Usar una VPN no siempre es seguro. Es cierto que son programas muy útiles para proteger la privacidad al navegar por la red, pero también nos podemos encontrar con aplicaciones que no son tan fiables. Todo dependerá de qué bien elijamos. A veces los usuarios optan por VPN gratuitas o de bajo coste, pero en realidad puede salir mal la jugada y que se convierta en un problema de seguridad importante. De ello vamos a hablar en este artículo.
Una VPN gratis o barata puede ser un problema
Básicamente tenemos dos opciones para instalar una VPN: optar por las gratuitas o pagar una suscripción por ella. Además, dentro de la segunda opción podemos encontrar un amplio abanico de precios. Algunas son realmente económicas, prácticamente gratuitas, mientras que otras suponen un coste mayor.
¿Qué ocurre con las gratuitas o con las que tienen un coste muy pequeño? Aunque no queremos decir que sea el caso del 100% de los programas, sí que podríamos encontrarnos con que la fuente real de ingresos sea recopilar nuestros datos. Por ejemplo los sitios que visitamos, desde dónde nos conectamos, qué dispositivos usamos…
A fin de cuentas los datos personales tienen un gran valor en la red. Pueden ser usados para incluirnos en campañas publicitarias, Spam o incluso venderlos a terceros. No siempre terminan en buenas manos, ya que podrían terminar en una base de datos de un atacante.
Por tanto, a la hora de comenzar a usar una VPN hay que ser conscientes de la importancia de elegir bien. Debemos instalar únicamente aplicaciones en las que podamos confiar y, siempre que sea posible, evitar las que son gratuitas. Por eso decimos que una VPN gratis puede terminar saliendo cara. Debes usar solo VPN gratuitas de garantías.
Los problemas de una VPN mala
Hemos explicado que una VPN gratis o muy barata puede llegar a ser un problema importante. Ahora bien, ¿Qué es realmente lo que puede pasar? Por un lado está el hecho de que pueden recopilar datos personales. Esta información la pueden usar para lucrarse y obtener beneficio económico.
Pero también hay que tener en cuenta que podrían funcionar mal. Aunque no esté diseñada específicamente para robar datos, sí que podrían tener problemas que expongan nuestra información en la red. Pensemos en que estamos navegando desde una red Wi-Fi pública y usamos una VPN para estar más protegidos. Ese programa no funciona bien y, sin que lo sepamos, está filtrando los datos de navegación.
Además, podría funcionar mal a la hora de saltarnos un bloqueo geográfico. Por ejemplo que estemos en un determinado país donde un servicio, como podría ser Netflix, no funcione por limitaciones de la ubicación. Tal vez esa VPN no tenga capacidad para saltarse el bloqueo y nos encontremos con el mismo problema que si navegáramos sin ella.
Por tanto, a la hora de elegir una VPN es imprescindible conocer cómo va a funcionar, cuáles son sus posibles limitaciones y de qué manera realmente va a venir bien para estar protegidos en la red y que todo funcione correctamente. Podéis ver un tutorial para elegir bien una VPN.