Cada vez tenemos más dispositivos conectados a Internet. Si hace unos años prácticamente solo teníamos un ordenador conectado al router, hoy en día son muchos los aparatos que tenemos con conexión. Hablamos de móviles, tabletas, portátiles… Pero también de televisiones, bombillas y otros muchos dispositivos de lo que se conoce como el Internet de las Cosas. Estos dispositivos IoT son en la actualidad el mayor peligro para nuestra seguridad. Al menos así lo indica un grupo de investigadores de seguridad.
Los dispositivos IoT, cada vez más presentes
Todos los dispositivos que tenemos conectados a Internet en nuestro hogar, como pueden ser bombillas, televisiones, equipos para reproducir vídeos… Es lo que conocemos como dispositivos IoT.
El problema es que los piratas informáticos suelen poner sus miras en aquello donde hay más usuarios. Ocurre por ejemplo con las redes sociales más populares, las páginas más visitadas, aplicaciones más usadas… Intentan atacar donde creen que pueden tener más éxito. El caso de los dispositivos IoT es claro. Cada vez los utilizamos más y eso significa que los ciberdelincuentes buscan la manera de atacarlos.
Si tiramos de previsiones, los expertos aseguran que en cuestión de unos pocos años más tendremos 40 mil millones de dispositivos IoT conectados en todo el mundo. Aseguran además que estos dispositivos no mejorarán mucho la seguridad a corto plazo. Esto significa que podrán ser atacados prácticamente de la misma manera que pueden serlo hoy.
La seguridad es un problema para los dispositivos IoT
Aunque ofrecen un gran abanico de posibilidades, lo cierto es que uno de los problemas más presentes en los dispositivos IoT en la actualidad es la seguridad. Es más, los expertos creen que este problema crecerá en los próximos años cuando vayan surgiendo nuevas posibilidades y cada vez tengamos más aparatos conectados en nuestro hogar.
Es una realidad que muchos de estos dispositivos tienen carencias importantes de seguridad. En muchos casos es muy sencillo realizar ataques contra ellos, robar las credenciales e incluso controlarlos de forma remota.
La culpa es tanto de los propios fabricantes como de los usuarios. Muchos dispositivos vienen de fábrica con vulnerabilidades. Algunos no permiten cambiar la contraseña, otros pueden tener ciertos errores que permiten la exposición de información y abren la puerta a ataques.
Estos investigadores también achacan a las prisas por lanzar un producto al mercado. Indican que muchos fabricantes quieren lanzar un determinado producto antes que su competencia. Esto hace que pasen por alto algunas medidas de seguridad.
Pero en la mayoría de ocasiones son los propios usuarios quienes no ponen en prácticas las medidas necesarias de seguridad. Por ejemplo no cambiar las claves que vienen predeterminadas, no activan determinadas características de seguridad o no mantienen los dispositivos actualizados.
Todo esto hace que los dispositivos IoT sean una amenaza para nuestra seguridad hoy en día y que pueda ser lo mucho más en un futuro a corto plazo. Cada vez hay más aparatos conectados a la red y eso hace que los piratas informáticos tengan más opciones para atacar.
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