Aquí vas a resolver muchos de los mitos que existen sobre el ahorro del consumo de energía: hay que desconectar o no los electrodomésticos, ¿es buena idea encenderlos y apagarlos constantemente? ¿Qué características de estos electrodomésticos te ayudan realmente a ahorrar y cuáles son puro marketing? Todo esto y mucho más, vas a descubrir en este artículo en el que desterramos varios mitos erróneos sobre el ahorro de energía.
El ahorro de energía que luego supone un ahorro en dinero de facturas al final de cada mes, es uno de los objetivos intrínsecos de casi todas las personas, familias, casas del país, pero no todo el mundo cuenta con la información adecuada para ahorrar en este sentido. A lo largo del tiempo, se han expandido varios mitos y bulos que han equivocado a parte de la población sobre el ahorro de energía. En este artículo descubrirás la verdad sobre los principales mitos del ahorro energético.
¿Por qué tienes que conocer estos mitos?
Con el precio de la energía en constante subida, es normal que busquemos maneras de reducir nuestro consumo. Sin embargo, no todas las recomendaciones que circulan son ciertas. Identificar los consejos erróneos y conocer lo que realmente funciona nos ayuda a ahorrar de manera efectiva sin sacrificios innecesarios.
Lavar los platos a mano consume menos que el lavavajillas
Muchas personas creen que lavar los platos a mano es una alternativa más económica que usar el lavavajillas, pero esto no es así. El lavavajillas, especialmente en modo ECO, ahorra tanto agua como energía. Al lavar a mano se suele usar entre 60 y 70 litros de agua, mientras que el lavavajillas puede funcionar con unos 10 a 15 litros. Además, si lo utilizas en horarios de tarifa valle, el ahorro es aún mayor.
Dejar la calefacción encendida a baja temperatura consume menos
Este mito está muy extendido, pero es engañoso. Es cierto que los sistemas de calefacción requieren un esfuerzo inicial para calentar el espacio, pero apagar la calefacción cuando no estamos en casa o durante la noche reduce el consumo. Lo recomendable es mantener la calefacción a una temperatura moderada mientras estamos presentes y apagarla cuando no se necesita.
La vitrocerámica gasta menos que la cocina de gas
Si tienes una cocina de vitrocerámica porque pensabas que consumiría menos, la realidad es que la cocina de gas sigue siendo una opción más económica. De hecho, la vitrocerámica puede gastar hasta cuatro veces más que una cocina de gas. Si estás pensando en cambiar de cocina, una opción de inducción podría ser una mejor alternativa, ya que es más eficiente que la vitrocerámica tradicional.
Las luces LED deben apagarse cada vez que salimos de la habitación
Las luces LED consumen muy poco, pero también tienen un pico de consumo al encenderse. Esto significa que si vas a salir de una habitación solo unos minutos, es más eficiente dejar las luces LED encendidas. No obstante, si vas a estar fuera más tiempo, apagarlas es lo mejor para reducir el gasto energético.
Dejar los aparatos en modo reposo no consume casi nada
Ese pequeño led rojo que indica que un aparato está en “stand-by” es sinónimo de un consumo fantasma. Dejar los aparatos en reposo puede suponer hasta el 10% del gasto eléctrico en casa. Lo ideal es desconectarlos completamente o utilizar regletas con interruptores para cortar el suministro cuando no estén en uso.
Precalentar el horno es siempre necesario
No siempre hace falta precalentar el horno, especialmente si el tiempo de cocción es largo, como ocurre con platos de más de una hora. Al no precalentar y evitar abrir el horno mientras cocinas, reduces la cantidad de energía que se pierde. Así, tu factura de luz no se dispara cada vez que decides cocinar al horno.
Las ventanas no influyen en el gasto energético
Si bien las ventanas ocupan una superficie pequeña en comparación con el resto de la casa, hasta un 30% del calor o frío se pierde a través de ellas si no están bien aisladas. Colocar burletes en las ventanas o cambiar a vidrios de doble acristalamiento puede ayudar a retener la temperatura interior, lo que reduce el consumo de calefacción en invierno y aire acondicionado en verano.
Los programas cortos en los electrodomésticos ahorran energía
Los programas cortos en electrodomésticos como lavadoras y lavavajillas ahorran tiempo, pero no necesariamente energía. Los ciclos ECO, aunque sean más largos, están diseñados para reducir el consumo de electricidad y agua, ya que mantienen el aparato funcionando a menor potencia durante más tiempo.
Cambiar de compañía eléctrica es complicado y caro
Muchas personas creen que cambiar de proveedor de electricidad es un proceso engorroso, pero en realidad, no es así. Cambiar de compañía eléctrica no tiene coste y, en algunos casos, puede suponer un ahorro considerable en la factura mensual. La competencia entre compañías suele generar ofertas atractivas que pueden ayudarte a reducir tus gastos.
En lugar de fiarnos de recomendaciones dudosas, es preferible informarse bien sobre las características de los aparatos y los programas que usamos. Mantener un consumo responsable implica tanto elegir equipos eficientes como adaptar nuestros hábitos para optimizar su uso. Conocer estos mitos es el primer paso hacia el ahorro. Con pequeños cambios y sin caer en falsas creencias, podemos reducir el consumo eléctrico y proteger el planeta.