Si tienes una red funcionando en casa o en tu negocio, sabes que mantenerla en óptimas condiciones es esencial para evitar problemas. Aunque las tecnologías cambian y los dispositivos se actualizan, existen algunas tareas de mantenimiento que no pueden pasarse por alto. En este artículo, te guiaré a través de una lista de tareas clave para que tu red siempre esté a punto y no tengas problemas de rendimiento.
Mantener una red en funcionamiento requiere algo más que instalar cables y dispositivos. El mantenimiento periódico es clave para evitar fallos imprevistos y garantizar el rendimiento. En este artículo, descubrirás cuáles son las tareas esenciales que debes incluir en tu lista de comprobación de mantenimiento de redes, para que todo funcione como debería y no te lleves sorpresas desagradables.
Copia de seguridad de la configuración
La tarea más crítica en cualquier red es asegurar que los datos estén protegidos. Las copias de seguridad periódicas son imprescindibles, y no solo se trata de hacerlas, sino de comprobar que se realicen correctamente y que los archivos sean recuperables. No hay nada peor que necesitar recuperar información solo para descubrir que la copia de seguridad no sirve. Dependiendo del tipo de red y las necesidades de tu entorno, puedes hacer copias de seguridad diarias o incluso en tiempo real. Asegúrate de que las copias se almacenen en un lugar seguro, idealmente fuera de la ubicación principal, para protegerte contra fallos físicos como incendios o robos.
En cualquier red, es fundamental hacer copia de seguridad de lo siguiente:
- Configuración del router o firewall: una vez que tengamos bien configurado el router o firewall, es muy importante hacer una copia de seguridad del cerebro de la red, sobre todo si vas a tocar diferentes configuraciones, poder volver hacia atrás fácilmente.
- Configuración de los switches: si tienes switches gestionables con VLANs, también tendrás que guardar los archivos de configuración, por si en un determinado momento necesitas resetearlo y volver a la configuración anterior.
- Configuración de los puntos de acceso: si tenemos varios APs, lo más normal será tener un controlador Wi-Fi, ya sea por hardware o software, e incluso podríamos tenerlo directamente en la nube. Independientemente de dónde tengas el controlador Wi-Fi, es necesario hacer una copia de seguridad de la configuración aplicada, por si haces un cambio y algo no funciona bien.
Como podéis ver, es muy importante hacer una copia de la configuración actual de todos los dispositivos de red. Si surgiera algún problema, siempre puedes tirar de esa copia que has creado previamente.
Actualización del firmware y la documentación
Todos los equipos de red suelen tener actualizaciones de firmware por parte del fabricante, con el objetivo de corregir posibles fallos, pero también para añadir nuevas funcionalidades y características. En el caso de las redes, es muy importante comprobar las versiones de firmware y estar siempre a la última, ya que así nos aseguraremos que tendremos los últimos parches de seguridad, para que nuestra red no corra ningún peligro. Sin lugar a dudas, el firmware más importante de todos es el del router o firewall, ya que es el que está conectado directamente a Internet y puede ser víctima de diferentes tipos de ataques de ciberdelincuentes. Por este motivo, mantener perfectamente actualizado este equipo es algo fundamental para proteger al máximo la red.
La documentación de la red puede parecer algo tedioso, pero mantenerla actualizada es fundamental para solucionar problemas y realizar auditorías. Cada vez que realices una modificación en la red, asegúrate de registrar lo que has hecho, por qué lo has hecho y cuándo. Esto te ahorrará dolores de cabeza futuros si necesitas recordar qué cambios hiciste o si otros tienen que gestionar la red en tu ausencia.
Otra tarea esencial es llevar un inventario actualizado de los dispositivos conectados a la red. Es recomendable crear una convención para nombrar los dispositivos, de manera que identifiques su ubicación y propósito rápidamente. Esto incluye registrar las direcciones IP y MAC de cada dispositivo, lo que facilitará la gestión y el diagnóstico de problemas.
Organización y limpieza
El caos de los cables es un problema más común de lo que parece. Mantener los cables organizados no solo mejora la estética del entorno, sino que también previene problemas como desconexiones accidentales o fallos por cables deteriorados. Utiliza etiquetas y organizadores para que los cables se mantengan en su sitio, y realiza revisiones periódicas para asegurarte de que todo esté en orden.
El polvo es uno de los peores enemigos de los dispositivos de red, ya que puede obstruir los filtros de aire y provocar un aumento de la temperatura, lo que a su vez afecta el rendimiento de los equipos. Asegúrate de limpiar regularmente los dispositivos y sustituir los filtros de aire cuando sea necesario para evitar sobrecalentamientos.
Además, en el caso de tener muchos aparatos conectados por cable, viene bien utilizar organizadores de cables Ethernet. Evita que puedan quedar desordenados, con el riesgo que ello supone en caso de dar un tirón o que empiecen a funcionar mal. Si tienes un switch de red, por ejemplo, con muchas cosas conectadas, es buena idea para organizar todo mejor.
Estas tareas, aunque sencillas, son vitales para que tu red funcione correctamente y se mantenga segura. No importa si gestionas una pequeña red en casa o una más compleja en el trabajo, seguir esta lista de comprobación te ahorrará muchos problemas a largo plazo. Recuerda que el mantenimiento de la red no es algo que puedas dejar de lado, ya que una buena prevención siempre es mejor que una costosa reparación.
En definitiva, estos son algunos consejos que puedes poner en práctica para mantener en buen estado tu red local y la red Wi-Fi. El objetivo es conseguir una conexión estable, con buena velocidad, al mismo tiempo que evitas que los aparatos se deterioren demasiado rápido. Comprueba que tienes todo en orden.