Conoce tu IP pública con un simple comando en Windows o Linux

Conoce tu IP pública con un simple comando en Windows o Linux

Javier Jiménez

A la hora de navegar por la red necesitamos hacer uso de diferentes protocolos. Por ejemplo, HTTPS, DNS, FTP o TCP/IP. Pero también necesitamos un identificador único que nos permita realizar peticiones y recibir respuestas, y ese es la dirección IP pública. Va a permitir que abramos una página web, por ejemplo. En este artículo vamos a explicar qué hacer para saber la IP pública en Windows o Linux a través de un comando. En ocasiones es necesario saber cuál es para montar un servidor web, FTP o incluso jugar online.

Saber cuál es tu IP pública te puede ser de gran utilidad por diferentes motivos. Por ejemplo, para configurar una serie de servicios de Internet, como servidores, FTP, juegos, etc. De ahí, que te pueda hacer falta conocer cuál es la dirección que tienes. Pero, para que puedas comprender desde cero qué es, aquí puedes encontrar con todo detalle qué es exactamente la IP pública, además de cada uno de los pasos que debes seguir para conocer la dirección. Y es que es más fácil de lo que piensas, de hecho, con un simple comando de Windows o Linux podrás saber la IP pública.

 

Qué es la IP pública

En primer lugar, vamos a explicar en qué consiste una IP pública y para qué sirve. Además, veremos que hay varios tipos distintos. Hay que tener en cuenta que podrían obtener determinada información si conocen cuál es, como por ejemplo dónde estamos ubicados, la operadora, etc.

Podemos decir que la IP es un identificador lógico y único para cada uno de los equipos que hay conectados a la red. Actualmente la mayoría son direcciones IPv4, pero como cada vez hay más aparatos conectados están migrando redes hacia IPv6. En este último caso la cantidad de direcciones posibles es infinitamente mayor, por lo que no aparecerá el problema de agotar las direcciones.

Para que te hagas una idea, este sería un ejemplo de dirección IPv6:

2011:0db8:85a3:0000:0000:8a2e:0370:7344

En el caso de una dirección IPv4, sería así:

80.34.48.125

Pero hay diferentes tipos de direcciones IP públicas. Va a ser el identificador de nuestra red de cara a Internet. Va a ser asignada por la operadora, por lo que no vamos a poder utilizar la que queramos. Es la información que va a recibir una página web cuando la visitamos o cualquier servicio online. Hay dos tipos:

  • IP pública estática: en este caso la dirección es siempre fija. No va a cambiar y esto es ideal de cara a montar un servidor FTP, por ejemplo.
  • IP pública dinámica: este tipo sí va a cambiar. Es la más común y muy probablemente sea tu caso. Cambiará según decida nuestra operadora, aunque en muchos casos podremos cambiarla al reiniciar el router.

Es diferente a la IP privada, ya que en este caso sirve para identificar dispositivos de cara al router. Este aparato es el que asigna direcciones automáticamente y en esta ocasión sí que podrías cambiar cuál utiliza cada uno, en caso de que necesites hacerlo por algo.

 

Motivos para conocer nuestra dirección IP

Cuanta más información tengamos de todo lo que se refiere a nosotros en internet, mejor. Conocer las direcciones IP nos puede ayudar de muchas formas. Y una de ellas es la seguridad, pero no la que debemos tener en nuestros equipos. Si no la que podemos instalar en casa, a modo de cámaras de vigilancia. Las compañías que ofrecen servicios en la nube con estas instalaciones, en ocasiones necesitan conocer esta dirección para poder establecer las configuraciones adecuadas. Incluso algunas veces será necesario acudir a los proveedores de servicios, para que habiliten algún puerto que pueda ser necesario. Esto es para que la empresa que nos realiza la instalación pueda tener visión cuando sea necesario, de lo que recogen las cámaras.

Por otro lado, si experimentamos bloqueos pueden ser que lleguen por parte de nuestra dirección IP. Esto quiere decir que solo hay dos formas de que estos se levante, el primero es que la propia lista de bloqueos retire nuestra dirección IP, o que nuestro ISP nos realice un cambio. Estos son casos que pueden sonar extremos, pero puede pasar que la IP termine en una lista negra. En ese caso, el proceso para que salga de ahí puede ser largo. Y a la vez, puede que el ISP no realice el cambio de la dirección IP.

Para ello lo que podemos hacer es tratar de apagar el router, y que esto pueda llegar a servir para que la compañía nos cambie la IP de forma automática. En este caso tendremos que dejar el router apagado un rato. De todos modos, la dirección IP afectada seguirá en el mismo estado. Pero lo más seguro es que más usuarios se lleguen a ver afectados en algún momento. Muchas veces puede ocasionarse y no percibirlo, debido a que los bloqueos no son generales. Sino que suelen ser a determinados servicios.

 

Pasos para ver la IP pública en Windows con un comando

En Windows, sin importar qué versión utilices, vas a poder averiguar cuál es tu dirección IP pública de una manera muy sencilla a través de un comando. Por tanto, si necesitas saber cuál es para configurar un servidor o simplemente por curiosidad, solo tienes que seguir estos pasos que vamos a mostrar.

  • Tienes que ir a Inicio
  • Escribes Terminal o CMD y lo abres

Una vez allí te encontrarás con una ventana donde vas a poder ejecutar comandos. Justo eso es lo que necesitas para averiguar la IP pública a través de este método. No necesitas abrirlo con permisos de administrador.

Entrar en el Símbolo del Sistema

Cuando te encuentres en esa ventana tienes que ejecutar el siguiente comando:

nslookup myip.opendns.com resolver1.opendns.com

A continuación te aparecerán diferentes datos. Verás el apartado Address, que es el que te interesa. Esa es la dirección IP pública de tu conexión. Puedes anotarla y utilizarla donde necesites. Como ves, no tienes que hacer nada más. Simplemente es ejecutar ese comando y automáticamente aparecerá la información en la Terminal de Windows.

Conocer la IP pública en Windows

 

Cómo usar un comando para ver la IP pública en Linux

Algo similar vas a poder llevar a cabo en el caso de que tengas alguna distribución de Linux. Solo vas a tener que ejecutar un comando y rápidamente obtendrás la información sobre cuál es tu dirección IP pública, en caso de que quieras saberla para configurar un servidor o para ver si ha cambiado correctamente después de reiniciar el router.

Una vez más, tienes que ir a la Terminal en tu distribución de Linux y allí ejecutar el mismo comando que hiciste en el caso de Windows:

nslookup myip.opendns.com resolver1.opendns.com

Automáticamente te encontrarás con diferentes datos, entre los que se encuentra Address. Ese es lo que te interesa para saber cuál es tu dirección IP pública. De esta forma podrás apuntar la numeración y poder usarla a la hora de configurar un servidor o en cualquier situación que la necesites.

Saber la IP en Linux

Como has podido ver, es muy sencillo saber cuál es la dirección IP pública a través de un comando y OpenDNS. Es algo que podrás realizar tanto en Windows como en cualquier distribución Linux que tengas instalada en tu ordenador. Rápidamente verás los datos correspondientes y podrás utilizarlos.

 

Verifica que esa es tu IP pública

Has podido ver que es posible averiguar la dirección IP pública con un simple comando. Sin embargo, tal vez quieras verificarlo de alguna forma. Vas a poder hacerlo simplemente con entrar en una página web y así ver si esa IP que te muestra corresponde con lo que has obtenido a través de la línea de comandos de Windows o Linux.

Lo que vas a hacer es utilizar la página web de Cuál es mi IP. Allí, solo con entrar, verás la dirección. Además, podrás ver también información sobre la operadora, si estás navegando a través de un proxy o incluso geolocalizar esa dirección para tener así más datos.

Verificar la IP pública

Como puedes comprobar, la dirección es la misma que la que te ha mostrado al ejecutar el comando en Windows o Linux. ¿Te aparece otra distinta? En ese caso puede ocurrir si estás navegando a través de una VPN. Por ejemplo, si le damos a Geolocalizar desde un navegador que utiliza una extensión VPN, nos mostrará que estamos en otro sitio distinto y con otra IP.

Geolocalizar la dirección IP

Al geolocalizar la IP podrás obtener otros datos, como las coordenadas, la ciudad o país. Esto puede ser muy útil si estás conectado a través de una VPN y quieres verificar que realmente funciona y tu IP pública es la de ese programa y no la tuya real. Simplemente con geolocalizar la dirección podrás ver que no apareces en Internet en el lugar donde te encuentras físicamente.

En definitiva, como has podido ver es muy sencillo comprobar cuál es la IP pública simplemente con un comando en Windows y Linux, ayudándonos de OpenDNS. Además, puedes verificar esos datos a través de una página web y también geolocalizar la dirección para ver si la VPN que estés utilizando funciona correctamente.

Además de esta página web, en Internet vas a encontrar otras páginas que también te van a permitir conocer este dato en concreto. Pero, sin duda alguna, este sitio es uno de lo más recomendables. Sin embargo, si tienes dudas de si es esa la dirección pública real o no, puedes probar con otras herramientas online y resolver esta duda rápidamente.

 

¿Por qué ocultar nuestra dirección IP en Internet?

Aunque la dirección IP no identifica a un usuario, sí identifica nuestra conexión a Internet, y es recomendable ocultar nuestra dirección en algunos casos para proteger nuestra privacidad. Toda la actividad que realizamos actualmente en Internet, como las búsquedas, las webs que visitamos, los productos que compramos, los viajes que consultamos o cualquier registro que realizamos en diferentes webs, queda registrada nuestra dirección IP pública. Si, por ejemplo, descargas un torrent con una película o serie, nuestra dirección IP pública aparecerá en el tracker torrent al que nos hemos conectado para intercambiar los archivos, lo mismo ocurre si utilizas otros servicios P2P. Lo mismo ocurre con nuestro propio operador de Internet, podría estar capturando y almacenando todo el tráfico de datos que estamos realizando desde nuestra casa, así como las consultas DNS para ver nuestros hábitos de navegación y posteriormente vender dicha información.

Si queremos acceder a servicios que están geográficamente limitados a un determinado país, y no estamos en dicho país, no podremos acceder con nuestra dirección IP pública real. Ocultar nuestra dirección IP no solo nos permitirá navegar por Internet de manera anónima, sino que también podremos «desbloquear» este tipo de servicios navegando con una dirección IP que está geolocalizada en dicho país. También podemos saltarnos bloqueos en nuestro país, tal y como ocurre en China donde una gran cantidad de servicios no están disponibles.

 

¿Se puede falsificar una dirección IP?

Hoy en día existen muchas formas en las cuales muchos usuarios, buscan evitar ciertas restricciones o algún otro beneficio. Buscando poner solución a múltiples factores, las compañías se esfuerzan cada vez más en poner un límite a esto. Sobre todo buscando que todo mejore de cara a sus intereses. Se puede ver de todo, desde bloqueos geográficos donde se bloquea todo el contenido, o incluso en videojuegos se pueden ver baneos basados en direcciones IP o incluso MAC ya como algo extremo. Es por ello que también aparecen nuevas formas de evitar todo esto.

Falsificar una dirección IP es algo muy complicado. Sobre la teoría, es posible mediante algunas técnicas conocidas como spoofing, o la suplantación de dirección IP. Todo se basa en modificar los encabezados de los paquetes de datos, de forma que parece que provienen de una dirección IP diferente a la real. En todo caso, se debe utilizar un software especializado y el proceso es complejo. Y esto es por varias razones.

La primera y la más obvia, son las propias infraestructuras de red. Las direcciones IP públicas están asignadas y administradas por organizaciones, como pueden ser los mismos ISP. Estos mantienen registros y gran cantidad de controles sobre el uso de las direcciones, por lo cual es complicado saltarse esto. Por otro lado, están las medidas de protección como los firewalls y los routers en sí. Estos dan uso de la verificación de paquetes y otras técnicas, que mediante sus algoritmos pueden identificar y descartar los paquetes que tienen direcciones que son sospechosas. Por lo cual nos podemos hacer una idea de que no es una tarea sencilla.

Si todo esto no es suficiente, en la red hay muchos protocolos y sistemas que están diseñados para verificar que toda la información es auténtica. Por lo cual todo está en contra de que alguien pueda falsificar una dirección IP actualmente. Siendo esto algo que no para de aumentar en dificultad, ya que cada vez disponemos de sistemas de seguridad más avanzados, ya incluso con inteligencias artificiales

 

Cómo ocultar mi IP pública real

Lo primero que debemos conocer es que una dirección IP pública no identifica a un usuario, porque en nuestros hogares utilizamos NAT/PAT, que se encarga de «convertir» las direcciones IP privadas en dirección IP pública utilizando para ello diferentes puertos. Esto hace que todos los usuarios de una conexión en nuestro hogar, salgan a Internet a través de la misma dirección IP pública. Además, podemos tener el Wi-Fi sin cifrar y que cualquier usuario se conecte y navegue con nuestra conexión a Internet. De hecho, si nuestro operador nos proporciona una conexión con CG-NAT, la dirección IP pública es compartida con otros clientes del propio operador.

Existen diferentes métodos para ocultar nuestra dirección IP pública real, lo más sencillo es hacer uso de servicios de VPN (Virtual Private Network), pero también podemos hacer uso de servicios proxy e incluso de la popular red Tor. A continuación, tenéis todos los detalles.

 

Usar una VPN

Una de las opciones más interesantes que tenemos para ocultar la dirección IP al enviar un correo electrónico es utilizar una VPN. Este tipo de servicios está muy extendido en la red. Lo utilizan muchos usuarios tanto en equipos de escritorio como en dispositivos móviles. Nos permiten cifrar la conexión cuando entramos en redes Wi-Fi gratuitas, poder acceder a servicios restringidos en un determinado país y, también, ocultar la dirección IP.

De esta forma podremos enviar un e-mail sin tener que hacer pública nuestra dirección IP real. Aparecerá la dirección que corresponde con el servicio VPN que estamos utilizando en nuestro equipo. Hay que tener en cuenta que hay opciones tanto gratuitas como de pago. Nuestro consejo es siempre utilizar un programa que sea de garantías, que ofrezca seguridad y no se convierta en un problema para nuestra seguridad. También hay que indicar que un servicio VPN nos permite modificar la ubicación. Básicamente es como si nos encontráramos en otro lugar. Esto es así ya que la mayoría de programas VPN cuentan con diferentes servidores a los que podemos conectarnos, cada uno de ellos en un país diferente.

Hacer uso de una VPN es una de las mejores formas para ocultar nuestra dirección IP pública en Internet. Todo el tráfico desde nuestra conexión irá cifrado y autenticado hasta un servidor VPN ubicado en algún país, e incluso en nuestro propio país, para posteriormente salir a Internet con su dirección IP pública y no con la nuestra real. Una VPN es una de las mejores formas porque todo el tráfico (tráfico web con nuestro navegador, descargas Torrent, descargas Emule, sincronización de archivos con Google Drive o con Dropbox etc.) de nuestro ordenador irá directamente al servidor VPN, y no únicamente el tráfico web.

Opciones de Proxy gratuitos

La forma más fácil para ocultar tu dirección IP es contratar un servicio de VPN privado y seguro, que no guarde ningún tipo de log, y que nos proporcione herramientas para diferentes sistemas operativos y plataformas, con el objetivo de utilizar esta VPN en nuestros ordenadores Windows, Linux o Mac, e incluso también con nuestro smartphones Android y iOS. Si en nuestro hogar tenemos varios dispositivos que acceden a Internet, deberemos instalar el cliente VPN de estos servicios en todos ellos, de hecho, los principales servicios de VPN nos permiten utilizar una misma cuenta con varios dispositivos simultáneamente. Si tienes un router que tiene un cliente VPN, tal y como ocurre con los routers de ASUS, e incluso otros routers como D-Link o NETGEAR si instalas firmwares como OpenWRT o DD-WRT, podrás hacer que todo el tráfico de tu red local (independientemente del número de dispositivos) viaje a través de la VPN, sin necesidad de instalar ningún programa en los equipos finales.

Algunos de los servicios VPN que os recomendamos en RedesZone son los siguientes:

  • WARP de Cloudflare: este servicio de VPN es de Cloudflare y es completamente gratuito, no necesitamos pagar absolutamente nada por utilizarlo y no guarda registros. Es una VPN realmente rápida que podemos instalar en nuestro PC o en nuestro smartphone. Un detalle muy importante es que también usará los servidores DNS de Cloudflare que son los 1.1.1.1, por lo que debemos tenerlo en cuenta.
  • Surfshark: este servicio de VPN es de pago, pero realmente barato, integra la posibilidad de conectarnos a decenas de servidores repartidos por todo el mundo, permite realizar multi-hop para ofrecer algo más de anonimato realizando dos saltos entre VPN. Una característica que nos encanta de este proveedor es que soporta WireGuard, el popular protocolo de VPN seguro y realmente rápido, mucho más rápido que otros protocolos de VPN como OpenVPN o IPsec.
  • NordVPN: es una de las VPN líderes mundialmente, dispone de cientos de servidores repartidos por todo el mundo, podremos conectarnos a cualquiera de ellos para saltarnos restricciones geográficas, vamos a poder realizar Multi-hop y dispone de seguridad adicional con otros productos de la compañía, ya que no solamente se centra en VPN sino también en ciberseguridad en general.
  • PureVPN: este otro servicio de VPN también es de pago, pero es realmente barata, sobre todo si compras la suscripción de 2 años de golpe. Las principales características de este servicio son similares a las de NordVPN y Surfshark, ya que la gran mayoría de servicios VPN disponen de las mismas funcionalidades.

Lo que debes tener en cuenta a la hora de contratar con uno de estos servicios (además del precio, lógicamente) son los siguientes aspectos:

  • Kill Switch: en caso de que la VPN se desconecte del servidor, bloquear el acceso a Internet por completo, de tal forma que no podamos navegar por Internet con nuestra dirección IP pública real. Esto evita posibles fugas de información no deseables.
  • VPN dividido: esta función nos permite seleccionar qué tráfico queremos que pase por el servidor VPN, y qué tráfico de datos queremos que vaya directamente a Internet con nuestra dirección IP pública real. Es posible que nos interese tener todo el tráfico por la VPN excepto los juegos online, ya que la latencia será bastante superior en algunos casos, y la experiencia de usuario será muy mala.
  • Servidores en diferentes países: si queremos saltarnos bloqueos regionales, es fundamental que el servicio que contratemos tenga varios servidores VPN en diferentes países, con el objetivo de seleccionar el país que nosotros nos interese. Si por ejemplo queremos ver Netflix en EEUU, deberemos seleccionar este país y conectarnos a él.
  • Velocidad elevada: es fundamental en una VPN que la velocidad sea elevada, si nuestra conexión a Internet es de 300Mbps simétricos y la VPN tan solo nos proporciona un ancho de banda de 5Mbps, navegaremos por Internet o descargaremos archivos con estos 5Mbps de velocidad.
  • Sin límite de datos transferidos: es muy importante que, si vamos a transferir muchos datos, o usar la VPN para descargar por P2P, tengamos GB ilimitados de descarga, ya que de lo contrario podríamos agotarlos muy pronto.
  • Prueba de fugas DNS: si el tráfico viaja por el túnel VPN, pero las solicitudes DNS se realizan con nuestra conexión real, es posible que nuestro operador sepa qué estamos buscando. Es importante que las consultas DNS también viajen a través del túnel VPN para que todo el tráfico sea privado.
  • VPN multiplataforma: es fundamental que el servicio VPN elegido tenga programas para todos los sistemas operativos para ordenadores, y también para smartphones. Además, es deseable que también nos permita configurar la VPN en el cliente VPN de nuestro router, para que todo el tráfico de la red local viaje a través de la VPN.

Con cualquiera de estos servicios de VPN podrás tener una capa adicional de seguridad para enviar los correos electrónicos y ocultar nuestra dirección IP.

 

Utilizar un proxy

Una alternativa es hacer uso de un proxy. A veces los usuarios pueden confundirlo con una VPN, ya que podemos decir que el objetivo en muchos casos es el mismo. Nos permite también ocultar la dirección IP y modificar la ubicación real. Nuevamente nos encontramos con una serie de opciones muy amplias. Podemos utilizar servicios proxy tanto gratuitos como de pago. Igualmente tenemos que elegir correctamente el que más se adapta a nuestras necesidades y así no exponer en ningún momento nuestra seguridad. Podremos también enviar un e-mail sin hacer pública nuestra dirección IP real.

Un detalle muy importante de los Proxies es que tenemos que configurarlos en cada aplicación que vayamos a utilizar, si no lo hacemos saldrán a Internet directamente a través de nuestra conexión real con la IP pública de nuestra conexión. Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es que hay proxies gratuitos que no son nada recomendable usar por seguridad, porque no sabemos quién los controla, por lo que, si estás buscando un Proxy en lugar de una VPN, nuestra recomendación es que utilices el navegador web Opera que incluye un Proxy (ellos lo llaman VPN) integrado, de esta forma, podrás activarlo para anonimizar tu conexión a Internet a la hora de navegar y también enviar emails.

Las principales diferencias con un servicio de VPN son las siguientes:

  • Es posible que la conexión al servidor Proxy no esté cifrada, por lo que si alguien está en nuestra red local podrá espiarnos la conexión, lo mismo ocurre con nuestro operador, ya que podrá «ver» que nos estamos conectando a un Proxy, y todos los datos transferidos. Si utilizamos un Proxy SSL que utilice el protocolo TLS, esto no sería problema, ya que el tráfico desde nuestro equipo hasta el servidor estará cifrado.
  • Es posible que los dueños del servidor Proxy monitoricen nuestro tráfico y vean nuestra IP real, pero esto dependerá de la política de cada servicio, ya que con una VPN también podrían hacerlo (aunque prometen que no).
  • El proxy debemos configurarlo en cada aplicación que nosotros queramos usarlo, es decir, si queremos navegar por Internet con el Proxy deberemos configurarlo en el navegador, si queremos descargar por P2P también deberemos hacerlo. Con una VPN todo el tráfico se enruta a través del servidor de VPN, con el Proxy debemos hacerlo manualmente.

Evita siempre que puedas los Proxy gratuitos, ya que podrían estar en manos de cibercriminales que capturen y monitoricen todo tu tráfico.

 

SSH Tunneling

SSH Tunneling es una técnica que nos permite conectarnos a un servidor SSH remoto, y redirigir todo el tráfico del ordenador a través de dicho servidor SSH. La arquitectura de red es exactamente la misma que en VPN y Proxy, siempre necesitaremos un «servidor» que esté en medio de la conexión, y saldremos a Internet con la dirección IP pública de dicho servidor.

Gracias a esta técnica, podremos utilizar el cifrado y autenticación del protocolo SSH, y redirigir el tráfico por el servidor. No obstante, tenemos un hándicap importante, y es que deberemos ir aplicación por aplicación configurando un servidor SOCKS, como por ejemplo en el navegador web, o en el programa de BitTorrent que nosotros tengamos.

En RedesZone tenemos un completo tutorial sobre cómo utilizar SSH Tunneling, tanto en Windows como en Linux, pero debemos tener en cuenta que el servidor SSH lo deberemos configurar nosotros en un servidor remoto, o hacernos con algún servicio que nos proporcione esta opción.

 

Usa una red móvil

Otra de las maneras que tienes a tu alcance es la de usar una conexión móvil. Lo cierto es que, si no quieres que puedan conocer tu IP pública de tu red WiFi y tienes un plan de datos en tu línea móvil, siempre puedes compartir los datos con tu PC. Así puedes ocultar la dirección pública que de verdad te importa.

Ten en cuenta que es una alternativa, pero no es la mejor opción en comparación con el resto de métodos que hemos visto. Y todo porque si no tienes una tarifa con gigas ilimitados, lo cierto es que poco vas a poder hacer al compartir los datos de tu plan móvil. Pero, sí que te puede servir en algún momento puntual en el que quieras ocultar la IP pública real de tu red inalámbrica.

 

Usar Tor como navegador

Una tercera opción es utilizar Tor. En este caso también oculta nuestra dirección IP, aunque lo hace a través de múltiples servidores interconectados. El navegador Tor aporta privacidad y seguridad. Es una de las muchas alternativas que tenemos a nuestra disposición y además está disponible para diferentes sistemas operativos. El navegador es sin duda una pieza fundamental para navegar por la red. Tenemos muchas opciones, aunque hay que tener en cuenta que no todas ellas van a tratar igual nuestros datos. Simplemente con navegar por la red podemos sufrir problemas que pongan en riesgo nuestra seguridad y privacidad. Por ello el navegador Tor puede ayudarnos en este sentido.

Debes tener en cuenta que si utilizas Tor Browser, el envío del correo electrónico debe ser realizado vía web, no podrás utilizar un cliente de correo como Outlook o Thunderbird en tu PC, en el caso de que necesites usar este tipo de clientes de correo, tendrás que usar Tor en tu equipo y enrutar todo el tráfico de Internet a través de la red Tor en lugar de hacerlo directamente.

Novedades de Tor Browser 12

Algunos firmwares de terceros para routers, como Asuswrt, OpenWRT y DD-WRT entre otros, permiten que todo el tráfico de los clientes que se conecten viajen a través de la red Tor. Debes tener en cuenta que la velocidad será baja, y la latencia alta, por tanto, no es muy recomendable utilizar Tor para todos los dispositivos que utilices en casa, sobre todo si usas servicios de streaming de vídeo, ya que tendrás continuos cortes en la conexión.

Tal y como habéis visto, tenemos muchas formas de ocultar nuestra dirección IP en Internet, la más rápida y sencilla sería una VPN, incluso tú mismo puedes contratar un servidor virtual o dedicado en un determinado país, e instalar OpenVPN o Wireguard para montarte tu propio servicio VPN, pero esto es bastante más complejo que contratar un servicio que te lo de todo hecho. Además, si en algún momento necesitas cambiar esa IP pública, normalmente podrás hacerlo si apagas el router y vuelves a encenderlo pasados unos minutos. Se te asignaría una dirección diferente, aunque nunca podrás elegir realmente cuál utilizar.

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