Si buscas ahorrar en la factura de la luz, algo fundamental es controlar los electrodomésticos de mayor consumo. Ahí podemos nombrar especialmente los de la cocina. Ejemplos como el horno, frigorífico o lavavajillas pueden llegar a consumir una parte importante del total de la factura mensual. Por ello, en este artículo te cuento qué cambios he hecho en la cocina para pagar menos de luz. Verás que con algunos pequeños ajustes puedes lograr un menor gasto.
Cambios en la cocina para ahorrar luz
Muchos de estos consejos que vamos a dar son de sentido común, pero conviene recordarlos. Al final, la suma de muchas pequeñas cosas es lo que va a permitir que ahorremos dinero en la factura de la luz. Hacer algunos ajustes en la cocina, en los electrodomésticos que usamos, puede llegar a ser muy útil.
Ajustar la temperatura del frigorífico
Un cambio muy sencillo, pero al mismo tiempo muy importante, es ajustar bien la temperatura del frigorífico y del congelador. No necesitas tenerlos demasiado frío, ya que eso va a hacer que consumas más electricidad de lo necesario. Calcula más o menos entre 4 y 6 grados el frigorífico, mientras que el congelador no debe estar por debajo de -18 grados.
Además, en los meses de invierno puedes subir un poco la temperatura del frigorífico y ahorrar más. Al no haber tanto cambio de temperatura cuando abras la puerta, puedes conservar bien los alimentos a 5-6 grados, mientras que en verano sí conviene tenerlo a 4. Cada grado puede hacer que gastes o ahorres sobre un 7%.
Evitar el consumo fantasma
Otro cambio que viene muy bien es eliminar el consumo fantasma. No es algo exclusivo de la cocina, ya que lo puedes hacer en cualquier lugar. Sin embargo, aquí es probable que tengas muchos dispositivos que van a estar consumiendo aunque realmente no lo necesites. Puedes ahorrar una cantidad importante.
Por ejemplo, evita que el reloj del microondas esté siempre encendido. Utiliza regletas para conectar varios electrodomésticos y desconectar todos de la corriente cuando dejes de usarlo. Lo mismo con cualquier aparato que uses solo de vez en cuando.
Cambiar el modo de los electrodomésticos
También puedes cambiar el modo de algunos electrodomésticos como el lavavajillas. Normalmente hay un modo Eco, que significa que van a consumir menos energía. Este modo lo que hace es adaptar diferentes funciones para, por ejemplo, calentar menos el agua del lavavajillas o no funcionar con tanta potencia.
Siempre que puedas, lo ideal es usar un modo de bajo consumo. No significa que los electrodomésticos funcionen mal, sino que no van a utilizar la misma potencia. Puede que tarden más tiempo en lavar los platos, por ejemplo, pero a cambio va a consumir menos.
Apostar por el microondas
Utilizar el microondas en vez del horno en la cocina, es buena idea. El microondas también consume bastante electricidad, pero se usa menos tiempo para calentar que el horno. Por tanto, es un aparato que está más optimizado y va a aprovechar mejor el consumo. Eso hará que ahorres en la factura. Debes tener en cuenta cómo afecta el uso del microondas a la red WiFi.
Lógicamente, esto lo podrás usar siempre y cuando vayas a calentar algo que sea compatible y puedas hacerlo tanto en el micro como en el horno. Habrá casos en los que no quedará más remedio que usar el horno.
Usar el calor residual
En esos casos en los que sí o sí tengas que usar el horno, algo muy interesante para ahorrar energía es utilizar el calor residual. ¿Qué significa esto? Básicamente lo que vas a hacer es apagar el horno unos minutos antes de terminar de calentar la comida. Esto permitirá que ahorres electricidad, ya que no estará funcionando todo el tiempo.
Lo mismo puedes hacer con la vitrocerámica o incluso a la hora de descongelar algún alimento, ya que puedes hacerlo en el propio frigorífico aunque tarde más tiempo. Estos pequeños detalles van a ayudarte a ahorrar en la factura de la luz.
En definitiva, como ves puedes realizar algunos cambios o ajustes en la cocina. El objetivo es ahorrar en la factura de la luz y gastar menos cada mes. Simplemente con modificar algunos hábitos puedes ver buenos resultados. Si además usas la domótica, mejor aún. Eso sí, es importante evitar que funcione lento Internet o tenga cortes.