Piensa dos veces antes de publicar fotos de tus hijos en redes sociales, evita el «sharenting»

Todos conocemos a alguien que expone toda su vida en redes sociales, y todos conocemos también a alguien que hace esto, con la temática de su familia e hijos. La verdad es que reconozco el valor que tienen estos influencers, de usar sus experiencias, ya sean buenas o malas, aunque casi siempre son bastante perfectas, para ayudar a otros padres. Pero el tema de compartir la imagen de los menores en redes sociales, desde una edad en la que ellos no son conscientes de lo que pasa, es un tema polémico. Aquí vas a ver algunos motivos por los que deberías pensarlo bien antes de publicar fotos de los pequeños de la casa en redes sociales. Descubre todo sobre el Sharenting.
Sin lugar a dudas, es uno de los nuevos temas que han surgido con la llegada de las redes sociales. Las consecuencias que puede tener para los menores encontrarse con que su vida entera ha sido compartida desde que eran bebés, cuando estos llegan a una edad adolescente o adulta, está empezando a hacer que se tenga que abordar el tema del sharenting. Aquí tienes una buena explicación que te muestra por qué debes pensarlo dos veces antes de compartir fotos de tus hijos en redes sociales.
¿Qué es el sharenting y por qué debería importarte?
Compartir fotos y vídeos de los hijos en redes sociales se ha convertido en algo muy común. Los padres desean que sus amigos y familiares vean cuánto han crecido los pequeños y puedan sentirse parte de sus vidas. Sin embargo, esta práctica ha ido más allá de una simple muestra de afecto, y puede traer riesgos que muchas veces pasan desapercibidos. Por ejemplo, al crear una “huella digital” de tus hijos, estás generando una identidad online para ellos que podría no gustarles en el futuro.
La huella digital de tus hijos empieza a crecer desde el primer momento en que compartes algo de ellos en redes. Según estudios, en muchos casos los niños ya tienen presencia online antes incluso de nacer, con ecografías compartidas por sus padres. Y, si bien es bonito documentar cada etapa de su vida, es importante considerar si los propios niños querrían o estarían de acuerdo con estas publicaciones una vez crezcan.
Privacidad y seguridad: dos caras de la moneda
Publicar fotos de nuestros hijos sin pensar en las consecuencias puede comprometer su privacidad y seguridad de maneras que quizás no imaginamos. Algunos puntos a considerar:
- Posibles riesgos de privacidad: Lo que hoy subes a la red, se queda ahí para siempre. Al compartir información sobre su vida, podrías estar revelando detalles que otros, con malas intenciones, podrían aprovechar. Incluso si configuras tu cuenta para que solo amigos o familiares puedan ver tus publicaciones, nunca tienes un control total sobre quién puede ver o utilizar esas imágenes.
- Vulnerabilidad frente a fraudes: Al revelar información como su nombre, edad, escuela o lugares que frecuentan, los padres abren la puerta a que estos datos se utilicen en actividades de suplantación de identidad o incluso fraudes. Diversos estudios estiman que, para el año 2030, el «sharenting» podría ser responsable de millones de casos de robo de identidad. ¿Te imaginas que tu hijo en el futuro tenga problemas para abrir una cuenta bancaria o solicitar un préstamo por algo que tú publicaste hoy?
Derechos de imagen y respeto a su privacidad
Los niños también tienen derecho a la privacidad, y eso incluye la decisión de si quieren o no que sus fotos estén en internet. Según las leyes de protección de datos, sus derechos a la imagen están protegidos, y los padres tienen la responsabilidad de respetar esos derechos. Publicar imágenes de tus hijos sin su consentimiento podría traer conflictos en el futuro, especialmente si ellos consideran que esos momentos eran íntimos o privados.
Consejos prácticos para un sharenting más seguro
No se trata de eliminar completamente la práctica de compartir en redes, sino de hacerlo de forma más consciente. Aquí algunos consejos para que protejas su privacidad mientras disfrutas compartiendo sus logros y momentos especiales:
- Configura tus cuentas de manera privada: Limita quién puede ver tus publicaciones y revisa los permisos de vez en cuando. Esto reduce las posibilidades de que las imágenes lleguen a personas no deseadas.
- Evita detalles que puedan identificarlos: No reveles información como su ubicación, la escuela a la que asisten o su nombre completo. Mejor aún, considera utilizar fotos en las que no se les vea directamente, como cuando están de espaldas o jugando sin mostrar su cara.
- Reflexiona antes de publicar: Pregúntate si esa foto que estás a punto de compartir es algo que a tu hijo le gustaría ver en internet cuando crezca. Si la respuesta es no, entonces piénsalo dos veces.
- Involucra a tus hijos en la decisión: Si tienen la edad suficiente, dales la oportunidad de decidir si quieren o no que compartas algo suyo. Esto les enseña sobre la importancia de la privacidad y les ayuda a tener control sobre su identidad digital.
- Evita el uso de fotos en perfiles públicos: Si usas redes de manera abierta o eres figura pública, es mejor evitar la exposición de tus hijos. Los perfiles públicos, especialmente en redes como Instagram o Facebook, pueden facilitar el acceso a estas imágenes a personas desconocidas.
Piensa en el futuro de su huella digital
Compartir momentos familiares es una de las maravillas de la era digital, pero cuando se trata de nuestros hijos, se necesita un poco más de responsabilidad. La huella digital que creas para ellos hoy puede influir en su vida futura de formas que aún no comprendemos completamente. Cada imagen, cada dato, puede volverse permanente en la red, incluso después de ser eliminada.
Proteger su privacidad y su identidad digital es una muestra de amor y respeto. Antes de subir esa próxima foto, recuerda: sus historias les pertenecen a ellos.