La factura de la luz es un gasto que todos tenemos cada mes, pero es también donde podemos tener cierto margen para ahorrar. Elegir bien qué tarifa contratar, es clave. Sin embargo, a veces nos encontramos con costes ocultos que desconocemos o que no miramos bien. Puede que contratemos una tarifa por ver un precio del kWh muy barato, pero no revisamos otros factores que son fundamentales para poder calcular el coste total.
Vamos a mostrarte cuáles son los costes ocultos más comunes que puede haber en una tarifa de la luz. Esto te ayudará a elegir correctamente y no terminar pagando más de lo que pagabas previamente, con la anterior empresa que tenías contratada. A veces, pequeños detalles pueden marcar la diferencia entre ahorrar o pagar bastante más.
Costes que puede tener la tarifa de luz
El precio del kWh es lo que más solemos mirar. Cuanto más consumas, más pagarás ya que se va a multiplicar por el precio del kWh. Por ejemplo, podrías tener un precio de 0,15€ por cada kWh. Pero hay otros costes adicionales que también deberías tener en cuenta, además de servicios extra o incluso si se trata de una promoción o no.
Precio de la potencia elevado
Lo primero es el precio de la potencia. Algunas empresas pueden tener un precio del kWh muy competitivo, pero tener un precio de la potencia demasiado elevado. Ten en cuenta que, normalmente, pagas un precio distinto en función del tramo, ya sea punta o valle. Algunas comercializadoras tienen un único precio para la potencia. Si ese precio de la potencia es demasiado elevado, aunque el precio del kWh sea bajo, podrías estar pagando más que en tu anterior compañía eléctrica, aunque pagaras, en ese caso, más por cada kWh. Por tanto, revisa muy bien la potencia y calcula si realmente te interesa o no ese cambio.
También es importante conocer la potencia máxima demandada, si en el último año has necesitado una potencia de 3kW como máximo, no tiene sentido que tengas contratada más potencia que esta, o que se acerque a este valor. Es decir, si tienes contratado 3,45kW pero tu potencia máxima demandada es de 3kW, entonces no tendrías que tocar nada, porque el ahorro al cabo del año será mínimo. Sin embargo, si tienes una potencia contratada de 5kW, pero la potencia máxima demandada es de 3kW, entonces sí deberías bajarla porque te ahorrarás bastante dinero. De media, el precio de la potencia suele rondar los 20€/kW anual, así que te ahorrarás ese dinero al año por cada kW que bajes.
Servicios extra que no necesitas
También deberías revisar muy bien los posibles servicios extra que vengan con la tarifa que contratas. A veces, las empresas incluyen servicios adicionales, como seguros extra, mantenimiento, funciones adicionales en la aplicación para ayudarte a ahorrar, etc. Tal vez sí que uses alguno de estos servicios, pero es muy probable que no. En este caso, debes revisar muy bien esa tarifa y ver posibles servicios extra que incluye, para no caer en la trampa y contratar algo que, en realidad, no necesitas. Podrías estar pagando más cada mes, aunque el precio del kWh sea bueno.
Por ejemplo, empresas como Repsol tienen un «Asistente 24h» que muchas veces ofrecen exactamente lo mismo que el seguro del hogar que tengas contratado, así que en estos casos, no te merece en absoluto la pena pagar un dinero por este servicio. Hay algunas veces que ciertos colectivos de Repsol, como los accionistas, disponen de esta característica de Asistente 24h de forma completamente gratuita.
El precio es solo por unos meses
Otra estrategia común, es promocionar un precio del kWh muy barato, pero que solo estará disponible durante unos meses. Suele ser 3-6 meses. A partir de ese momento, podrías estar pagando bastante más que el precio al que pagabas previamente el kWh. Por tanto, el coste inicial es solo un cebo para que contrates esa tarifa para, posteriormente, terminar pagando más. Es importante que leas la letra pequeña y no te guíes únicamente por la imagen principal, por ese precio reducido que aparece al ver cuánto cuesta el kWh con una empresa.
Lo mismo de cara a descuentos del 20% en tu factura, mira bien qué precio tiene primero la tarifa, porque es posible que ni siquiera con ese descuento del 20% sea más barata que otra comercializadora. Además, ten presente que estos descuentos del 20% solamente durarán el primer año, después tendrás que negociar el precio año tras año, y es posible que no te apliquen esto, y tengas que hacer el «amago».
Tienes permanencia
Un caso más, es cuando contratas una tarifa que tiene permanencia. Tal vez el precio sí que sea competitivo, pero te ata durante un tiempo determinado. Además, si quieres irte a otra empresa que pudiera tener un mejor precio, tendrías que pagar una cantidad importante para poder realizar ese cambio, al tener permanencia. En el caso de las contrataciones de suministro de electricidad, es ilegal que haya un contrato de permanencia, así que puedes rescindir el contrato e irte a otra compañía sin problemas.
Es posible que te pongan una permanencia si te ofrecen un descuento, y si te vas, tengas que «devolver» este descuento, pero es poco probable que te encuentres algo así, porque podría considerarse abusivo, y los juzgados lo tumbarían.
En definitiva, revisa bien la tarifa de la luz que vas a contratar. Podría tener costes ocultos y es fundamental que evites problemas de este tipo.
