Actualmente vivimos en una época de transición hacia un mundo cada vez más digital. Algunas de las tendencias que más se observan es la utilización de los servicios en la nube y el trabajo remoto. En este caso vamos a centrarnos en la nube ya que no es lo mismo elegir una u otra. A veces pensamos que con tener una nube segura ya es suficiente pero hay que tener en cuenta más aspectos. Una de las cuestiones a las que debemos prestar especial atención es la ubicación de nuestro proveedor. En este artículo vamos a ver por qué es valioso el almacenamiento en la nube regional y cómo influye la ubicación, el cumplimiento de normativas y más.
La importancia de la nube regional
Cada vez más profesionales y empresas utilizan los servicios en la nube como una herramienta fundamental para el trabajo. Cada vez más usuarios y empresas están optando por elegir una nube híbrida, donde tengamos parte de nube privada de la empresa y también una nube pública de uno de los «grandes» como Google, Microsoft o Amazon. Gracias a la combinación de la nube privada e híbrida, tendremos lo mejor de cada mundo.
Una de las principales ventajas de la migración a la nube es la capacidad de minimizar la cantidad de recursos informáticos y de almacenamiento local que necesitamos. Además, nos ofrece una mayor escalabilidad si optamos por una nube pública o híbrida ya que nos permitirá aumentar o reducir los recursos según nuestras necesidades. No obstante, como veremos a continuación, el alojamiento en la nube no es un proceso independiente de la región. Algunos piensan que los datos alojados en servidores internacionales pueden trasladarse a donde los necesitamos en muy poco tiempo, y esto no siempre es verdad. Por eso, la nube regional, en muchas ocasiones se constituye como una gran alternativa. Es esencial para tener menos latencia.
La influencia de la ubicación
Elegir nuestro almacenamiento en la nube no es tarea simple. Además de mirar factores como el rendimiento y confiabilidad, también deberemos fijarnos en los requisitos legales, como veremos más adelante.
La ubicación de nuestro proveedor de servicios en la nube puede ocasionar problemas de rendimiento y latencia. En ese aspecto no es lo mismo tener una nube regional en la que nuestros datos estarían en nuestro país o en un país cercano y no tendríamos problemas. Por el contrario, si optamos por una nube ubicada en otro continente, aunque sea más barata, podremos llegar a tener dificultades más o menos graves con nuestro rendimiento y latencia.
Cuanto más lejos estemos del datacenter donde se van a almacenar todos los datos, tendremos una mayor latencia porque todos los datos deben cruzar por decenas de routers y enlaces troncales hasta llegar al destino. Además, también tendremos una menor velocidad porque entran en juego los acuerdos de peering y transit que tenga nuestro operador, y también diferentes retardos por pasar por tantos routers.
El cumplimiento del GDPR
El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) está cambiando la forma en la que los ciudadanos de la Unión Europea tienen derecho a que se protejan sus datos personales. Con la introducción de un marco regulatorio como el GPDR, también se controla el movimiento de información personal confidencial fuera de los estados miembros de la UE.
Los datos pueden transferirse fuera de la UE, siempre que la empresa que lo haga y los controle implementen las medidas de seguridad adecuadas para proteger la información de los residentes de la UE. Por si no lo sabéis, el lugar donde está ubicado nuestro proveedor de servicios en la nube se va a regir por la legislación de ese país.
El GDPR es una de las normas más estrictas en cuanto a la protección de datos. Si en España optamos por un servicio de nube ubicado en otro país que no esté en la UE, podemos tener problemas serios. En ese aspecto los datos de nuestros clientes podrían no estar almacenados de una forma correcta, en la que se garantice su protección de datos. Por ese motivo, un almacenamiento en la nube regional se constituye en una buena solución para evitar problemas.
La elección de nuestro proveedor de nube
A la hora de elegir nuestro proveedor de nube debemos hacerlo con criterios basados en la ubicación, seguridad, cumplimiento, espacio ofrecido, rendimiento y precio. La ubicación y el cumplimiento están íntimamente ligadas, una distancia muy grande puede hacer que tengamos una latencia alta. Por otra parte, dependiendo del lugar del servidor regirá una legislación u otra, y si no hemos hecho bien las cosas nos enfrentaremos a sanciones. En ese aspecto un almacenamiento en una nube regional ubicada en España u otro país de la UE que cumpla con la GDPR nos puede ahorrar más de un susto.
Además, tampoco debemos dejar de mirar aspectos como la seguridad, el hardware y la conexión de ese servidor junto con el espacio en la nube ofrecido. Por último, tendremos que hacer balance en relación con el coste económico y ver cuál nos conviene más. Teniendo en cuenta que hoy en día estamos migrando de una nube 100% pública de las principales empresas, y una nube híbrida, no es tan importante la lejanía del servidor o la velocidad, porque la nube privada se encargará de hacer de caché de todos los archivos que vayamos a subir, algo que antes no era posible.