Estos son los peores consejos de seguridad que me han dado, y que debes ignorar
Internet está lleno de malos consejos. Eso es algo que se sabe más o menos desde siempre. Por supuesto que está lleno de conocimiento, pero encontrar la aguja en el pajar, es complicado entre tanta información poco fiable. Ya lo sabes, en Internet no es conveniente mirar temas de enfermedades o de salud, y también hay muchos malos consejos de ciberseguridad. En este artículo, repasamos los más comunes para que si alguno pensabas que era un buen consejo, lo quites de tu listado rápidamente.
Porque si de algún campo los profesionales son proclives a buscar información en Internet, es el de la seguridad en línea. El problema es que, entre tanta entrada, encontrar aquella que realmente es útil, se vuelve un poco complicado. Para que evites seguir algunos malos consejos de seguridad, aquí te contamos los más flagrantes que circulan por la red.
Cambiar tus contraseñas con frecuencia
Seguro has escuchado que cambiar tus contraseñas cada poco tiempo es una buena práctica. La idea detrás de este consejo es que, si alguien llega a descubrir tu contraseña, la cambies antes de que pueda usarla. Sin embargo, la realidad es que esta práctica hace que muchas personas caigan en el error de usar contraseñas fáciles de recordar, o peor aún, que las repitan.
¿Qué hacer en su lugar? Usa contraseñas únicas y complejas, y considera un gestor de contraseñas para guardarlas de manera segura. Este tipo de programas incluso pueden avisarte si alguna de tus contraseñas se ha visto comprometida, lo que es mucho más útil que andar cambiándolas constantemente. Hoy en día existen muchos administradores de contraseñas, algunos son cloud y otros son completamente locales como KeePass, de esta forma, no solamente generarás claves aleatorias sino que las guardarás en un lugar seguro.
Realmente, no tiene mucho sentido cambiar algo que es seguro y no ha habido ninguna filtración. Lo que podría pasar es tener el efecto indeseado de generar una clave más débil, por lo que la cuenta quedaría expuesta. Evita problemas y no caigas en el error de cambiar continuamente la contraseña de tus cuentas en Internet.
Evitar el WiFi público a toda costa
Hace unos años, conectarse a una red WiFi pública era considerado una invitación abierta a los hackers. Sin embargo, hoy en día, la mayoría de los sitios web usan HTTPS, lo que significa que la conexión está cifrada. A menos que estés accediendo a información extremadamente sensible, el WiFi público ya no es el gran peligro que solía ser. De todas formas, ten en cuenta que existen los ataques SSLstrip que permiten «quitar» la capa de cifrado de HTTPS y convertir todas las peticiones en HTTP al vuelo.
Consejo real: Si te preocupa la seguridad, usa sitios con HTTPS pero que tengan activado el protocolo HSTS y evita enviar información muy privada en redes públicas. Para mayor tranquilidad, puedes usar una VPN, a ser posible, conéctate siempre a un servidor VPN que esté en tu hogar, con el objetivo de que no tengas problemas de ningún tipo.
En cuanto a VPN, te recomendamos algunas como Surfshark o NordVPN. Funcionan muy bien, son fiables y van a permitir mantener tu privacidad y seguridad a la hora de conectarte a una red pública, como puede ser en un aeropuerto o centro comercial.
Cambiar la configuración de idioma para evitar ransomware
Este consejo suena un poco raro, pero hay quienes afirman que configurar el idioma de tu sistema en ruso puede ayudarte a evitar ciertos ataques de ransomware. La lógica detrás de esto es que muchos ataques de ransomware están programados para evitar sistemas configurados en países rusos. Sin embargo, esta estrategia no es tan efectiva como parece.
¿Por qué no funciona? Los ciberdelincuentes tienen formas de identificar la ubicación real de un sistema más allá de su configuración de idioma. Además, este truco no siempre es efectivo y puede causar ( y de hecho, causa) problemas en el uso diario de tu ordenador.
Nunca escanear códigos QR
Algunos recomiendan evitar los códigos QR debido al riesgo de ser redirigidos a sitios de phishing o descargas maliciosas. Si bien es cierto que los códigos QR pueden contener enlaces a sitios peligrosos, es un riesgo bastante bajo en comparación con otros tipos de ataques.
Lo mejor es: Antes de escanear un código QR, observa de dónde proviene. Escanear códigos en entornos seguros, como tiendas oficiales o restaurantes, no debería ser un problema. En caso de duda, simplemente introduce la URL manualmente en tu navegador.
Debes tener en cuenta que en determinadas fechas es más probable sufrir ataques con códigos de este tipo. Por ejemplo, pueden aprovechar la Navidad, una época en la que la gente come más en restaurantes, para colar QR falsos en las mesas, con el objetivo de que caigamos en la trampa. Simplemente es mantener sentido común y no descargar archivos raros.
En definitiva, no todos los consejos de seguridad que encuentras son realmente efectivos o necesarios. En lugar de preocuparte por cada detalle, enfócate en los básicos: usa contraseñas seguras, activa la autenticación en dos pasos siempre que sea posible, y mantén tus dispositivos actualizados. Al final, estas prácticas te darán una protección mucho más sólida y confiable.