Errores al usar tus electrodomésticos que consumen más luz

Errores al usar tus electrodomésticos que consumen más luz

Javier Jiménez

Para ahorrar electricidad en casa, algo que debemos hacer siempre es controlar muy bien los electrodomésticos. Especialmente, hay que revisar aquellos que tienen un mayor consumo. Por ejemplo, podemos nombrar el frigorífico, el lavavajillas, la lavadora… Si los utilizas de forma adecuada, podrás llegar a ahorrar dinero cada mes. Vamos a mostrarte algunos errores comunes que puedes estar cometiendo y que deberías evitar en tu día a día.

Aunque hay diferentes formas de ahorrar en la factura de la luz, generalmente podemos lograrlo simplemente con algunos cambios. Realizar algunos pequeños ajustes puede suponer un ahorro importante, como es el hecho de usar de otra manera determinados electrodomésticos que puedan estar gastando bastante.

 

Ahorrar luz con los electrodomésticos

Lo primero que debes saber es que no todos los electrodomésticos consumen igual. Los hay más optimizados, mientras que hay también otros más antiguos que pueden consumir bastante más electricidad. No obstante, en cualquier caso, siempre vas a tener opciones para gastar menos y ahorrar en la factura.

 

No usar programas Eco

El primer error es no aprovechar los programas de menor consumo. Es lo que se conoce también como programas Eco. No todos los electrodomésticos lo tienen, pero en los más recientes sí es que es habitual. Por ejemplo, está muy presente en aparatos como el lavavajillas o la lavadora. Esto significa que van a funcionar a una menor potencia. Siempre que sea posible, lo ideal es utilizar estos programas de menor consumo y así ahorrar electricidad.

En el caso del lavavajillas, los modos ECO lo que harán es calentar menos el agua, por lo que gastarán bastante menos electricidad, además, también ahorrarán bastante agua en comparación con otros modos. Aunque estos modos supongan que tarde más en completar el ciclo de lavado, se ahorra tanto en electricidad como en agua. En el caso de la lavadora, intenta siempre lavar en programas de frío, cuanto menos haya que calentar el agua con la resistencia interna, mucho mejor, porque ahorrarás mucho más en electricidad. Además, las nuevas lavadoras también son muy eficientes en cuanto al agua que gastas.

 

Dejarlos siempre conectados

Otro error común es dejarlos conectados a la corriente, aunque no los estemos utilizando. Por ejemplo, aparatos como el microondas pueden estar consumiendo siempre. Puedes ver el reloj parpadeando o cualquier luz que gaste electricidad, aunque realmente usemos muy pocas veces ese aparato. Es lo que se conoce como consumo fantasma. Se calcula que puede llegar a suponer sobre el 10% del total de la factura sumando todos los electrodomésticos. Por ese motivo, evitarlo puede ayudarte a pagar menos de luz y realmente el gesto es tan sencillo como desconectar los aparatos de la electricidad cuando no los vayas a utilizar. Lo mejor que puedes hacer es usar algún tipo de medidor de electricidad para conocer si realmente está gastando o no electricidad.

Para desconectarlos del todo, lo más barato es bajar el magnetotérmico del cuadro eléctrico que se corresponda con el microondas o el horno, en las viviendas nuevas por lo general, cada electrodoméstico de la cocina está dividido en varios magnetotérmicos con el objetivo de que puedas bajar cualquiera de ellos sin que afecte al frigorífico que siempre estará encendido. Otra forma de hacer esto mismo, es comprando un enchufe con apagado y encendido manual, porque si compras uno inteligente, seguramente gaste más energía el hecho de conectarse a la red WiFi para encenderse y apagarse que el consumo fantasma del electrodoméstico en cuestión.

Si tienes la posibilidad de apagar los electrodomésticos que no uses a través del cuadro eléctrico, es la opción más barata y fácil de todas, por lo que os recomendamos hacerlo así. No obstante, hay algo que debes tener muy presente, y es que nunca deberías bajar el magnetotérmico del frigorífico siempre que tengas comida dentro, de lo contrario, no funcionará y ocasionará tener que tirar a la basura todo lo que tengas, y que incluso también tengas que tirar el frigorífico debido al olor a podrido que se puede producir.

 

Colocarlos mal

La ubicación de los electrodomésticos, también es clave. Especialmente es importante en algunos como el frigorífico, ya que lo que nos interesa es que esté en un lugar fresco, donde no reciba calor por parte de otros aparatos o incluso por la luz directa del sol que pueda hacer que la temperatura aumente. Un error es ponerlo cerca del horno, por ejemplo. También demasiado pegado a la pared, ya que rebota el calor que desprende y no permite que refrigere correctamente. Todo esto puede hacer que gaste más recursos para mantener la temperatura fría en su interior.

Cambiar electrodomésticos antiguos

Es recomendable no «encajonar» electrodomésticos como el frigorífico, además, podrías acortar su vida útil debido a que está trabajando a una temperatura superior a la que ha sido diseñado. Hay que tener en cuenta que, cuando hace mucho calor como en verano, puede llegar la cocina fácilmente a los 30ºC.

 

No llenarlos

Un error más está relacionado con la manera en la que utilizamos los aparatos. Por ejemplo, en el caso del lavavajillas o la lavadora el error es no llenarlos por completo. Estaremos desperdiciando recursos, por lo que no lograremos aprovechar la energía para no estar gastando más de lo necesario. Un aspecto importante, es que llenes la lavadora, pero siempre por la mitad, porque si la llenas demasiado estarías forzando el motor y acortando su vida útil, nunca debemos meter la ropa «a presión» dentro.

Aunque de forma distinta, tampoco es buena idea tener el frigorífico demasiado vacío. Si esto es así, cada vez que lo abras va a entrar más aire caliente de fuera al haber más espacio libre. También va a provocar que el electrodoméstico tenga que gastar más recursos para mantener la temperatura adecuada. Lo mejor que puedes hacer es llenar todos los electrodomésticos al máximo, sobre todo el frigorífico y congelador para que no entre aire caliente. Además, si pretendes descongelar algo, lo mejor que puedes hacer es que 24h antes lo pongas en el frigorífico para que se vaya descongelando poco a poco, y ese frío extra hará que el compresor no se active y apenas consuma electricidad.

 

Que no sean «inteligentes»

Existen muchos electrodomésticos y equipos que los podemos comprar directamente para que sean inteligentes, se pueden conectar a la red inalámbrica Wi-Fi en la banda de 2.4GHz y tener un control total desde nuestro smartphone, de esta forma, podremos activar o desactivar ese electrodoméstico bajo demanda, con el objetivo de ahorrar la máxima cantidad de energía posible. Además, cuando un electrodoméstico es inteligente podremos monitorizar su consumo de manera local y remota, con el objetivo de ver qué potencia está demandando en un determinado momento, para evitar poner otro electrodoméstico que tenga un gran consumo de forma instantánea. Por ejemplo, podríamos hacer que el horno y la vitrocerámica no esté funcionando al máximo rendimiento, porque eso podría hacer que salte el ICP del contador, y que nos corte la luz eléctrica.

Con un sistema de domótica avanzado como Home Assistant, tienes la posibilidad de colocar diferentes sensores como magnetotérmicos inteligentes con WiFi para que nos indique el consumo en tiempo real de cada circuito, también puedes comprar un dispositivo como el Shelly EM que nos permite colocar hasta dos pinzas amperimétricas con el objetivo de medir la potencia en cada circuito y así saber el consumo de ellos. Teniendo la sección de «Energía» en este sistema de domótica, podemos realizar un seguimiento muy detallado de todos los consumos que tenemos en casa, tanto de forma global si tenemos una pinza en la fase general, como también de manera más específica en cada magnetotérmico o circuitos que nosotros queramos.

En definitiva, estos errores comunes en tus electrodomésticos pueden provocar que gastes más electricidad de la necesaria. El objetivo es lograr una disminución del consumo, para poder pagar menos cada mes. Con pequeños cambios y ajustes, vas a poder lograr buenos resultados.

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