Tener una buena conexión de Internet es el objetivo de cualquiera que contrata una tarifa para poder navegar. Sin embargo esto no siempre es posible y pueden aparecer problemas y limitaciones. Especialmente ocurre cuando nos conectamos de forma inalámbrica. ¿Qué es lo que hacen muchos usuarios si ven que su Wi-Fi va lento? Contratar una tarifa superior. Sin embargo en este artículo vamos a hablar de por qué esto no va a solucionar el problema. Al menos no en la mayoría de casos.
Contratar una tarifa superior no mejora el Wi-Fi
Si tienes problemas de velocidad con el Wi-Fi, casi seguro que no es debido a la tarifa que tienes contratada. Hoy en día lo normal es que usemos fibra óptica y podemos decir que algo estándar es contar con 300 Mbps simétricos. Sin con eso la red inalámbrica va mal, no te permite descargar archivos o ver vídeos en Streaming en buena calidad, no va a mejorar por contratar una tarifa de, por ejemplo, 600 Mbps.
Límites con la tarjeta de red
La primera razón, el motivo más importante, es que tengas una tarjeta de red Wi-Fi limitada. Eso va a impedir que tengas más velocidad de forma inalámbrica. Por ejemplo, puede que tu tarjeta Wi-Fi sea antigua y eso haga que no superes cierta velocidad. Si estuviera limitada a 200 Mbps, da igual que tengas contratados 300 que 600; no vas a poder alcanzar más de eso.
A esto se le conoce como cuello de botella. Básicamente significa que la tarjeta de red no va a poder ofrecer toda la velocidad que tienes contratada. Siempre te va a llegar menos a tu ordenador y de ahí que el rendimiento no se equipare a lo que realmente has contratado con la operadora de Internet.
Mala cobertura
Otra causa es que tengas mala cobertura de Internet. Es un motivo claro por el que la velocidad llega muy limitada. Si estás lejos del router y la señal que te llega es débil, la velocidad se va a ver afectada. También lo hará la calidad de la conexión y podrán aparecer cortes continuos.
Aunque contrates una tarifa de Internet superior, de mayor velocidad, el problema va a seguir ahí. Vas a seguir teniendo fallos en la conexión y la velocidad va a estar limitada. En este caso lo mejor es que busques la manera de optimizar la cobertura, como por ejemplo instalando algún repetidor, dispositivo PLC o sistema Mesh.
Problemas con el router
Tampoco mejorarías la velocidad de Internet al contratar una tarifa superior si el problema está en el router. Tal vez tu dispositivo esté limitado, tenga algún problema de hardware o una mala configuración. En todos estos casos, aunque contrates la máxima velocidad de fibra no vas a lograr que el Wi-Fi funcione correctamente y siempre tendrías limitaciones.
Una vez más, lo que deberías hacer antes de contratar una tarifa superior es conocer cuál es el problema y buscar una solución. Es posible que lo soluciones de manera sencilla, como por ejemplo cambiando la banda del Wi-Fi a la que te conectas, pero podría ser un fallo de hardware y tendrías que cambiar de router.
En definitiva, como ves no siempre es buena idea contratar una tarifa de Internet superior. Es posible que tu Wi-Fi siga funcionando lento por diferentes motivos y tendrías que tomar otras medidas distintas para lograr optimizar la conexión.