Algo fundamental para que la conexión inalámbrica funcione bien, es mantener la seguridad. Es clave evitar problemas, evitar errores que puedan hacer que alguien entre y provoque que la señal funcione peor. Te vamos a contar cuáles son los principales errores que deberías evitar. El objetivo es tener siempre protegido el Wi-Fi y lograr así que la velocidad sea buena, evitar cortes y los típicos problemas que pueden aparecer si hay intrusos en esa red.
Puedes tener intrusos por diferentes motivos, pero casi siempre va a ser por algún error que has cometido. Has pasado algo por alto, te has confiado o has realizado algún cambio que no es el correcto.
Evita errores o robarán tu WiFi
Tal vez notes que la conexión no va bien y te preguntas si puede que haya intrusos en la red. Haces una prueba al acceder a la configuración, para ver los dispositivos conectados, y compruebas que hay aparatos que no reconoces. Empiezan tus dudas sobre cómo han podido entrar en la red Wi-Fi. Casi siempre ocurre después de algún error.
Dejar siempre la misma contraseña
El primer error es dejar siempre la misma contraseña. Especialmente, es un fallo dejar la clave que viene predeterminada, cuando te dan el router. Lo primero que puede pasar es que haya alguna vulnerabilidad, esa clave haya quedado expuesta, y alguien ha podido averiguarla. Pero también podrías dar facilidades para que un hipotético atacante pueda robarla, mediante fuerza bruta, si usas una clave débil.
Nuestro consejo es que utilices una contraseña que sea fuerte y compleja, que sea totalmente aleatoria y no la estés utilizando en otro sitio. Puedes usar letras (tanto mayúsculas como minúsculas), números y otros símbolos especiales. Eso te ayudará a tener una clave realmente robusta y evitar así problemas.
No revisar actualizaciones
Otro error habitual es no revisar las actualizaciones. Si tienes la versión del firmware del router obsoleta, eso puede dar lugar a vulnerabilidades. Podrían entrar en tu red, sin que te des cuenta, solo con explotar esos fallos. Cuidado con los routers más antiguos, ya que no siempre reciben estas actualizaciones.
Por tanto, te recomendamos que revises que cuentas con la última versión. Si no es así, instálala para mejorar la seguridad. Además, podrás obtener ciertas mejoras que, sin duda, te vendrán muy bien para que la conexión funcione lo mejor posible, sin cortes y con una buena velocidad.
Prestar la red sin tomar medidas
¿Has dejado que alguien se conecte a tu Wi-Fi? Por ejemplo, puede que tengas alguna visita, algún vecino que te haya pedido acceso por algún fallo en su red, etc. Esto puede ser algo sin riesgo, algo común y donde no vas a tener problemas. Pero también podría tornarse en un verdadero error.
Te recomendamos que crees una red de invitados. De esta forma, no estarás exponiendo la red principal. Va a tener su propia contraseña e incluso podrás habilitarla o no, según te interese. En su defecto, siempre que dejes que alguien se conecte a la red, cambia posteriormente la contraseña.
Poner el router en mal lugar
Sí, ubicar en mal lugar el router también puede hacer que haya intrusos. No significa que sea algo que ocurra siempre, pero sí va a haber mayor probabilidad de que pase. ¿Por qué ocurre esto? No es lo mismo tener el router cerca de una ventana, algo que hará que la cobertura llegue más lejos fuera, que tenerlo en el interior de la vivienda.
Lo ideal, de cara a potenciar al máximo la seguridad, es poner el router en una zona que controles perfectamente, alejada de la calle o de vecinos que puedan recibir señal y optar por intentar robar la clave. Incluso evitará ciertas interferencias con otros routers, por lo que la conexión irá mejor.
Como ves, estos son los principales errores que debes evitar si quieres proteger tu red Wi-Fi. El objetivo es evitar problemas, lograr que la conexión funcione bien y no tener complicaciones a la hora de conectarte a la red. Pueden hackear tu red Wi-Fi, pero también tomar medidas para evitar que ocurra.