Para poder tener una mejor conexión a Internet de forma inalámbrica, una de las opciones es utilizar un repetidor Wi-Fi. Sin embargo no siempre funcionan bien, ya sea por problemas de hardware del propio dispositivo o por algún error que hayamos cometido en la instalación. En este artículo vamos a dar algunos consejos para saber si está funcionando correctamente y vamos a aprovechar o no una mejora en la conexión.
Qué hacer para saber si el repetidor Wi-Fi va bien
De nada sirve instalar un repetidor Wi-Fi con el objetivo de mejorar la conexión y que en realidad esté provocando lo contrario. Si no funciona bien, puede significar que la velocidad vaya más lenta o que tengamos incluso peor cobertura inalámbrica. Por ello conviene detectar fallos lo antes posible.
Haz un test de velocidad
Sin duda un truco muy bueno para saber si el repetidor Wi-Fi está funcionando bien es simplemente hacer un test de velocidad. Lo que queremos es que la conexión vaya rápida y estable, por lo que es una prueba muy útil que va a ayudarnos a detectar posibles fallos que pueda haber en el aparato.
Para ello vas a conectarte con un ordenador o móvil directamente al router. Si utilizas un repetidor es porque quieres mejorar la señal, por lo que puedes ver cuánta velocidad de bajada y subida te llega y luego compararlo al conectarte al repetidor. Si tienes más velocidad significa que te está ayudando el repetidor y es positivo que te conectes a él.
Pero no debes mirar únicamente la velocidad, sino también el ping o latencia. Esto va a indicarte que la conexión funciona bien y es algo necesario de cara a jugar online, realizar una videollamada, etc.
Prueba por cable
Si sospechas que el problema puede estar en la red inalámbrica y no sabes realmente si va a funcionar bien, lo mejor es que te conectes por cable. Muchos repetidores Wi-Fi tienen también la opción de que te conectes a Internet a través de un cable Ethernet, lo cual puede ofrecer mayor velocidad y estabilidad.
Para hacer esta prueba vas a necesitar un ordenador o dispositivo compatible con cable Ethernet. Debes asegurarte de que es bueno y que va a permitir alcanzar la máxima velocidad. Una vez lo tengas conectado de esta forma, lo siguiente será realizar una prueba de velocidad. ¿Funciona mejor que por Wi-Fi? ¿Hay una diferencia demasiado grande? Eso puede indicarte que algo va mal y debes tomar medidas.
Elige la banda correcta
Si ves que por cable te va mejor que por Wi-Fi y la diferencia es notable, eso significa que algo hay mal con el repetidor inalámbrico. Si es doble banda, es posible que estés usando la banda incorrecta. Lo normal es que puedas conectarte tanto a los 2,4 GHz como a los 5 GHz. Cada una va a tener sus ventajas y desventajas.
En líneas generales podemos decir que la de los 2,4 GHz es la mejor cuando vayas a conectarte más lejos del punto de acceso, aunque va a tener menos velocidad. En cambio, la banda de los 5 GHz es la que ofrece mayor velocidad, aunque es más sensible a posibles obstáculos y una mayor distancia.
Qué hacer si algo va mal
¿Qué puedes hacer si ves que el repetidor Wi-Fi no funciona como debería? Un consejo muy importante es ubicarlos correctamente. Esto puede ser clave para lograr la máxima velocidad y tener así un rendimiento óptimo, que pueda mejorar realmente la velocidad y señal que puedas recibir si te conectas directamente al router.
Lo ideal es que esté ubicado en una zona central, desde donde reparta correctamente la señal inalámbrica al resto de dispositivos. Pero no debes conectarlo muy lejos del router, ya que si esto es así no logrará recibir señal correctamente y no solucionará ningún problema con la conexión, sino que podría incluso empeorarlo.
También puedes tener en cuenta la posibilidad de usar cable Ethernet en vez de conectarte de forma inalámbrica. Si vas a conectar por ejemplo un ordenador que esté más lejos del repetidor, tal vez por Wi-Fi la señal llegue muy débil y lo mejor sea que te conectes mediante cable de red.
Por otra parte, si ves que los problemas continúan y no logras mejorar la conexión inalámbrica, siempre puedes usar alternativas para mejorar el Wi-Fi. Por ejemplo puedes usar dispositivos PLC o un sistema Wi-Fi Mesh que permita ampliar la cobertura.