Ventajas de usar un gestor de correos de escritorio en vez de servicio web
El correo electrónico es sin duda un servicio muy utilizado en Internet. Todos lo usamos para nuestro día a día, tanto usuarios particulares como también empresas. Sirve para estar en contacto con otras personas, para enviar archivos adjuntos, almacenar información o incluso registrarnos en plataformas. Ahora bien, cuando hablamos de entrar en nuestra cuenta, de gestionar esa dirección, podemos hacerlo mediante servicios online o también gestores de correo de escritorio. En este artículo vamos a hablar de estos últimos y de por qué tienen ventajas interesantes.
El e-mail, un servicio esencial en Internet
En la actualidad contar con una cuenta de correo electrónico es algo básico para utilizar muchos dispositivos con acceso a la red. Lo veremos cuando utilicemos un móvil, por ejemplo, y para descargar aplicaciones desde la tienda oficial nos exijan tener una cuenta. Lo mismo para registrarnos en redes sociales o cualquier servicio en la red.
Por tanto el e-mail se ha convertido en algo esencial en Internet. Tenemos a nuestra disposición muchos proveedores que nos ofrecen ese servicio. Algunos pueden contar con diferentes funciones y características, más espacio, más opciones de seguridad… Pero en definitiva todos tienen el mismo uso básico: enviar y recibir correos electrónicos.
Servicios como Outlook o Gmail son de los más populares en España. Tienen aplicaciones para móvil pero también versión web para administrar nuestras cuentas. Sin embargo tenemos también la posibilidad de contar con gestores de correo electrónico de escritorio, para poder tener un mayor control desde nuestro propio sistema operativo.
Vamos a ver cuáles son las ventajas de utilizar un gestor de correo electrónico de escritorio frente a la posibilidad de utilizar servicios web, que son los más habituales. Ejemplos podemos nombrar a Thunderbird o Mailbird, pero hay muchos más disponibles para los diferentes sistemas operativos.
Ventajas de usar un gestor de correo de escritorio
Como decimos,