Los internautas cada vez somos más conscientes de que la privacidad es un factor relevante. Cada vez que entramos en Internet, nuestra información y datos privados pueden verse comprometidos al visitar una página web o utilizar algún tipo de software. Aunque no seamos conscientes de ello, simplemente por el hecho de navegar por la red de redes vamos dejando un rastro digital. Todos esos datos que vamos dejando atrás los van recopilando empresas, tu proveedor de Internet, gobiernos y más. En este artículo vamos a abordar las mejores formas para que les resulte más difícil recopilar tus datos.
Consejos para que sea difícil la recopilación de datos
En el momento que utilizamos siempre los mismos recursos y herramientas estamos facilitando la recopilación de datos. Por ese motivo, debemos tener una política descentralizada y variada que impida que puedan recopilar tus datos. A continuación, vamos a ofrecer una serie de consejos para dificultarles la tarea.
Tener varias direcciones de correo y números de teléfono
Los recopiladores de datos, para identificarte y conseguir verificar tu identidad a menudo usan tu e-mail y número de teléfono. Lo que tenemos que hacer cuando navegamos por Internet es mantener nuestras diferentes parcelas de nuestra vida por separado.
Vamos a empezar por el e-mail, en este caso podríamos optar por una estrategia en la que mínimo tenemos tres correos electrónicos que serían:
- Para el trabajo.
- Uno para las relaciones personales (familia y amigos).
- Otro para peticiones de información. Por ejemplo, información de un producto o empresa que dudemos contratar.
No obstante, si tenemos muchas dudas sobre si dar nuestra dirección nos quedaría la posibilidad de usar un correo temporal. En cuanto al número de teléfono podríamos optar por tener uno para trabajar y otro para uso personal.
No uses tus datos reales en las suscripciones
En algunas ocasiones algunas empresas intentan recopilar tus datos, instándote a que te registres en sus listas de correo. A cambio, suelen ofrecer cupones, descuentos y otros regalos. Estos datos que se recogen los suelen utilizar las empresas para sus promociones internas. No obstante, a veces esas bases de datos terminan vendiéndose a otras organizaciones.
Lo mejor que podemos hacer para evitar esto, es utilizar un nombre falso para registrarse en páginas web innecesarias. Por ejemplo, usar un nombre diferente al nuestro y ese tercer correo mínimo que debemos tener del que hablamos antes. Por lo tanto, a menos que sea imprescindible, generalmente hay pocos beneficios para que valga la pena dar nuestros datos reales.
Cuidado con usar de tarjetas bancarias
Otra forma de recopilar tus datos es mediante el uso que hacemos de nuestras tarjetas bancarias. Su forma de utilización puede hacer que lleguen a crear un perfil nuestro. Algunas empresas financieras insinúan nuestra situación económica en relación con las compras que realizamos. Por ejemplo, si hacemos muchas compras de pequeña cuantía con nuestras tarjetas pueden pensar que tenemos apuros económicos.
En ese momento pueden llegar a pensar que necesitamos un crédito y empezaremos a recibir ofertas de préstamos de diferentes empresas, algunas de ellas de puede ser hasta de dudosa reputación. Por este motivo, para las compras pequeñas si es posible, conviene usar el pago en efectivo.
Cookies y el historial de Internet
A la hora de recopilar tus datos las cookies suelen ser una fuente muy importante para recopilar tus datos. Incluso después de que hayas abandonado una página web pueden ser utilizadas para ofrecerte publicidad dirigida. Seguramente, tras haber visitado una página web en busca de un producto, en otro sitio web e incluso al poco tiempo en tu correo electrónico hayas recibido información de ese producto que acabas de visitar. Un ejemplo de esto son las Adware Tracking Cookie.
Para mantener la privacidad podríamos optar por deshabilitar las cookies. Lo único que tiene un inconveniente: en algunas páginas son totalmente necesarias. Nos referimos a las que requieren un inicio de sesión con nuestras credenciales. Una opción podría ser tener un navegador a parte, para navegar con anonimato. Por otro lado, también evita que puedan recopilar tus datos, entrando en ajustes o configuración de tu navegador y luego eliminar cookies, historial y caché de datos. Esto debe hacerse regularmente, aproximadamente cada semana o dos.
Cuidado con lo que publicas en redes sociales
En ese aspecto hay que tener mucho cuidado con lo que se publica en las redes sociales. Gracias a ellas pueden recopilar tus datos y llegar a crear un perfil nuestro muy completo. Por esa razón hay que actuar con sentido común y pensar bien las cosas antes de publicar algo.
Otros consejos son no compartir información sobre nuestra salud en Internet. Las razones son varias, podríamos terminar recibiendo publicidad orientada sobre productos que nos hagan falta. También podría perjudicarnos en el futuro a la hora de optar a un puesto de trabajo. Esa información nuestra también podrían venderla a empresas de seguros y cuando fuéramos a contratar nos podrían salir más caros.
Por último, también hay que tener mucho cuidado con los dispositivos domésticos inteligentes, ya que ellos también pueden recopilar tus datos. En ese aspecto tienes que tener en cuenta que también guardan un completo historial de tus consultas.