Podemos nombrar diferentes aparatos que nos permiten navegar por Internet. Sin duda el principal es el router. Es el dispositivo que todos tenemos en nuestro hogar y que permite que conectemos otros equipos a él para navegar. Pero también hay puntos de acceso, amplificadores, dispositivos PLC… En este artículo vamos a hablar de las diferencias entre un router y un punto de acceso.
Un router y los puntos de acceso no son lo mismo. Hay que tener en cuenta cuáles son las diferencias de esto para sacar partido a las redes inalámbricas. Aunque, comparten una similitud: en ambos casos sirven para conectar dispositivos a Internet mediante una red inalámbrica. Sin embargo, si tienes dudas acerca de ambos términos, en las siguientes líneas veremos con detalle qué son para comprender cómo funcionan y, sobre todo, los diferentes aspectos que hay entre ambos. De esta manera tendrás un mayor conocimiento de qué trata cada aspecto para poder diferenciarlos sin inconvenientes.
Diferencias entre un router y un punto de acceso
Tanto un router como un punto de acceso nos permiten conectarnos a Internet. Simplemente, tenemos que coger nuestro móvil, ordenador o el aparato que tengamos y nos conectamos a esa red Wi-Fi proporcionada por estos dispositivos.
Ahora bien, existen diferencias entre ambos. Para tener una idea más clara de qué cada elemento, toca ver en detalle qué es cada uno y cómo funciona. De esta manera, podrás salir de dudas en el momento en el que quieras diferenciar ambos aspectos. A veces incluso podremos tener ambos y así mejorar la conectividad al ofrecer más alternativas. Pero, para que lo tengas más claro, estas son las principales diferentes y, sobre todo, la explicación de qué es un router y un punto de acceso:
Qué es un router
El router es el dispositivo más común. Es el aparato que tenemos conectado directamente a la red y que nos viene al contratar Internet en casa, aunque posteriormente podremos cambiarlo por otro de nuestro gusto. Por lo tanto, se trata de un dispositivo con el que podemos acceder a Internet. Podemos decir que es algo básico en cualquier hogar con acceso a la red y donde podremos conectar nuestros dispositivos, ya sea a través del cable o mediante red inalámbrica Wi-Fi.
Lo que hace es enrutar la señal que llega para poder ofrecer tráfico a esos dispositivos que vamos a conectar. Podemos lograrlo mediante cable o también de forma inalámbrica, algo que es cada vez más común debido al auge de los dispositivos móviles y principalmente del Internet de las Cosas.
Este aparato recibe información que almacena y posteriormente envía los paquetes de red por la ruta más adecuada. Esto lo consigue al almacenar esos paquetes que recibe y los procesa. Es algo esencial en nuestro día a día y con el paso del tiempo han ido actualizándose y tienen una mayor capacidad para que podamos navegar correctamente. Además, hay que tener en cuenta que aquellos usuarios que disfrutan de fibra óptica, necesitan de otro dispositivo, la ONT, que puede estar ya integrada en el propio router o el instalador de fibra lo llega a instalar en el domicilio.
Hay que tener en cuenta que un router dispone de funciones tan importantes como asignar direcciones IP, enrutar los paquetes de datos como hemos mencionado, poder limitar la conexión de un determinado dispositivo, configurar las redes… Además, podemos utilizar un router portátil, algo que nos permitirá tener conexión en cualquier lugar siempre que tengamos cobertura móvil. Una opción interesante en muchos casos para poder navegar con nuestros dispositivos sin necesidad de estar en casa o tener una red Wi-Fi pública.
Qué es un punto de acceso
Por otra parte tenemos los puntos de acceso Wi-Fi. Hay que indicar que son diferentes a un router, aunque en última instancia también permitan que conectemos dispositivos de forma inalámbrica y tengamos conexión a la red.
Un punto de acceso podemos decir que es un dispositivo que crea una red local inalámbrica a la que nos conectamos. Suelen estar presentes en centros comerciales, grandes oficinas y superficies que necesiten ofrecer diferentes lugares para que los usuarios se conecten.
Previamente el punto de acceso se ha conectado al router, ya sea mediante cable Ethernet o a través de Wi-Fi. Es así como logra obtener red para posteriormente permitir que otros dispositivos se conecten. Por lo tanto, un punto de acceso actúa como una extensión del router en sí con el que proporcionar Internet. Y, por otra parte, no hay que confundirlo con un repetidor. Además, hay que tener claro que un móvil puede crear un punto de acceso sin usar la conexión directamente del router, sino que usa los datos móviles de la tarifa para crear una red inalámbrica y así conseguir que nos podamos conectar a esa conexión desde otros dispositivos.
El objetivo por tanto es proyectar esa señal que recibe. Es decir, pongamos que estamos en una gran oficina donde hay un router en una sala. Ese aparato únicamente tiene capacidad para que se conecten equipos dentro de su área. Sin embargo puede haber una instalación mediante cables LAN para conectar diferentes puntos de acceso en otras salas de esa gran oficina. Así los usuarios podrán conectarse de forma inalámbrica sin problema desde otros lugares.
La diferencia principal es que ese punto de acceso no se conecta directamente a la red, sino que lo hace al router para posteriormente repartir la conexión a otros dispositivos que puedan conectarse, bien de forma inalámbrica o bien a través de cable también. O, por otra parte, puede usar los datos móviles para crear un punto de acceso como es el claro ejemplo de los smartphones. En cualquier caso, no es igual que el router. Y lo cierto es que esta serie de puntos de acceso, que se usan en oficinas, grandes edificios, etc., usan puntos de acceso que se van conectados a un router WiFi.
Por qué es interesante utilizar puntos de acceso
Como hemos visto, son muy útiles para lograr conexión inalámbrica en determinados lugares. Ya sabemos que tener una buena red Wi-Fi se ha convertido en algo vital hoy en día, ya que es la opción más utilizada por los usuarios para disfrutar de Internet. Además, hay que tener en cuenta que cada vez tenemos más aparatos con conexión inalámbrica disponible y necesitamos que la red funcione correctamente.
Ampliar la red
Una de las ventajas principales de utilizar un punto de acceso es que podemos ampliar la red inalámbrica disponible. Vamos a poder conectarnos con otros dispositivos y desde más lugares que si simplemente contamos con un router. Es una realidad que son cada vez más los equipos que tenemos conectados a la red de forma inalámbrica y en muchos casos es necesario obtener una alternativa extra para aumentar la cobertura.
Por tanto uno de esos usos principales es ampliar la disponibilidad de la red inalámbrica. Debemos tener en cuenta además que podemos instalar varios puntos de acceso. Y es que es una de las vías que más se pueden emplear cuando se pretender aumentar la cobertura de la red inalámbrica, por ejemplo, de una vivienda. Un aspecto de lo más interesante, ya que se consigue llevar la red WiFi en aquellos puntos en los que no hay directamente señal, o la que hay es casi nula.
Crear un portal cautivo
Un punto de acceso permite también crear un portal cautivo. Esto se utiliza para acceder a esa red, tener un registro de quién puede o no entrar, la cantidad de usuarios en ese momento, etc. Podemos protegerlo mediante clave de acceso, lógicamente, y así logramos que solo se conecten usuarios autorizados. Por lo que es una de las opciones que se pueden llegar a utilizar y, sobre todo, con las que se puede sacar partido a los puntos de acceso.
Hay que tener en cuenta que el portal cautivo es una de las funciones de las que también se puede sacar provecho de los puntos de acceso. Y todo porque permiten configurar una red de invitado en la que diferente usuarios tienen que autenticarse para posteriormente disfrutar de conexión a Internet. Por lo que es una buena forma de conocer quién accede a la red, y lo mejor de todo es que no es directamente a la red WiFi principal.
Permitir conectar equipos por cable
Además de lo que mencionamos, un punto de acceso no solo permite conectar equipos por Wi-Fi, sino que también nos va a permitir conectar otros dispositivos mediante cable LAN. Esto es útil si vamos a instalar alguna máquina en una empresa y que necesite conexión a la red, por ejemplo.
Es cierto que hoy en día la mayoría de dispositivos cuentan con conexión inalámbrica y es lo más utilizado, pero en muchos casos conviene conectarnos a través del cable para mejorar la estabilidad o simplemente porque nuestro equipo no es compatible con la tecnología Wi-Fi. Por lo que se convierte en otro de los aspectos por los que resulta conveniente usar puntos de acceso.
Descongestionar la red
Además de los anteriores usos y beneficios de los que se puede sacar partido de los puntos de acceso, lo cierto es que también se debe tener en cuenta que estos permiten descongestionar una red. A fin de cuentas vamos a poder conectar equipos en cada punto de acceso que tengamos, en vez de todos conectados al mismo.
Con esto se puede conseguir evitar problemas en zonas con muchas aglomeraciones. En una vivienda puede resultar también beneficioso, pero es posible que no se dé como tal una aglomeración. Pero resulta interesante conocer este aspecto de los puntos de acceso.
¿Cómo realizar la elección?
En este caso, no estamos ante una decisión que pueda ser fácilmente indicada. Esto es porque todo se basa en las necesidades específicas de cada red. Pero si que hay algunos factores, que nos pueden ayudar a ver cuándo necesitamos una función u otra. Y en primer lugar tendremos que considerar la infraestructura que tenemos montada con nuestra red. Si ya disponemos de un router pero tenemos problemas de cobertura, los puntos de acceso pueden ser la opción adecuada. Estos se conectan al router existente, y extienden la señal. Por otro lado, tampoco necesitan grandes configuraciones para usos normales, e incluso exigentes con algunas de las tareas que más rendimiento suelen necesitar.
Por otro lado, si estamos configurando una red totalmente de cero, o incluso nuestro router actual está obsoleto, considerar un router puede ser la mejor opción. Esto no solo nos va a proporcionar una señal Wi-Fi, sino que tendremos todas las configuraciones que un router nos puede dar. Esto hará que la red sea mucho más personalizable, y podemos adaptarla mucho más al entorno en la cual se va utilizar. Si nos fijamos en los routers modernos, podemos incluso incorporar algunas características avanzadas como pueden ser los firewalls, soporte para redes VPN, controles parentales, entre otros.
Otra cosa a analizar, es el rendimiento y capacidades que vamos a necesitar. O incluso si es necesario aplicar configuraciones que pueden estar destinadas a usos concretos. Si es el caso, lo mejor de nuevo puede ser instalar un router. Pero en el caso de que simplemente necesitemos realizar una extensión de la cobertura, el punto de acceso es lo mejor. Pero en estos casos podemos estar un poco más protegidos, ya que los routers de hoy en día se pueden configurar como puntos de acceso. Esto sumado a los precios asequibles de muchos modelos, hace que no necesitemos elegir. Y simplemente instalar el que más nos interesa sin necesidad de no tener todo lo demás.
En definitiva, como vemos un router es diferente a un punto de acceso. Por lo que no son lo mismo. Además, también hemos mostrado algunos usos interesantes que podemos darle a estos últimos.