¿Sirve de algo poner el aire acondicionado a baja temperatura para enfriar más rápido la casa? Evita consumir en exceso

Si vives en una zona en la que haga calor en verano, seguro que más de una vez has estado deseando de llegar a casa y refrescarte. Puede que llegues y lo primero que hagas sea encender el aire acondicionado. Un error habitual es ponerlo a una temperatura demasiado baja. ¿Realmente sirve de algo? Lo cierto es que podrías estar consumiendo bastante sin necesidad. Te vamos a hablar de este tema.
Esto no solo puede ser un problema para tu bolsillo a corto plazo, con un mayor consumo de electricidad, sino también a largo plazo al deteriorarse el aparato. Tener un buen control de la temperatura del aire, siempre es importante y no debes cometer errores. Si lo que buscas es enfriar tu casa lo antes posible, es mejor que tengas en cuenta otros consejos.
No pongas el aire muy frío
Claramente no es una buena idea poner el aire acondicionado a muy baja temperatura cuando llegas de la calle. Puede parecer que va a enfriar antes si lo pones a 17 grados, por ejemplo, que si lo pones a 24. Lo cierto es que esto no va a ocurrir y lo que sí va a pasar es que va a consumir más energía y, además, podría tener problemas el aparato.
La bajada de la temperatura de una vivienda es progresiva. En función del aire acondicionado y el tamaño de la habitación, puede tardar más o menos. Pero el hecho de poner una temperatura demasiado baja no va a hacer que enfríe antes. Por tanto, si llegas a casa y hace 30 grados y quieres tenerla a 24, lo mejor es que directamente pongas el aire a esa temperatura y no optes por ponerla a algo menos, ya que no va a funcionar así.
El consumo va a aumentar. Al funcionar a mayor potencia el compresor de aire, eso va a repercutir en el gasto de energía. Siempre decimos que lo ideal es tener el aire a unos 24-25 grados en verano y cada grado de diferencia puede suponer un gasto o ahorro de aproximadamente un 7%. Ponerlo de repente a 17 o 18 grados, aunque sea momentáneo, no va a hacer más que aumentar el gasto.
Además, también puede afectar al propio aparato. Va a funcionar a mayor rendimiento, por lo que el desgaste es mayor. Es como si comparas el desgaste de un coche en autovía a 160 km/h y otro que vaya a 90. No significa que se estropee de inmediato, pero sí que acortarás poco a poco la vida de tu electrodoméstico.
Programar el aire, una buena solución
Si lo que quieres es llegar a casa y encontrarte la vivienda a una temperatura agradable, la mejor opción es programar el aire. Puedes utilizar un electrodoméstico inteligente, pero también incluso si tienes un aparato antiguo. En este último caso, lo que necesitas es un termostato inteligente que se conecte al mando.
De esta forma, por ejemplo, podrías encender el aire 20 o 30 minutos antes de llegar a casa. Incluso desde el móvil, simplemente con entrar en una aplicación, vas a tener el control. Cuando llegues, ya habrá cogido la casa una temperatura agradable y evitarás el impulso de ponerlo demasiado frío.
Por tanto, no es buena idea llegar a casa y poner el aire a muy baja temperatura para que enfríe más rápido. No lo va a hacer y, además, va a suponer un mayor consumo de energía, así como mayor desgaste para el aparato.