Puede que pienses que tener un mayor alcance de tu red Wi-Fi, que el router permita llevar la señal más lejos, es positivo. Lo cierto es que, en muchos casos, sí va a ser así. Sin embargo, en otras ocasiones, esto podría suponer un problema y hacer que la conexión vaya peor. Te vamos a contar por qué puede ser interesante bajar la potencia de tu Wi-Fi para lograr que la conexión sea más óptima.
También te daremos algunos consejos generales para optimizar la conexión. Esto te permitirá tener una velocidad adecuada y conectar múltiples dispositivos a la red sin que haya cortes continuos y fallos. A veces, solo con realizar pequeños ajustes puedes conseguir una mejora significativa.
Reduce las interferencias
El objetivo principal al reducir la potencia de transmisión del Wi-Fi es minimizar las interferencias con las redes vecinas.. Si haces una búsqueda de redes en tu móvil o en el ordenador, seguro que aparecen varias. Si vives en un edificio, rodeado de muchas viviendas, puede que las cuentes por decenas. Y sí, eso puede hacer que tu conexión vaya peor. Cuantas más redes haya, más riesgo de interferencias.
Especialmente, el problema de las interferencias aparece cuando te conectas a la frecuencia de los 2,4 GHz. Es la que suelen utilizar los dispositivos de domótica, como son los sensores inteligentes, bombillas y similares. También podrías conectar tu móvil, PC o televisión a esta frecuencia.
Al bajar la potencia, lo que consigues es que tu router tenga un menor alcance. Eso significa que podrá emitir señal a una menor distancia. Esto, a su vez, hace que no entre en conflicto con otras redes cercanas, ya que llegará menos lejos y, por tanto, no tendrá que competir con la señal de tus vecinos.
De forma técnica, podemos indicar que hay menos ruido al estar menos saturado el canal. Volviendo a los 2,4 GHz, tiene un máximo de 14 canales, cada uno de 20 MHz, los cuales pueden solaparse. Por ello, elegir el mejor canal del Wi-Fi es importante para evitar interferencias y tener mejor conexión. Si los canales están muy saturados, pasaría lo mismo que en una autopista, de varios carriles, en la que hay muchos coches.
Por tanto, al bajar la potencia del Wi-Fi de tu router, indirectamente estás reduciendo las interferencias, lo cual puede hacer que tu conexión vaya mejor.
Cómo bajar la potencia
Este ajuste se realiza en menos de dos minutos a través de la interfaz web de tu router y es completamente reversible, si notas que, en realidad, necesitas tener algo más de potencia para poder conectar tus dispositivos a la red desde más lejos. No obstante, el proceso va a depender del modelo exacto de router.
En el caso del router Smart WiFi 6, que es el que utiliza Movistar, tienes que entrar en la configuración (que normalmente es a través de la puerta de enlace 192.168.1.1, desde tu navegador), entras en el menú, vas a Configuración avanzada, Conexión de red y accedes a Wireless 2.5. Allí verás una pestaña que pone Avanzado. Es ahí donde tienes que entrar y modificar el apartado de Potencia de salida.

De forma predeterminada, como aparece en la imagen de arriba, el valor es del 100%. Esto significa que el router va a emitir señal al 100% de la potencia máxima con la que cuenta. Son los valores recomendados por parte del fabricante, ya que lo normal es querer que llegue más lejos. Puedes modificarlo al 80, 60, 40 y 20%. Incluso ponerlo al 0%, lo cual rara vez tendría sentido. En otros modelos, será similar, aunque suelen poner también cosas como Potencia baja, media o alta, y no tanto en valor porcentual.
Consejos para optimizar la conexión
Más allá de la opción de modificar la potencia del Wi-Fi, puedes tener en cuenta otras recomendaciones que te ayudarán a tener una mejor conexión. Por ejemplo, es clave ubicar bien tu router. Ponlo siempre en una zona central de la vivienda, desde donde reparta señal correctamente a los aparatos que vayas a conectar. Aléjalo de ventanas que den a la calle, por ejemplo, ya que estarías desperdiciando señal y, además, podría generar conflicto con otras redes cercanas.
También es fundamental que alejes posibles obstáculos que puedan bloquear la señal, como son objetos metálicos, electrodomésticos que tengan agua y similares. No lo pongas junto a un gran muro o pared gruesa, ya que afectará bastante a la señal inalámbrica. Además, no es buena idea tener cerca otros dispositivos que puedan generar interferencias, como son los que utilizan el Bluetooth, como pueden ser altavoces, así como un teléfono inalámbrico o un microondas. En todos estos casos, utilizan la frecuencia de los 2,4 GHz y eso genera conflicto con el router.
Por otra parte, habrá situaciones en las que no puedas conectarte desde determinados lugares del hogar, ni tampoco cambiar el router de ubicación. Lo ideal sería utilizar un sistema Mesh, que son varios satélites, conectados entre sí, los cuales podrás repartir por diferentes sitios. También un buen repetidor, que tenga Wi-Fi 6 o Wi-Fi 7, sea doble o triple banda y ofrezca una buena velocidad máxima.
En definitiva, tener más o menos potencia en tu router, también va a afectar a las interferencias con otras redes. Es fácil de modificar, pero también puedes tener en cuenta otros consejos para lograr una conexión óptima.