Navegar de forma inalámbrica por Internet es algo cada vez más común y tenemos más dispositivos compatibles. Esto es muy útil, funciona bien en la mayoría de casos, pero también tiene complicaciones. En este artículo vamos a hablar de cómo el Wi-Fi puede filtrar tus datos sin que te des cuenta e incluso sin tener que hacer nada. Es un problema que afecta a los dispositivos móviles.
El WiFi filtra datos
Se trata de un estudio que han realizado recientemente desde la universidad de Hamburgo, en Alemania. Lo denominan como rastreo Wi-Fi, y básicamente es un proceso estándar que forma parte de la comunicación entre el móvil y el punto de acceso, que podría ser por ejemplo un router al que nos conectamos.
Lo que ocurre es que los teléfonos móviles constantemente buscan redes Wi-Fi disponibles, siempre que se tenga la función activada. Esto va a facilitar el poder conectarnos rápidamente, encontrar una red que funcione mejor, etc. En cuanto detecta una a la que puede conectarse, se conecta. Esto tiene sus ventajas y también desventajas.
¿Qué es lo que ocurre? Muchas tiendas utilizan el rastreo Wi-Fi esta característica para rastrear la posición y el movimiento de los clientes. Eso sí, utiliza direcciones MAC de forma anónima para cumplir con la normativa de privacidad. El problema es cuando algo funciona mal y se filtra información.
Según este estudio, en las tiendas analizadas casi una de cada cuatro, en concreto un 23,2% de los casos, este rastreo Wi-Fi transmitía los SSID de las redes a las que esos dispositivos se conectaron en algún momento. Lógicamente eso expone la privacidad, ya que son datos que pertenecen al historial del dispositivo.
Además, un experimento realizado por estos investigadores en una zona muy transitada de Alemania, filtró más de 250.000 solicitudes de rastreo. En apenas unas horas pudieron obtener 58.489 SSID de esas personas aleatorias que caminaban. Incluso contenían cadenas numéricas con 16 o más dígitos que podrían ser las contraseñas iniciales de routers populares.
Por otra parte, en estos subconjuntos de datos SSID capturados, encontraron también nombres, direcciones de correo electrónico, alojamientos vacaciones donde se conectaron, etc. Este tipo de secuencias sensibles se filtraron incluso miles de veces durante las horas del experimento realizado.
Vincular datos para obtener información
Estos mismos investigadores de seguridad indican que las versiones más recientes de iOS y Android hacen que el rastreo sea más complicado. El problema es cuando se combinan datos diferentes, como la intensidad de la señal, el número de secuencia, la capacidad de la red… Con todo esto pueden llegar a registrar datos y obtener una huella digital.
No obstante, estos investigadores de seguridad hacen hincapié en la importancia de tener los sistemas operativos actualizados, contar siempre con las últimas versiones y mejorar lo máximo posible la protección. Esa es la primera medida de seguridad que recomiendan utilizar para evitar que el Wi-Fi filtre datos que pueden ser sensibles.
Otro consejo más es eliminar los SSID de las redes Wi-Fi a las que nos hemos conectado anteriormente. Esto es lo que puede filtrarse en un momento dado y hacer que nuestra privacidad se vea comprometida sin que nos demos cuenta. Por tanto, eliminar de vez en cuando todas las redes inalámbricas a las que nos hemos conectado previamente es una buena acción.
También es posible desactivar las solicitudes de rastreo desde los ajustes avanzados en el teléfono móvil. Pero esto podría hacer que tarde más en conectarse, por lo que es una balanza entre los posibles riesgos de privacidad y la usabilidad.
En definitiva, como has podido ver podrías estar filtrando datos a través del Wi-Fi sin darte cuenta. Es cierto que las últimas versiones de los sistemas operativos han mejorado y seguirán mejorando este aspecto, pero aún quedan algunos flecos. Puedes aumentar la privacidad principalmente al mantener los dispositivos actualizados. También puedes evitar que la operadora te rastree.