Mayúscula+F5 o Ctrl+Mayús+R. En alguna de estas combinaciones, según el caso, verás que la web se refresca y no es un proceso como cuando le das a F5, sin más; en este caso, va a eliminar la caché y volver a cargar de nuevo. En RedesZone lo hemos realizado con la combinación Ctrl+Mayús+R y es la que nos ha funcionado. No obstante, como decimos, según tu PC puede ser alguna de esas tres alternativas.
También puedes utilizar la combinación de teclas Ctrl+Mayús+I y, posteriormente, pinchar con el segundo botón del ratón encima del icono de actualizar, junto a la barra de direcciones. Aparecerán diferentes opciones y la que interesa es Vaciar la caché y volver a cargar de manera forzada.
En el caso del móvil, lo que puedes hacer es eliminar la caché del navegador. Puedes entrar en el menú y pinchar en Eliminar datos de navegación. Allí tendrás que seleccionar la caché, además de poner si quieres eliminar los datos de la última hora, último día, etc. Esto es algo que podrás realizar en cualquier momento, ya sea para solucionar posibles problemas o mejorar tu privacidad al navegar.
Respecto a cuándo deberías hacerlo, es útil en momentos en los que no funciona bien alguna página. Puede que no cargue por completo, que no muestre el contenido correctamente o que haya fallos al aparecer imágenes y vídeos. Al hacer esto, va a descargar lo que ya tiene almacenado en caché y volverá a cargar el sitio de nuevo. Puede resolver problemas y permitir una carga correcta.
En definitiva, recargar por completo el navegador consiste en descartar la caché almacenada y volver a cargar un sitio web nuevamente. Puede ser útil en determinadas circunstancias en las que empiece a fallar el navegador.