Ahorrar en la factura de la luz es importante y podemos lograrlo simplemente con cambiar algunos hábitos. Sin duda uno de los aparatos que más consume es el frigorífico. Por ello debemos utilizarlo correctamente, evitar cometer errores y optimizar al máximo la energía para que gaste menos. Uno de los puntos más importantes es la temperatura. ¿A qué temperatura debemos tener el frigorífico para que gaste menos electricidad?
Temperatura óptima del frigorífico para gastar menos luz
Hay que tener en cuenta que cada grado puede hacer que el consumo aumente considerablemente. Es algo parecido a cuando hablamos de poner una temperatura óptima en la calefacción o aire acondicionado. En el caso del frigorífico o congelador ocurre lo mismo y es importante no poner menos temperatura de la necesaria ya que eso disparará el consumo.
Entonces, ¿a qué temperatura poner el frigorífico? Los expertos lo tienen claro: el frigorífico siempre entre 5 y 7 grados. Poner una temperatura inferior a esa no va a aportar nada positivo y sí que va a hacer que el consumo eléctrico aumente bastante, ya que el electrodoméstico va a tener que consumir más recursos para mantener esa temperatura inferior. Por tanto, ten en cuenta siempre que debe estar entre 5 y 7 para mantener tus alimentos en perfecto estado y ahorrar luz.
Respecto al congelador, la temperatura ideal es entre -16 y -18 grados. Tenerlo a menos de esa temperatura realmente no va a aportar nada. Muchos expertos indican que mejor -16 que -18. Pero para que tengas en cuenta una temperatura ideal, siempre que esté dentro de esa horquilla que hemos indicado.
En definitiva, lo ideal es que tu frigorífico lo tengas a una temperatura entre 5 y 7 grados, mientras que el congelador debe estar entre -16 y -18 grados. Eso te ayudará a ahorrar energía y no estar gastando más de lo necesario en la factura cada mes.
Mantener la temperatura es esencial
Pero más allá de poner una temperatura óptima para tu frigorífico, es esencial mantenerla. ¿Por qué podemos tener problemas en este sentido? Un ejemplo claro es a la hora de abrir la puerta. Cada vez que haces ese pequeño gesto, estás desperdiciando energía al entrar aire de fuera caliente. Eso va a hacer que el electrodoméstico tenga que volver a enfriar y gastar más electricidad. Si usas un frigorífico inteligente, es importante lograr que la red Wi-Fi llegue bien y para ello puedes ubicar bien un repetidor inalámbrico.
En este sentido, tener un frigorífico lleno de cosas es buena idea. Es mejor que si está vacío. Esto es así ya que va a entrar menos aire caliente. Básicamente ese aire va a encontrarse obstáculos. Los productos fríos rechazan al aire caliente y el compresor de aire tarda más en conectarse y ahorramos luz.
Un consejo importante, más allá de abrir la puerta solo cuando sea necesario, es no meter alimentos que estén calientes. Eso es muy malo para nuestro objetivo de ahorrar luz con el frigorífico. Sí que viene bien meter productos congelados y que se descongelen ahí, aunque tarden más, y así aprovechar ese frío que desprenden y ahorrar algo de electricidad. Al final, pequeños gestos y cambios de hábitos como mencionamos pueden ser muy útiles.