Las Raspberry Pi son un pequeño ordenador que puedes usar para proyectos muy variados, ya sea de domótica o cualquier cosa. Puedes convertirlo en un servidor, usarlo para conectar alguna unidad de almacenamiento, realizar pruebas incluso de ciberseguridad, etc. Hay diferentes modelos y siempre van a estar limitados al hardware que traen de serie. Sin embargo, es posible expandirlos. En este artículo, vamos a hablar de lo que se conoce como HAT. Vamos a explicarte en qué consiste y qué debes tener en cuenta.
Básicamente, HAT es un hardware que se va a conectar en la parte superior de la Raspberry Pi. Su nombre viene de la palabra inglesa “hat”, que significa sombrero. No es más que eso: algo que vas a colocar encima del dispositivo. Pero claro, es algo que va a suponer una actualización, a nivel de hardware, para tener mejores componentes.
En qué consiste un HAT de Raspberry Pi
Podemos decir que es una placa de expansión que se ajusta al conector de 40 pines. No son una novedad, ya que existen desde hace años. Van a obtener la energía del propio dispositivo, por lo que no vas a tener que conectarlo a la corriente, salvo modelos concretos que sí requieren de una fuente de alimentación.
Su instalación es muy sencilla. Son Plug and Play, por lo que no requieren de nada adicional. Pero, ¿qué es exactamente lo que puedes incorporar? Pues esto dependerá de en qué consista exactamente el HAT que utilices. Puede ser para agregar una pantalla, agregar sensores de temperatura, luz o movimiento, incorporar algún módulo de cámara o usarlo para controlar robots y motores.
Actualmente, HAT+ es el estándar más avanzado. Permite también agregar diferentes componentes relacionados con la Inteligencia Artificial y sacar más partido a la Raspberry Pi. El objetivo es aprovecharla al máximo, más allá del rendimiento de base que permite lograr. Puedes usarla para muchas cosas del día a día.
Proyectos muy variados
Los proyectos que puedes realizar con una Raspberry Pi, son muy variados. Se pueden adaptar a todo tipo de necesidades que tengas. Son muy útiles para controlar aparatos de casa que puedas vincular, sensores, aprovechar la domótica… En función de qué necesites, puedes optar por los diferentes modelos que hay.
Por ejemplo, un uso que nos parece muy interesante es convertir la Raspberry Pi en un servidor. Vas a poder instalar Plex, por ejemplo, y reproducir contenido en Streaming. Claro, para ello necesitas conectar también alguna unidad de almacenamiento, por lo que es un elemento que tendrás que controlar.
Además, vas a poder tener los archivos siempre disponibles. Podrás tener tu propia nube, sin necesidad de optar por servidores de terceros, donde tengas que pagar una suscripción o correr el riesgo de que el contenido se pierda o termine en malas manos. Vas a tener, por tanto, un mayor control.
En definitiva, con tu Raspberry Pi vas a poder crear proyectos muy variados. Puedes mejorarlo con lo que se conoce como HAT, que es un hardware que vas a añadir a la parte de arriba, con lo que podrás obtener ciertas mejoras.