No todos los aparatos consumen lo mismo. Hay versiones que son más eficientes que otras, además de que no es lo mismo un electrodoméstico de gran potencia, como puede ser un frigorífico o un horno, frente a otros aparatos como un monitor de ordenador o una lámpara. Ahora bien, ¿puede haber diferencias importantes entre dos dispositivos que son exactamente iguales, misma marca, modelo y características? Lo cierto es que sí y te vamos a contar por qué puede pasar.
Si esto ocurriera, si ves que tienes dos aparatos iguales y uno de ellos gasta más electricidad, deberías ver bien cuál es la causa. Por ejemplo, supongamos que tienes dos frigoríficos que son iguales: uno lo tienes en una vivienda y otro, en otra. Analizas el consumo y te das cuenta de que hay diferencias importantes. ¿Por qué puede pasar esto? Lo mismo podría ocurrir con otros aparatos que sean similares.
Por qué un aparato gasta más energía
Este mayor consumo de energía lo vas a notar en la factura de la luz. Puedes ver que hay un sobrecoste, que puede llegar a ser importante, y es necesario detectar de dónde procede esa variación. No siempre es sencillo, aunque en ocasiones basta con echar un vistazo a la configuración de un aparato para darnos cuenta de que hemos cometido algún error.
Mala configuración
Lo primero que debes observar es la configuración. Si volvemos al ejemplo del frigorífico, tal vez uno lo tengas configurado a una temperatura inferior respecto al otro. Aunque sean exactamente iguales, si uno necesita bajar más la temperatura, va a consumir más recursos. Y sí, es un factor que puede notarse bastante.
De hecho, se calcula que cada grado de diferencia en el frigorífico puede hacer que gaste o ahorre sobre un 7%. Lo mismo puedes aplicar a un aire acondicionado, a la calefacción, etc. Pero también podrías tener uno configurado en modo Eco, como puede ser un lavavajillas o una lavadora, mientras que el otro aparato, aunque sea exactamente igual, está en modo normal y va a gastar más.
Error al ubicarlo
Sí, también es importante ubicar bien tus aparatos. ¿Qué pasa si pones un frigorífico cerca de una ventana por donde entre luz solar o cerca de un horno? Al calentarse más, va a tener que funcionar a mayor potencia. Eso va a resultar en un gasto energético mayor, por lo que pagarás más en la factura de la luz cada mes.
Lo ideal es que ubiques correctamente cualquier aparato. Especialmente, debes tener cuidado con aquellos que puedan ser más sensibles. Cualquier dispositivo que reciba luz directa del sol, por ejemplo, puede hacer que aumente la temperatura y empiece a funcionar de forma más limitada, por lo que tendrá que consumir más recursos.
Deteriorado
También debes tener muy en cuenta el estado en el que se encuentre cada aparato. Si está deteriorado, podría suponer un consumo añadido. Por ejemplo, puede que alguna pieza no funcione como debería, que se sobrecaliente más, tenga sucios los filtros, etc. Todo esto va a provocar que necesite consumir más energía para funcionar.
Además, un aparato en mal estado podría tener fugas eléctricas. Esto, más allá de suponer un coste económico añadido, también va a ser un problema para la seguridad. Podría dar lugar a cortocircuitos o afectar al funcionamiento de otros aparatos que puedas tener cerca y se vean afectados por este hecho.
En definitiva, puede haber diferencias importantes a la hora de usar dos aparatos que son exactamente iguales. Una mala configuración, ponerlo en un mal lugar o incluso que estén deteriorados, puede provocar que gasten más electricidad y tengas que pagar más en la factura cada mes. Aprovechar más la luz solar, por ejemplo, puede venir bien para gastar menos.