Las VPN son muy útiles y además cada vez más utilizadas. Sin embargo tienen limitaciones. Hay cosas que no vamos a poder lograr simplemente con instalar este tipo de programas. Vamos a ver cuáles son las principales, ya que en ocasiones los usuarios creen que están más protegidos o no van a tener ciertos problemas, pero en realidad es todo lo contrario.
Limitaciones de una VPN
VPN, seguridad y privacidad suelen ir de la mano en muchas ocasiones. Pero claro, no siempre va a ser así. Es cierto que este tipo de aplicaciones pueden ocultar ciertos datos a la hora de navegar y, también, mejorar la seguridad al acceder a un Wi-Fi público, por ejemplo. Pero podemos encontrarnos con limitaciones en las que realmente no va a cumplir lo que creemos.
No protege por completo la privacidad
La primera limitación es que una VPN no va a proteger completamente la privacidad. Aunque pueda cifrar las conexiones y ocultar datos como la dirección IP o dónde nos encontramos, no va a evitar que pongamos más información de la cuenta al registrarnos en una página o iniciar sesión en alguna plataforma.
Por tanto, la privacidad va a seguir dependiendo mucho de cómo naveguemos y el cuidado que tengamos. Aquí será imprescindible el sentido común y no cometer errores al entrar en un sitio web o utilizar cualquier servicio online.
Puedes bajar virus igual
Respecto a la seguridad podemos decir que más de lo mismo. Aunque nuestra conexión esté más segura cuando entremos en una red Wi-Fi pública y evitar ataques Man-in-the-Middle, por ejemplo, no va a protegernos de la descarga de malware. Podríamos bajar un programa o un archivo que en realidad son un virus.
En este caso, para estar protegidos realmente vamos a tener que contar con un buen antivirus. Este tipo de programas sí va a ser capaz de detectar amenazas y va a permitir eliminar malware que haya en nuestro sistema. Además, también tendremos que mantener los equipos actualizados.
Acelerar Internet
Otro mito que en ocasiones aparece es que una VPN es capaz de hacer que nuestro Internet vaya más rápido. Esto no es así, ya que la velocidad de nuestra conexión es la que es. Incluso al utilizar este tipo de aplicaciones podemos tener importantes limitaciones en la velocidad, ya que toda la información tiene que pasar antes por un intermediario.
Si buscas acelerar Internet, una VPN no es tu mejor aliado. Incluso deberías usar una buena VPN para garantizarte un funcionamiento correcto y que haya la menor pérdida posible. Por tanto, la velocidad es un mito al usar una VPN.
No bloquea conexiones específicas
Tampoco va a impedir que nos conectemos a ciertas conexiones o programas. No va a actuar como un firewall, donde podremos elegir qué aplicaciones queremos que se conecten a la red y cuáles nos interesa que estén bloqueadas y no tengan acceso para evitar así posibles ataques o gastar más datos de la cuenta.
Una VPN sí que podría permitir que accedamos a ciertos servicios que puedan estar restringidos geográficamente, por ejemplo. Pero no evitará que nos conectemos a otras plataformas que queramos bloquear.