Hace unos días conocíamos los planes que el exmonopolio tenía para las conexiones que utilizaban el par de cobre. El Lanzamiento de Movistar ADSL Máxima ha sorprendido a todo el mundo y no ha dejado indiferente a nadie, ya que tanto expertos del sector como los propios usuarios no esperaban que el ADSL y VDSL continuara dando tumbos en nuestro país. La agonía del cobre continúa pero, ¿por cuánto tiempo?.
Nuestros compañeros de ADSLZone han publicado informaciones relacionadas con pruebas piloto realizadas en otros países utilizando la tecnología G.Fast, permitiendo conexiones de hasta 200 Mbps utilizando el dichoso par de cobre que tantos quebraderos de cabeza provoca a los usuarios españoles. Es decir, los usuarios que se encuentren próximos a la central pueden disfrutar de velocidades de más de 100 Mbps con suma facilidad. En Noruega y otros países nórdicos existen conexiones que utilizan la tecnología VDSL combinando fibra óptica y el par de cobre en el último tramo del bucle de abonado.
Sin embargo, ambos casos parecen impensables en nuestro país ya que el VDSL por parte del exmonopolio está prácticamente abandonado y teniendo en cuenta que el despliegue de fibra óptica ha sido hasta hace poco exhaustivo parece impensable recurrir al cobre, aunque hablando de estrategias comerciales todo es válido.
Los usuarios no quieren el par de cobre
Teniendo en cuenta los problemas que sufren los usuarios en forma de pérdidas de velocidad o cortes de sincronismo, parece poco probable que acepten como solución la aparición de esta nueva modalidad que permitirá un sincronismo de hasta 30 Mbps descendentes en el caso de la utilización de VDSL y más de 20 Mbps en el caso del ADSL2+. Además de los problemas que sufren, no están de acuerdo con las nuevas condiciones del servicio, suponiendo un aumento de tres euros en las facturas a final de mes con un servicio que levanta muchas dudas, ya que si muchos usuarios que hoy en día poseen hasta 10 Mbps no consiguen llegar ni siquiera a 6 Mbps, ¿de qué los sirve disponer de hasta 30 Mbps?.
Al menos 5 años más de agonía en la mayoría de los casos
Teniendo en cuenta la ralentización que ha sufrido el despliegue, el lanzamiento de esta nueva modalidad solo responde a una estrategia comercial por parte de la operadora, sobre todo para blindar a los usuarios de este tipo de conexiones que son los más vulnerables frente a la oferta de otros operadores. Este blindaje no está claro en forma de qué se va a manifestar, pero todo parece apuntar que supondrá la aplicación de un permanencia de 12 meses casi con total seguridad. Los municipios que verían fibra óptica este año se quedan sin ella hasta al menos el año que viene, por lo tanto, las previsiones iniciales que hablaban del año 2018 se retrasan hasta al menos el año 2021.
Ahora que Movistar ha ralentizado el despliegue, ¿por qué no invierten los alternativos?.