Pasos para mantener la temperatura en casa y disminuir el consumo en calefacción

Para poder consumir menos energía en casa, algo fundamental es mantener una buena temperatura. Te vamos a dar algunas recomendaciones útiles para ello. Vamos a darte consejos generales para que la temperatura no suba o baje más de lo que debería, pero también algunas recomendaciones más específicas en función de si utilizas aparatos eléctricos para calentar la casa, gas o aerotermia.
El objetivo es que puedas tener un buen confort en casa, especialmente en los meses de invierno, sin que ello suponga un gasto excesivo en las facturas. Utilizar buenos aparatos, configurarlos correctamente y realizar un buen mantenimiento, va a ser la base de todo lo que vamos a explicar a continuación.
Consejos para mantener la temperatura
En primer lugar, vamos a hablar de qué hacer para mantener la temperatura dentro de la vivienda. El objetivo es evitar que haya cambios bruscos, como que que se enfríe demasiado. Por ejemplo, si fuera de casa hace mucho frío, no interesa que ese frío entre dentro y nos obligue a usar más la calefacción, con el consumo que ello supone.
Ventila a buena hora
Un consejo importante es ventilar correctamente la casa. Esto es algo que debes hacer cada día, pero no en cualquier momento. Por ejemplo, de poco te servirá hacerlo cada noche, ya que es un momento en el que más frío puede hacer, junto con la madrugada. Lo ideal es que la diferencia de temperatura entre lo que hace fuera y dentro sea la menor posible. Por ello, no es buena idea. Es justo por esto por lo que hay que encontrar una hora, al menos, que tenga más sentido. No todo el mundo podrá hacerlo a mediodía, por ejemplo, pero sí que es una buena hora.
Lo mejor es buscar momentos en los que haga algo más de temperatura fuera. En invierno, suele ser en las horas centrales del día; en verano, sí que tendrías que hacerlo por la mañana temprano o por la noche. Más que nada porque es cuando hace menos calor. Además, deberías ventilar el tiempo necesario y nunca justo después de encender la calefacción. Puesto que esos primeros minutos también cuentan.
Utiliza cortinas, persianas y toldos
También puedes hacer uso tanto de cortinas como de toldos. En el primer caso, incluso existen cortinas térmicas que protegen más del frío. Las puedes poner en tus ventanas y esto ayudará a mantener mejor la temperatura del interior de la vivienda, por lo que reducirás el uso de aparatos que consuman energía.
Pero es interesante que juegues con la entrada de luz directa del sol. Por tanto, en los momentos del día en los que pueda entrar luz directa en la vivienda, sería interesante que tengas abiertas esas cortinas, toldos o persianas. Una buena idea es contar con un interruptor de persianas inteligente, el cual podrás programar y que se active sin que estés en casa.
Hay varias alternativas para controlar de forma inteligente tanto las persianas como las cortinas. Por lo que no es mala idea apostar por este tipo de pequeños dispositivos con tal de mantener la temperatura de la vivienda en cualquier momento, incluso cuando no estamos en casa. Por ejemplo, puedes programar que se abran cuando esté el sol en su máximo esplendor y hacer que se bajen de manera automática cuando se acerque la noche.
Ten un buen aislamiento térmico
Por supuesto, un buen aislamiento térmico es clave. No hay duda de que es algo que marcará la diferencia en cualquier vivienda. El objetivo es evitar que entre aire frío de fuera en los meses de invierno. Por tanto, intenta cerrar todo lo posible. A veces, las ventanas y puertas podrían tener ranuras por donde va a pasar el aire. Esto es perjudicial para lo que buscamos de poder mantener la temperatura. Al igual que sucede con el recogedor de una persiana. Si no está bien aislado, puede entrar aire por los huecos, por lo que es necesario sellarlo con algo como la espuma de poliuretano.
Lo que puedes hacer, en caso de que sea necesario, es sellar bien cualquier ranura que pueda haber. Para ello, podrías utilizar burletes. También puedes contar con alfombras que aíslen mejor el suelo o lo que hemos visto anteriormente de cerrar las ventanas con persianas o cortinas que ayuden a ese aislamiento.
Ahorrar con aparatos eléctricos
Puedes utilizar diferentes aparatos eléctricos para calentar tu casa en invierno. Podrías contar con un radiador, brasero, estufa… Estos aparatos podrían llegar a consumir bastante energía, por lo que conviene utilizarlos correctamente. Incluso podrías ayudarte de otros dispositivos, como vamos a explicarte.
Utiliza aparatos eficientes
Algo fundamental es utilizar aparatos que sean eficientes. Puede haber diferencias importantes entre un radiador y otro, por ejemplo. No es lo mismo uno que tenga una potencia de 1000 W, que otro que sea de 2000. Cuanta más potencia, mayor será también el consumo de electricidad.
Los aparatos modernos son más eficientes. Puedes consultar el etiquetado de eficiencia energética y comprar uno de tipo A, que son los que menos consumen. Cuidado con utilizar modelos antiguos, ya que podrían consumir bastante más y eso lo notarás en la factura.
Controla los diferentes modos
Muchos aparatos cuentan con varios modos que puedes configurar. Podrías tener un radiador que tenga modo Eco, por ejemplo. Esto significa que va a funcionar a menor potencia, por lo que consumirá menos recursos. Ahora bien, esto no quiere decir que no vaya a calentar, sino que tendrás que analizar si es o no suficiente en función de la situación.
Pasar de un modo a otro, puede tener un impacto importante en el consumo eléctrico. Lee las instrucciones de ese aparato, configúralo de forma adecuada, realiza pruebas…
Usa enchufes inteligentes
Los enchufes con Wi-Fi pueden ser muy interesantes también para ahorrar energía. Puedes conectarlos a radiadores, estufas, braseros… Tendrás el control sobre cuándo se encienden o apagan. Por ejemplo, en vez de dejarlos toda la noche encendidos, en vez de mantenerlos si vas a salir de casa, lo que puedes hacer es que se enciendan solos un rato antes de llegar o que se apaguen por la noche, una vez alcanza una temperatura.
Además, hay modelos que tienen medidor de consumo. Esto es útil para saber en todo momento cuánto gasta un aparato y poder realizar pruebas con el objetivo de ajustar el gasto todo lo posible. Y son varios los modelos que puedes encontrar, incluso hay opciones que vienen en packs y, por lo general, te pueden salir mejor de precio:
Gastar menos con gas
Pero también está la opción de utilizar una calefacción con gas. Es bastante común para la calefacción central de una vivienda. Y sí, el consumo puede llegar a ser muy grande en los meses de invierno. Es clave elegir muy bien la tarifa que vas a contratar, pero también tener en cuenta ciertas recomendaciones que te ayudarán.
Ten el agua a buena temperatura
Mantener el agua de la caldera a buena temperatura es importante para ahorrar. No necesitas que esté demasiado caliente, ya que realmente no lo vas a aprovechar del todo. Ten en cuenta que lo ideal es mantener una temperatura de entre 18 y 20 grados en los meses de invierno. Además de que tampoco vas a a necesitar poner la calefacción a 25 grados, por ejemplo. Si es así, la clave está en aislar mejor la vivienda, ya que si sigue fría por mucho que pongas la calefacción a esta temperatura, quiere decir que el calor se escapa por todas partes.
En cualquier caso, la temperatura ideal del agua de la caldera suele estar entre 50 y 55 grados. No hace falta que esté a más. Si utilizas suelo radiante, incluso a partir de 40-45 podría ser suficiente para aclimatar la vivienda sin que el consumo se dispare. Por lo que es algo que es fundamental para que la temperatura sea la correcta sin que el consumo de gas se dispare.
Mantenimiento regular de la caldera
Este punto es importante y no siempre lo tenemos muy en cuenta. Es clave que la caldera esté en buenas condiciones, que no sea muy antigua y no haya algún elemento que pueda provocar un mayor consumo. Asegúrate de pasar las revisiones cuando toque, además de detectar cualquier posible fallo, por menor que sea, y corregirlo.
Como cualquier otro aparato, podrían surgir complicaciones ante un mal uso. Te recomendamos que lleves a cabo un mantenimiento regular, al menos una vez al año, y no cometas errores como apagar y encender continuamente la caldera.
Purga los radiadores
Es importante que le quites el aire a los radiadores. Al menos, una vez por año. Es posible que tengas que hacerlo varias veces. Es normal que acumulen aire en las tuberías y eso va a hacer que calienten menos, por lo que consumirán más energía. Hay personas que no saben que esto es necesario y simplemente están años sin purgar los radiadores, lo cual es un error.
Para sacar el aire, es tan sencillo como abrir la pequeña llave que tiene cada uno de los radiadores. Lo puedes hacer con un destornillador plano, con una moneda de 5 céntimos o cualquier objeto similar que permita abrir y cerrar esa llavecilla que tienen. Mínimo, a principios del invierno deberías de hacer esto.
Utiliza termostato inteligente
Tener un termostato inteligente, es otra opción para ahorrar en la calefacción con gas en la vivienda. Te permite controlar mejor la temperatura, encender o apagar la calefacción según sea más conveniente, además de poder vincularlo también a otros sensores de domótica que puedan ser de ayuda.
Hay diferentes modelos y con todos ellos podrás tener un control de forma remota, simplemente a través de la aplicación de móvil.
Modelo | Destacamos | Precio |
![]() Termostato tadoº V3+
| Termostato inteligente para controlar la calefacción desde cualquier lugar | |
![]() Termostato Netatmo
| Termostato para gestionar mejor la temperatura de tu vivienda y ahorrar energía |
Utilizar de forma óptima la aerotermia
Una opción más para mantener una buena temperatura de tu vivienda en invierno es directamente utilizar la aerotermia. Básicamente, lo que hace es sacar el aire con la unidad exterior a través de un intercambiador. En invierno, por ejemplo, usa la energía térmica para, mediante el compresor, obtener aire caliente para el interior. Por lo que se convierte en una de las distintas alternativas a las que puedes recurrir. Te lo explicamos con mayor detalle.
Evita apagar y encender
Un error es apagar y encender continuamente. Aunque creas que ahorras cada vez que lo apagas, en realidad tiene el efecto contrario, ya que cuando consume más es al alcanzar la temperatura deseada. Por tanto, es mejor mantenerlo estable y no provocar que suba o baje la temperatura continuamente.
Básicamente, la idea es aprovechar la inercia térmica. Si la apagas, todo el proceso tiene que iniciarse de nuevo para recuperar la temperatura que ha perdido. Esto es lo que hará que aumenta el consumo de energía.
Limpieza y mantenimiento
Es buena idea que realices una limpieza de vez en cuando. Asegúrate de tener los filtros limpios, evita que pueda acumular suciedad, como pueden ser hojas, la unidad exterior. Esto podría condicionar el buen funcionamiento y va a provocar que el consumo de energía sea superior.
Mínimo una vez al año deberías revisar que todo está bien. Un mantenimiento periódico, te ayudará a detectar posibles fallos y actuar lo antes posible. Podrás alargar la vida útil del aparato y que funcione bien durante más tiempo.
En definitiva, todo esto deberías tener en cuenta para mantener una buena temperatura en casa. Asegúrate de evitar que haya cambios bruscos, tener un buen aislamiento térmico y utiliza bien los aparatos eléctricos, la calefacción por gas o la aerotermia.