La pandemia del COVID 19 ha cambiado la manera de hacer muchas cosas. Ahora, para mantener conectados a los pacientes con sus médicos, se están recurriendo a los servicios de telesalud. Este cambio a la atención médica remota implica que se transfieran el control de los datos de una manera que no afecte a la privacidad de los usuarios. En general. esa transformación hacia los servicios en línea nos presenta un importante problema de ciberseguridad que afecta a todas las industrias. Esto es especialmente preocupante en el sector de la atención médica, ya que las personas no tienen control sobre sus datos, y, por lo tanto, no pueden dar su consentimiento.
No es una cosa, que se espera que se comience a implantar a largo plazo. Por ejemplo, recientemente Movistar y Teladoc, empresa pionera en telemedicina, han lanzado su servicio Movistar Salud. Con lo cual no es algo que tengamos a la vuelta de la esquina, ya es una realidad y cómo se haga el control de datos de los usuarios es muy importante para preservar nuestra privacidad.
El control de datos y la importancia de la transparencia
En este sentido, la transparencia se convierte en un elemento clave. Gracias a ella, permite a los usuarios conocer qué datos personales se han recopilado, qué datos quiere recopilar una organización y cómo han a ser usados. Por otro lado, tenemos el control de datos que proporciona al usuario final la posibilidad de elegir y tener autoridad sobre lo que se recopila e incluso dónde se comparte. Así, en un estudio reciente, el 85% de los consumidores dicen que no harían negocios si no confían en cómo una empresa utiliza sus datos y no les proporciona transparencia.
Otro dato de ese estudio también revela que los consumidores quieren tener el control de datos, pero no sienten que lo tengan. Para mejorar esta situación se han promulgado regulaciones como el GDPR, para que las empresas rindan cuentas sobre nuestra protección de datos. Así, se consigue ofrecer mayor protección, transparencia y control a los consumidores sobre sus datos personales.
Los IAM como forma de ganar la confianza de los consumidores
Una forma de ganarse la confianza de los consumidores o pacientes es mediante la implementación de Sistemas integrales de administración de identidad y acceso, cuyas siglas son IAM. Gracias a ellos podremos:
- Administrar la configuración de privacidad.
- Tener la posibilidad de la descarga y eliminación de datos.
- Permitir el intercambio de datos con aplicaciones de terceros, con otras personas, proveedores y miembros de la familia.
Además, debemos tener una solución de identidad digital adecuada que permita la autenticación y que unifique la configuración de opciones de seguridad y experiencia del usuario.
Por otro lado, a la vez que la organización sanitaria o de otro tipo, protege nuestros datos personales, debe ofrecer a sus usuarios finales un medio unificado de control de sus consentimientos y permisos de datos.
Pasos para ganarse la confianza de los usuarios
Vamos a empezar identificando dónde se cruzan las oportunidades de transformación digital y los riesgos de confianza del usuario. Aquí hay que analizar cuáles son las brechas de esa confianza y descubrir formas inteligentes de utilizar esos datos. Además, los datos personales deben ser considerados como un bien común. Tanto empresas como usuarios finales deben reunirse, y ver los datos como un activo conjunto en el que todas las partes están interesadas. Puedes hacer numerosos cursos de ciberseguridad en Internet.
Una buena opción es apoyarse en el consentimiento. Hay que ofrecer esta opción para obtener confianza de unos consumidores cada vez más escépticos y demostrarles su derecho para usar esos datos. También es importantes que utilicemos la gestión de acceso e identidad del consumidor (CIAM) para generar confianza. Gracias a estas plataformas de administración de identidad se automatizan y brindan visibilidad de todo el recorrido al cliente, a través en las aplicaciones y canales. Un dato muy importante es que permiten al consumidor final mantener los controles para administrar su perfil.
Así, pueden gestionar ellos mismos sus contraseñas, configuraciones de privacidad y datos personales. En resumen, si una organización quiere lograr la confianza de los consumidores debe proporcionarles transparencia y un control de datos al usuario final.