El consumo de vídeo por Internet se ha incrementado en los últimos años, alcanzando un tráfico mundial del 64% del total. Este aumento se debe a plataformas de vídeo como Youtube o Netflix, donde su llegada ha producido una reducción de más de un 50% en el consumo de televisión tradicional.
El desarrollo de la banda ancha, la irrupción de las televisiones conectadas a Internet (Smart TV) en los hogares o el consumo de vídeo en dispositivos móviles y tablets han hecho que los medios de comunicación estén mostrando un interés mayor por el mercado del VoD –siglas de vídeo bajo demanda, en inglés- en España. El consumo de vídeo en Internet no sólo se utiliza como entretenimiento; los tutoriales, plataformas de juego en vivo, o los vídeos como reclamo comercial en webs o como material de marketing han disparado su uso.
Existen tres problemas claramente identificados en el consumo de vídeo por Internet. El retraso en el inicio del vídeo, el buffering o la baja calidad harán que los usuarios abandonen el sitio web y muchos de ellos no vuelvan más.
El auge de la tecnología en el día a día ha hecho que el tiempo de espera sea peor tolerado por los usuarios. Varios estudios han demostrado que si se tarda más de 2 segundos en cargar un vídeo los espectadores empezarán a abandonar la página, después de 5 segundos, más del 20% de los usuarios abandona y el 6% no volverá jamás. Si los vídeos son cortos los usuarios tienen menos paciencia que si son más largos, así como los usuarios que tienen mejores conexiones tardarán menos en abandonar un site con un vídeo que tarda en reproducirse.
Otro de los problemas es el odiado buffering. Esto se produce cuando no es posible alcanzar una tasa de transferencia aceptable debido a nuestra velocidad de Internet, la red WIFI, el cableado o por el dispositivo desde el que queremos acceder al contenido, y por tanto se corta y nos aparece el clásico y odiado icono de buffering. La reproducción avanza más rápido de lo que es capaz de llenarse el búffer, se queda sin vídeo que reproducir y tenemos que esperar a que se llene de nuevo.
También la baja calidad de los vídeos hace que se pierdan usuarios y clientes disminuyendo la conversión y los ingresos en las empresas.
Por otra parte, el vídeo se ha convertido en la herramienta más poderosa de comunicación y la tecnología ha ayudado a ello solucionando estos problemas. No siempre podemos reproducir todo lo que queremos desde cualquier dispositivo debido a que existen diversos protocolos de streaming, contenido de diferentes formatos, etc., y no todos los dispositivos son siempre compatibles. Para resolver estos problemas una posible solución ha sido crear un estándar que permite reproducir contenido multimedia en streaming desde cualquier dispositivo, y ese estándar es HTTP Streaming, con implementaciones concretas como DASH (Dynamic Adaptive Streaming over http) o HLS (HTTP Live Streaming).
MPEG-DASH o HLS para Apple hace que el tiempo de espera en reproducir el vídeo sea muy baja lo que va a hacer que no se produzca el buffering y que se reproduzca con la mayor calidad posible. Como hemos visto utilizar HTTP Streaming soluciona los problemas de reproducción de vídeo en streaming, pero se puede mejorar aún más con la técnica de Adaptive Streaming, que consiste en escoger la calidad del contenido a reproducir en función del ancho de banda disponible y de la capacidad de CPU del cliente. Su funcionamiento consiste en codificar el fichero con diferentes bitrates para posteriormente dividir en pequeños vídeos de unos pocos segundos, de esta manera al iniciar la reproducción se elige una calidad y durante la reproducción el cliente envía información al servidor de forma que pueda cambiar de calidad, y así el vídeo se reproducirá siempre, sin demoras ni buffering.
En definitiva, el aumento del vídeo en Internet es un hecho, pero no todo el mundo lo utiliza y es que los vídeos deben ser codificados para que sean accesibles para todos los dispositivos con diferentes condiciones de conexión (banda ancha, 3G, 4G, Wifi). Si los vídeos no están codificados adecuadamente, los usuarios abandonarán el sitio web y mucho de ellos no volverán. El retraso en el inicio del vídeo, el buffering o la baja calidad son problemas que hacen que la experiencia de usuario no sea satisfactoria y abandonen los sites, lo que conlleva pérdidas de miles de millones en el mercado.
Os dejamos otro artículo donde mostramos cómo ver si hay cortes en el Wi-Fi. Os recomendamos visitar nuestro tutorial sobre cómo funciona la seguridad en HTTP/3 y por qué es más rápido y seguro.