A la hora de usar el correo electrónico, una opción es tener una cuenta alternativa. Esto tiene diferentes ventajas, como por ejemplo evitar la entrada de Spam en la cuenta principal o que nuestros datos puedan filtrarse. Sin embargo tiene también algunos puntos negativos, como vamos a ver. Esto puede traernos problemas si no lo gestionamos adecuadamente. Vamos a hablar de ello en este artículo.
Diferentes tipos de correos alternativos
No todos los correos alternativos son iguales. Podemos crear una cuenta con nuestro nombre pero cambiando el servicio que usamos, por ejemplo. Simplemente con esto tendremos una segunda cuenta que podemos usar para registrarnos en Internet o dividir lo personal de lo laboral. Pero también tenemos otras opciones como los e-mails desechables.
Estos últimos son útiles para no inundar la bandeja de entrada de Spam y los podemos usar para registrarnos en algo puntual. Sin embargo hay que tener en cuenta que tienen un tiempo determinado hasta que dejan de estar disponibles. Además, no van a tener las garantías de un proveedor más estable.
No obstante, sea cual sea la opción que cojamos, este tipo de correos electrónicos van a tener algunos puntos comunes a la hora de ser una alternativa al principal. Algunos de estos factores no son tan positivos y podremos tener ciertos problemas o limitaciones, como vamos a explicar.
Limitaciones de los e-mails desechables
Los correos electrónicos alternativos, pero especialmente aquellos que son desechables, van a tener una serie de limitaciones importantes. Incluso podemos tener problemas de privacidad, como vamos a ver. Esto hace que debamos tener cuidado a la hora de usarlos y saber muy bien en todo momento si realmente nos conviene.
Servicios menos privados
El primer problema que podemos tener al utilizar un e-mail alternativo, especialmente si se trata de uno desechable, es que la privacidad no siempre está presente. Son servicios que no están para nada orientados en mejorar la seguridad y evitar que pueda filtrarse información cuando enviamos o recibimos un correo.
A fin de cuenta son servicios creados para generar direcciones de forma sencilla, rápida y sin el objetivo claro de que el contenido pueda estar cifrado. Tendremos más limitaciones en este sentido y eso provocará que no sea la mejor opción en muchos casos.
Podemos perder correos importantes
También hay que mencionar que podemos perder correos que tengamos almacenados. Esto va a ocurrir cuando usamos un e-mail desechable. Algunos pueden caducar incluso unos minutos después de haber creado la cuenta. No obstante, incluso si dura unos meses hasta que son eliminados, tal vez hayamos almacenado correos que podamos necesitar en un futuro y los perdamos.
Esto también debemos tenerlo en cuenta cuando vayamos a optar por este tipo de alternativas. Es otro factor más a poner en la balanza para no tener complicaciones en el futuro que puedan afectarnos.
Los e-mails pueden llegar como Spam
Este punto también está relacionado directamente con el servicio de e-mail que usemos. Puede que sea calificado como dudoso y, al enviar un e-mail, nuestro correo termine en la bandeja de Spam de la cuenta a la que estamos enviando un documento o simplemente un mensaje.
Esto podría provocar que nunca sea leído. Normalmente los usuarios borran automáticamente los correos calificados como basura y pueden colarse también algunos que realmente son fiables y no habría problemas para leerlos.
El proveedor puede cerrar
Tal vez nos hemos registrado en un e-mail alternativo que sea nuevo o que no tenga las garantías reales de que va a continuar con el paso del tiempo. Si usamos plataformas como Outlook o Gmail, tenemos la seguridad de que llevan años funcionando sin problemas y sería muy raro que nuestra cuenta deje de estar disponible.
Pero esto no ocurre al utilizar servicios alternativos que de la noche a la mañana dejen de ser rentables y decidan cerrarlos. Podemos perder el acceso a la cuenta y a todo el contenido que tengamos guardado si nos descuidamos.