Podemos decir que la dirección IP es un número único, una especie de identidad, que nos muestra en la red. Básicamente sirve para enviar y recibir paquetes en la red. Es como si de una dirección física se tratara, donde nos llegan las cartas y paquetes. Permite identificar equipos en Internet y así podemos comunicarnos. Ahora bien, podemos toparnos con la opción de dirección IP estática y también dinámica. Vamos a ver en qué se diferencian y cómo podemos utilizar una u otra.
Por qué son necesarias las direcciones IP
Internet está compuesto por lo que conocemos como DNS. Se trata del sistema de nombres de dominio que básicamente lo que hace es traducir de alguna manera las direcciones IP. Es decir, en vez de tener que escribir una larga serie de números para entrar en nuestra web, simplemente ponemos RedesZone.net en el navegador y listo.
Una dirección IP por tanto es necesaria para identificar cada equipo en la red, cada dominio en Internet y poder permitir así las comunicaciones. Esto nos da pistas de por qué en ocasiones nos podemos topar con direcciones estáticas y en otras dinámicas.
Volviendo al punto de la importancia de estas direcciones, hay que mencionar que son vitales para poder comunicar dispositivos. Conectar un equipo a otro requiere que cada uno de ellos tenga una dirección IP diferente. De esta forma el router puede ofrecer conexión a todos los dispositivos.
Hay que diferenciar entre direcciones IP internas y las externas. Las primeras son las que nos permiten identificar dispositivos de cara al router. Cada uno de los equipos van a tener una diferente para que no se generen conflictos. Las segundas son las que nos identifican en Internet, al navegar por la red.
Direcciones IP estáticas
Por un lado tenemos las direcciones IP estáticas. Significa, como su nombre indica, que son fijas, que no varían y siempre vamos a tener el mismo número de identificación. Esa dirección puede asignarse a un dispositivo y no cambiar nunca.
Se importante que la IP sea fija cuando vamos a configurar un servidor, por ejemplo. También al configurar una web o un correo electrónico. Necesitamos que la dirección sea siempre la misma.
Esto es útil en el caso de una web porque al tener una dirección fija no tendríamos problemas de cambios. De esta forma tendremos conexiones estables, más rápidas y evitar interrupciones. Además vamos a tener un control exclusivo y ningún otro usuario va a usar la misma dirección.
En ocasiones son muy necesarias para jugar por Internet en las mejores condiciones, así como usar VPN.
¿Cuáles son las desventajas de las direcciones IP fijas? Sin duda una de ellas es precisamente que no cambia. Esto nos puede dejar más expuestos y tener menor seguridad. Nos podrían bloquear para no poder acceder a un determinado servicio online, por ejemplo.
Otro problema es que son de pago. A fin de cuentas vamos a tener una en exclusiva para nosotros y eso significa que debemos pagar por ello.
Direcciones IP dinámicas
Por otra parte tenemos las direcciones IP dinámicas. Básicamente son las que cambian, las que son flexibles. Podemos decir que son más seguras, ya que estamos menos expuestos a posibles ataques en la red. También nos permiten evitar ser bloqueados al acceder a un determinado servicio. Mejoran nuestra privacidad en Internet.
Nuestro proveedor de servicios va a asignarnos una dirección variable. Hay que tener en cuenta que esto hace que la conexión sea menos estable y podamos tener ciertos problemas.
Para determinadas acciones no son recomendadas este tipo de direcciones. Como vemos tiene sus puntos positivos, como es tener más privacidad, pero también negativos y no van a estar indicadas para configurar servidores, por ejemplo.
Diferencias de rendimiento
Como puedes ver, ambas modalidades de las direcciones IP son esenciales para las comunicaciones hoy en día. Cada dispositivo que se conecta a la red, necesita de una para poder identificarse. Pero puede asaltarnos la pregunta sobre si hay alguna diferencia de rendimiento entre ellas. Y lo cierto es que no, no hay ninguna diferencia que pueda ser significativa entre las direcciones estáticas y dinámicas. Las dos proporcionan conexiones estables, y permiten la comunicación de forma fluida entre los dispositivos de red. En cambio, si tendremos diferencias en función de las necesidades de cada usuario o de las aplicaciones que utilice.
En el caso de las direcciones IP estáticas, son esenciales para tareas concretas. Pueden ser servidores que ofrecen servicios de red. Como puede ser una página web, servidores de correo o incluso de videojuegos. Esto es porque cuando son estáticas, aseguran que la dirección del servidor no cambia. Lo cual permite a los usuarios y otros servicios, encontrar y conectarse con ese servidor de forma constante. Por lo cual a pesar de que no mejora el rendimiento, si mejora la gestión de la red directamente.
Por otro lado, tenemos las dinámicas. Estas son suficientes para la mayoría de los usuarios domésticos, e incluso para pequeñas empresas. Las IPs dinámicas, son asignadas por los proveedores de servicios (ISP), utilizando servidores DHCP. Y pueden ir cambiando cada cierto tiempo. Estas son más flexibles, y, sobre todo, rentables. Especialmente cuando los usuarios no requieren de direcciones IP de forma constante. En este caso, tampoco tendremos ningún problema de rendimiento. Lo que sí se verá afectado, es la facilidad de uso de la red ya que las direcciones IP se asignan de forma automática.
En definitiva, como vemos existen diferencias entre direcciones IP estáticas y dinámicas. Cada una de las opciones pueden estar orientadas a determinados servicios y características en la red. Tendremos que elegir según nuestros intereses y beneficios específicos. La elección de una u otra, no se basará en el rendimiento nunca, pero si en la facilidad de uso de la red o la sencillez de configuración. Todo esto es algo que se debe estudiar detenidamente, de forma que obtengamos lo que mejor se adapta a nuestras necesidades. En todo caso, es muy probable que el proveedor de servicios de Internet, te pueda asesorar sobre estos cambios.