Pruebas básicas que debes hacer para saber si tu Internet de casa funciona bien y está protegido
Es importante contar con una conexión de Internet bien configurada, para lograr un funcionamiento óptimo, pero también que esté segura. En este artículo, vamos a hablarte de algunas comprobaciones básicas que puedes realizar. El objetivo es que sepas si tu Internet doméstico funciona bien y si está correctamente protegido, para que no puedan entrar intrusos y afecten negativamente.
A veces, puedes detectar que la velocidad no es buena o que la cobertura no llega donde te gustaría. Puede ser problema del router, del dispositivo que utilizas para conectarte, de la configuración… Sea cual sea la razón, es clave ver qué es lo que ocurre y así poder tomar medidas lo antes posible.
Prueba tu conexión
En primer lugar, vamos a hablar de qué pruebas puedes realizar para ver que la velocidad es la adecuada y de que no hay problemas. Algo básico es hacer un test de velocidad. Te ayudará a ver si lo que te llega se acerca a lo que tienes contratado. Por ejemplo, si haces esa prueba y ves que te llegan 50 Mbps, pero tienes contratados 600 Mbps, pues hay que mirar el motivo.
Lo ideal es que te conectes desde diferentes dispositivos, diferentes lugares y pruebes diferentes conexiones. Es decir, sería interesante que conectaras tus dispositivos por cable y también por Wi-Fi, además de diferentes zonas de tu vivienda. De esta forma, podrás comprobar si la conexión por cable, los puertos Ethernet, funcionan correctamente, así como la cobertura inalámbrica.
También es buena idea que revises la configuración de la red. ¿Estás conectado a la banda del Wi-Fi que deberías? ¿Estás usando servidores DNS que funcionan bien? Si usas una VPN, también deberías verificar que está bien configurada y estás conectado a servidores que funcionen bien, con estabilidad y velocidad.
Comprueba si está protegida
La seguridad es un factor fundamental para evitar problemas de funcionamiento. Asegúrate de que tienes bien protegida tu red. Por ejemplo, deberías revisar la contraseña de acceso al router, la que utilizas para entrar en la configuración y realizar cambios. Nunca deberías tener una clave débil, que sea fácil de averiguar.
Lo mismo debes aplicar a la contraseña de la red Wi-Fi. Cuidado con dejar la red abierta o usar claves que sean débiles y fáciles de romper. Lo ideal es que sea larga, que cuente con letras (mayúsculas y minúsculas), así como símbolos especiales. Nunca utilices cosas como tu nombre, fecha de nacimiento y similares. El tipo de cifrado que uses, también va a ser importante y te recomendamos usar WPA2 o WPA3.
Otro consejo es que compruebes si has cambiado los valores predeterminados que venían con el router. Asegúrate de que lo tienes bien configurado para que funcione con seguridad, cambia las claves de acceso, habilita el QoS si fuera necesario, crea una red de invitados para disminuir riesgos, etc.
En definitiva, estos son algunos factores básicos que deberías tener en cuenta para comprobar si tu conexión de Internet funciona bien y está protegida. El objetivo no es otro que conseguir una buena velocidad, así como poder conectar dispositivos sin problemas.