¿Necesitamos cada vez menos potencia de luz contratada? Esto debes tener en cuenta
Un elemento clave a la hora de contratar una tarifa de luz, es qué potencia vamos a contratar. Esto puede suponer un gasto o ahorro en el total que paguemos. Por ello, es esencial elegir bien. En este artículo vamos a hablarte de si hoy en día podemos optar por contratar una potencia menor o, por el contrario, incluso deberíamos tener una superior. Vamos a mostrarte las razones en ambos casos.
El objetivo es que puedas calcular, en tu caso, qué te conviene más. Siempre puedes analizar tus facturas, a lo largo del tiempo, y ver cuál es la potencia demandada. Eso ya te dará una pista de si podrías o no bajarla. Pero, ¿y si pensamos en el futuro? ¿Cuál podría ser la tendencia próximamente?
Por qué bajar la potencia contratada
¿Necesitamos la misma energía hoy que hace unos años? Lo cierto es que los aparatos actuales están más optimizados. Puedes ver que hay lavavajillas más eficientes, hornos que consumen menos, lavadoras con etiqueta energética A que gastan bastante menos que las de hace 15 años, etc.
Por tanto, teniendo en cuenta esto que mencionamos, lo lógico sería pensar que sí, que podríamos necesitar menos potencia contratada. Por ejemplo, si planeas actualizar los electrodomésticos de tu vivienda, puedes asegurarte de comprar modelos más eficientes, con modos Eco, y pensar en bajar también la potencia.
Esto también lo podemos aplicar a las bombillas. Aunque no sean los dispositivos que requieren de una mayor potencia, al final todo suma. Las luces actuales, consumen bastante menos que las antiguas, las que se utilizaban hasta hace unos años. Otro motivo más por el cual podríamos necesitar una potencia menor.
Motivos para mantenerla o subirla
Pero, ¿es todo tan sencillo? Lamentablemente, no. Hay otros factores que también debes tener en cuenta. Seguro que hoy tienes electrodomésticos y aparatos que usas en tu día a día, que hace 15 o 20 años no tenías o ni siquiera existían. Aunque sean eficientes, aunque no consuman en exceso, son más cosas que vas a tener siempre conectadas.
Por ejemplo, podrías tener aires acondicionados que antes no tenías, una calefacción eléctrica, una freidora de aire que se une a los demás electrodomésticos de tu cocina, etc. Esto va a suponer que, posiblemente, necesites mantener la potencia contratada o subirla. Todo dependerá de cuántas cosas enciendas al mismo tiempo.
Además, también está el tema de la domótica en el hogar. Aunque no son dispositivos que consuman en exceso, e incluso pueden ayudarte a ahorrar en algunos casos, son aparatos que están conectados a la electricidad. Hablamos de un robot aspirador inteligente, altavoces, enchufes, bombillas… La suma de todo, si tienes muchas cosas así en casa, van a mantener siempre una base de potencia.
En definitiva, si piensas en modificar la potencia contratada, te recomendamos que mires muy bien tus facturas previas. Analiza cosas como la eficiencia de los electrodomésticos, si vas a empezar a usar aparatos nuevos, si quieres convertir tu casa en inteligente, etc. La idea es calcular cuánto podrías requerir y ya plantearte si te conviene o no bajar la potencia.