Tengo un disco externo con copias de seguridad desde hace años, ¿cómo sé si tengo que cambiarlo y no perder archivos?
Contar con copias de seguridad, es algo muy importante para prevenir la pérdida de archivos y posibles problemas. Sin embargo, puede ser un problema utilizar una unidad de almacenamiento que no funciona bien, esté en mal estado o mal configurada. En este artículo, vamos a hablarte de cómo puedes comprobar si un disco duro o cualquier unidad de almacenamiento, puede ir mal y convendría que la cambies.
El objetivo es evitar tener una unidad de almacenamiento durante mucho tiempo, sin saber que puede suponer un riesgo importante. Cambiarla, comprar otra para alojar ahí tus copias de seguridad, puede ser una buena elección. Esto, como vamos a explicarte, dependerá del tipo de almacenamiento, así como de otros factores que entran en juego.
Cuándo cambiar el almacenamiento para copias de seguridad
Las unidades físicas son una alternativa a las copias de seguridad en la nube. Las puedes llevar de un lugar a otro, en caso de ser discos externos, y siempre vas a tener el control total sobre tus archivos. Eso sí, siempre y cuando ese dispositivo funcione correctamente y no haya ningún problema.
Ten en cuenta la vida útil
Lo primero que debes tener en cuenta es la vida útil de esa unidad de almacenamiento. Esto va a ser clave. Lógicamente, dependerá del tipo de disco que uses. No es lo mismo un disco duro HDD que una unidad SSD, por ejemplo. Por tanto, ten presente qué tipo de unidad estás utilizando para tus copias de seguridad.
Una vez sepas cuál es el tipo de unidad que usas, podemos decir que los discos duros HDD tienen una media de duración de entre 4 y 10 años. Generalmente, entre 4 y 7 años si se utiliza intensamente cada día. En cambio, una unidad SSD puede durar entre 5 y 10 años, mientras que una memoria flash, como un pendrive USB, puede pasar fácilmente de los 10 años.
No obstante, ten en cuenta que esto es solo una media y debes saber que hay diferencias según la marca y calidad de ese modelo, las condiciones en las que está funcionando normalmente, etc. A nivel personal, puedo decir que mantengo un HDD desde hace algo más de 15 años y sigue funcionando. Pero claro, no lo uso diariamente. También tengo un pendrive que pasa ampliamente de los 10 años y sigue funcionando como al principio.
¿Tiene buen rendimiento?
Más allá de ese primer factor a tener en cuenta, que es la edad media de duración, tienes que revisar si tiene o no un buen rendimiento. Es decir, observar si empieza a ir mal, si va lento, si hay archivos corruptos a los que no puedes acceder, etc. Esto último, si no puedes acceder a ciertos archivos, sería lo más grave.
En cuanto empieces a notar que no va bien, que va lento, tarda en iniciarse, hay sonidos raros o cualquier cosa, podemos decir que es buen momento para cambiarlo. Lo siguiente podría ser que deje de funcionar y perder todo el contenido.
Evalúa su tiempo de uso
También deberías evaluar el tipo de uso. Esto va a depender mucho de cada caso. Es decir, no es lo mismo un disco duro HDD que usas diariamente en tu ordenador, con el que trabajas o intercambias archivos frecuentemente, que otro que solo utilizas una vez al mes o cada ciertos meses, para actualizar una copia de seguridad.
Lógicamente, cuando mayor sea el tiempo de uso, más riesgo hay de que esa unidad de almacenamiento deje de funcionar. Evita problemas y asegúrate de cambiarlo antes de que sea demasiado tarde.
En definitiva, esto debes tener en cuenta si utilizas unidades de almacenamiento para crear copias de seguridad. Es importante que funcionen bien y eso significa cambiarlas de vez en cuando. Además, igual que puedes pasar archivos de una cuenta de Drive a otra, también puedes pasarlos de un disco a otro.