Pagar menos en la factura de la luz, es algo que todos queremos. Es un tema que nos preocupa, pero no siempre actuamos bien. ¿Haces todo lo posible por reducir el gasto mensual? ¿Conoces realmente lo que tienes contratado? Hay ciertas señales que podrían indicar que estás pagando de más por la electricidad, por lo que podrías tener margen para disminuir ese consumo.
Vamos a hablarte de algunos factores que deberías tener en cuenta y verás que, en ocasiones, basta con realizar pequeños ajustes y podrías empezar a pagar menos cada mes. El margen de ahorro será mayor o menor, en función de tu consumo, hábitos y lo que estés dispuesto a modificar en tu día a día.
Alertas de que estás pagando mucho por la luz
Tarifas de luz hay muchas disponibles. Puedes incluso personalizarlas, elegir tramos horarios más baratos y demás. Además, puede haber diferencias en función de los electrodomésticos que uses o cuántos seáis en casa. Pero siempre, aunque sea pequeño, vas a tener cierto margen para gastar menos.
Aunque consumas poco, la factura no baja tanto
Esta es una señal de que hay algo mal con tu factura. Consumes mucho menos un mes, tal vez incluso has estado de vacaciones, pero llega la factura y no ha bajado tanto. Sigues pagando algo que te parece excesivo. ¿Por qué ocurre esto? Puede pasar por varios motivos y es una alerta clara que debes tener en cuenta.
Algo habitual, es que tengas contratada una potencia demasiado elevada. Aunque tu consumo sea muy bajo, la potencia es algo que vas a pagar sí o sí, sin importar cuánto gastes de energía. No es lo mismo tener 3 kWh contratados que 6, por ejemplo. Además, es más caro el periodo punta. También puede ser que tenga una tarifa en la que pagas mucho a ciertas horas, pero muy poco a otras, y no te conviene.
Nuestra recomendación, en este caso, es que revises muy bien la tarifa contratada. Mira aspectos como la potencia que realmente demandas.
Llevas mucho tiempo sin revisar tu tarifa
Sin duda, es otra señal de que podrías estar pagando en exceso por la electricidad. Y esto es algo bastante común en España. No es tan habitual que los clientes revisen frecuentemente la tarifa que han contratado y busquen alternativas que, posiblemente, hagan que todo sea más barato y puedan ahorrar.
¿Cuándo fue la última vez que miraste a fondo la tarifa de luz? Te recomendamos que lo hagas de vez en cuando. Analiza bien lo que pagas, compáralo con otras comercializadoras y comprueba qué es lo que más te interesa en tu caso.
Algo que debes saber, es que una tarifa puede ser útil en determinadas épocas del año, pero no en otros momentos. Por ejemplo, tal vez consumas más en invierno, mientras que en verano gastas muy poca energía. Es posible que en verano sea interesante contratar una tarifa regulada, pero en invierno pasarte a una tarifa del mercado libre.
No tienes en cuenta tus hábitos de consumo
Ninguna casa es igual que otra. No todos tenemos los mismos horarios de trabajo, ni los mismos hábitos en cuanto a horas de comer, cocinar, lavar la ropa, actividades de ocio… Todo esto va a influir también en el consumo de electricidad. Lo mejor es que sepas cuáles son tus hábitos y, de esta forma, contrates lo que mejor se adapta a ti.
Por ejemplo, tal vez trabajes durante el día fuera y no pises tu casa desde por la mañana temprano hasta por la noche. Vas a cocinar cuando llegas, por la noche, o bien los fines de semana. Lo mismo al lavar la ropa o cualquier otra actividad. En este caso, te interesaría una tarifa que sea más barata de noche y los fines de semana. Algo así lo puedes aplicar a cualquier otra circunstancia que tengas, en función de tus hábitos.
Tienes contratados servicios adicionales que no necesitas
Es otra cuestión a tener en cuenta y que, en muchos casos, pasamos por alto. Especialmente, aquellos que no revisan frecuentemente la tarifa contratada, podrían tener contratado algún servicio que, muy probablemente, no necesiten. Puede ser un seguro, por ejemplo, así como cualquier cosa añadida que no vayas a utilizar.
Lo mejor para ahorrar es limitar la tarifa a únicamente aquello básico que vayas a usar, como es tener una potencia suficiente. Cualquier cosa añadida, va a suponer un coste adicional.
A veces, al contratar una tarifa nueva, podemos obtener un mejor precio solo si contratamos algún servicio adicional. Aunque puede ser algo útil para algunos, en general suele ser más bien un gasto adicional que no vamos a aprovechar.
No revisas el consumo fantasma o la antigüedad de los electrodomésticos
También queremos mencionar el consumo fantasma, que es otra cuestión que no siempre tenemos en cuenta. De hecho, se calcula que puede suponer entre el 7 y 10% del total del consumo. Por ejemplo, es dejar la televisión conectada a la corriente, aunque esté apagada (el LED rojo siempre encendido), tener relojes en funcionamiento que no necesites, regletas encendidas, etc.
Por otra parte, no revisar la antigüedad de los electrodomésticos, puede suponer un consumo añadido. Puede haber diferencias importantes entre un aire acondicionado viejo y otro actual, por ejemplo.
Por tanto, hay varias señales que pueden indicarte que estás pagando de más en la factura de la luz. Conviene siempre revisar todo muy bien y no tener una tarifa que realmente no se ajuste a lo que necesites.