Muchos piensan que tener la contraseña del WiFi puesta ya es suficiente para estar protegidos, pero la realidad es muy distinta. Hoy en día es fácil tener varios dispositivos IoT conectados al mismo tiempo. Y no me refiero solo al móvil o al portátil. Estoy hablando de cosas como la aspiradora inteligente, la tele, o incluso la lavadora. Todo eso está conectado a tu red WiFi. El problema es que si esa red no está bien protegida, cualquier atacante puede colarse y tomar el control de esos aparatos. Y no solo eso, también puede espiar, robar datos o usarlos como trampolín para atacar otros dispositivos.
Hoy en día tenemos decenas de dispositivos Wi-Fi conectados a nuestro router, o bien a nuestro sistema Wi-Fi Mesh. Es muy habitual ir poco a poco domotizando nuestro hogar, para así tener un mejor confort.
Por qué una red WiFi mal configurada es una amenaza real
Una red Wi-Fi mal configurada o con una contraseña fácil no es solo un descuido, es un agujero de seguridad muy serio. Y con los dispositivos IoT se vuelve aún más preocupante. Estos aparatos, a diferencia de un móvil o un ordenador, no suelen tener antivirus ni actualizaciones frecuentes. Muchos de ellos ni siquiera permiten cambiar las configuraciones de seguridad. Si alguien entra en tu red, podría:
- Encender o apagar dispositivos a distancia.
- Acceder a tus cámaras o micrófonos.
- Robar información que esos dispositivos almacenan o transmiten.
- Utilizarlos como parte de una red de ataques (botnet).
Todo esto puede ocurrir sin que te des cuenta. Y muchas veces, lo peor es que ni siquiera sabes que ha pasado algo hasta que es demasiado tarde.
Cómo proteger tu red y tus dispositivos IoT
Por suerte, hay formas sencillas y efectivas de evitar todos estos problemas. No necesitas ser experto en redes ni gastarte una fortuna.
- Cambia la contraseña del router: La que viene de fábrica suele ser muy fácil de adivinar. Usa una contraseña larga, que combine letras, números y símbolos. Nada de nombres propios o fechas de nacimiento.
- Usa cifrado WPA3 o, si no puedes, WPA2: Esto se configura desde la página del router, un aspecto muy importante, es que si pones WPA3 y tienes algún dispositivo que no lo soporte, no podrá conectarse, así que obligatoriamente tendrás que usar WPA2. Evita cualquier otro tipo de cifrado, ninguno de los anteriores es considerado como seguro.
- Crea una red WiFi independiente solo para dispositivos IoT: Muchos routers permiten tener una «red de IoT», como los modelos de ASUS. Esta red Wi-Fi deberías usarla solamente para conectar tus bombillas, cámaras y demás. Así, si alguien entra por ahí, no llegará a tu móvil o tu ordenador. Otra opción es conectar tus dispositivos a la red Wi-Fi de invitados para que estén aislados.
- Desactiva funciones que no uses: Muchos dispositivos tienen servicios abiertos que no necesitas. Por ejemplo, UPnP o acceso remoto. Desactívalo todo lo que no uses. De hecho, es recomendable desactivar el UPnP directamente en el router, por seguridad.
- Actualiza el firmware del router y los dispositivos: Suele ser un paso olvidado, pero es clave. Los fabricantes corrigen errores y cierran vulnerabilidades. Si no actualizas, dejas la puerta abierta a los atacantes.
- Cambia las contraseñas predeterminadas de los dispositivos IoT: Muchos aparatos vienen con «admin/admin» o «1234» como usuario y contraseña. Esto debe ser lo primero que cambies al configurar el dispositivo.
Consecuencias de no proteger tu WiFi
Si alguien entra en tu red por culpa de una contraseña débil o una configuración insegura, puede tener acceso a todo lo conectado. Y no solo a los datos, sino al control directo. No es ciencia ficción. Ya han ocurrido ataques donde se tomaron cámaras de vigilancia o se utilizaron altavoces para espiar conversaciones. Incluso ha habido casos en los que se encendieron dispositivos de madrugada para asustar o molestar a los dueños. Y en un entorno más profesional, el riesgo es mayor: acceso a sensores industriales, control de sistemas de seguridad o robo de información empresarial.
Una red WiFi segura es la primera línea de defensa para proteger todos los dispositivos inteligentes que tienes en casa. No basta con conectar y olvidarse. Cada aparato conectado es una posible puerta de entrada para atacantes. Reforzar la seguridad de tu red es algo que puedes hacer en menos de una hora y te ahorrará muchos sustos. Contraseñas fuertes, actualizaciones al día y sentido común. Con eso ya vas por buen camino.
La comodidad del IoT es genial, pero nunca debería ir por delante de tu seguridad.