En determinadas ocasiones podemos tener problemas para navegar por Internet. Intentamos conectarnos y vemos que no tenemos conexión o es muy lenta. Puede ocurrir que con el móvil nos funcione correctamente, pero probamos desde el ordenador y es imposible que funcione. Vamos a hablar de cuáles son las principales causas que pueden provocar que no podamos entrar en una web desde el ordenador, pero sí desde el móvil. Daremos algunos consejos para solucionarlo.
Si no tenemos Internet en ningún dispositivo de la casa puede ser que el error esté en el router o en alguna parte de la instalación. Los errores pueden ser muy diversos… desde que has sido desconectado del CTO correspondiente por la instalación de algún vecino hasta que se haya roto el cable de fibra de tu instalación o que no funcione el router. Pero si hay Internet en tu teléfono móvil y no en tu ordenador sabes que el error no es general sino un problema en el PC en concreto. Por suerte, hay varias causas habituales y podemos probar diferentes soluciones para arreglarlo cuanto antes.
Causas por las que el PC no se conecta a Internet
Si nos encontramos con este problema lo que solemos hacer cuando no tenemos Internet es probar con otro dispositivo. Si por ejemplo no tenemos red con el ordenador, lo habitual es coger el móvil y conectarnos a ver si funciona. Entonces, ¿Qué puede causar que nuestro PC no tenga Internet y sí el móvil?
En este caso, lo cierto es que hay varios motivos que pueden estar detrás de este error: puede ser una mala configuración, un problema con el cableado, algún fallo con el dispositivo… Por ello, vamos a ver las causas principales:
Problemas de conexión
Lo primero que debemos pensar es que puede que haya problemas de conexión. Esto es habitual si nos conectamos por Wi-Fi y la cobertura no llega bien, pero también puede ocurrir si el cable de red está estropeado o hay algún error con el adaptador que impide que nos conectemos. Si estás conectado por cable puede que haya un problema en el cable en sí, en el puerto de conexión del ordenador o incluso en el switch que puede que tengas en tu habitación para conectarte por cable. En estos casos verás que el teléfono funciona pero el ordenador no.
Esto puede hacer que una página web cargue más lento de lo normal, pero también provocar que directamente no podamos conectarnos a Internet en ningún momento porque la conexión es muy débil o directamente porque no funciona. Básicamente sería como si no tuviéramos Internet y no podríamos abrir ningún programa que funcione con conexión de red. Por tanto, deberemos comprobar si el problema es de una página en particular, o nos ocurre con todas, lo que podría ser un indicativo de que no es esa web, sino nuestro equipo.
Servidores DNS mal configurados
Los servidores DNS son los encargados de traducir la información que ponemos en el navegador y llevarnos a la web correspondiente. Por ejemplo, si ponemos RedesZone.net en la barra de direcciones, automáticamente traduce esa información y nos lleva a la dirección IP correspondiente.
Si tenemos los servidores mal configurados podríamos tener problemas de conexión y eso se ve reflejado a la hora de cargar una web. Si en el ordenador no nos funciona y vemos que en el móvil sí, automáticamente podemos descartar que sea fallo de ese sitio web y habría que analizar si el problema está en los DNS. Es algo que no debería ocurrir si no has cambiado nada recientemente, pero que no está de más verificar.
Malware en el sistema
Por supuesto, puede ocurrir que nuestro ordenador esté infectado por algún virus que pueda afectar a la conexión. Puede ser una de las principales causas por las que tu teléfono funcionaría con normalidad a la hora de conectarte pero tu PC No… Especialmente puede haber algún malware que afecte al navegador y eso impida que podamos abrir una página web con normalidad y nos encontremos con este problema.
En muchas ocasiones este tipo de virus están diseñados para mostrarnos publicidad, y que el intruso ha creado para ganar dinero a tu costa, pudiendo generar incompatibilidades o una mala conexión, y, por tanto, ralentizando la navegación entre webs.
Esto ocurre si hemos descargado algún archivo malicioso, hemos instalado algún programa que es en realidad malware o por alguna vulnerabilidad que haya en el sistema y eso haya permitido la entrada de estas amenazas que afectan al rendimiento. Por suerte y como veremos en próximos párrafos, solucionar esto tiene soluciones sencillas.
Para salir de dudas hay que analizar por completo el PC. Es posible que con un análisis rápido no sea suficiente. Por lo tanto es importante usar la opción más avanzada de tu programa de antivirus para escanear al completo tu ordenador. De esta forma podrás salir de dudas. Incluso, puedes probar a realizar distintos análisis a ubicaciones concretas en caso de que tengas una idea de dónde se ha podido instalar el archivo malicioso.
Algún problema con el adaptador de red
Tanto el adaptador de red inalámbrico como el de Ethernet pueden tener problemas que impidan la conexión. Por ejemplo que no tengan los controladores instalados correctamente, que haya algún fallo a nivel de hardware o que estén mal configurado y eso impida que nos conectemos. Estos dispositivos son clave para que la conexión funcione bien.
Si vemos que no podemos entrar en una web desde el ordenador pero sí tenemos conexión correctamente desde el móvil, es otro factor a tener en cuenta y que debemos controlar para descartar. Aunque lo más sencillo será, como dijimos al principio, verificar si solo ocurre con una web, navegador, juego, etc, comprobando también otras herramientas que necesiten acceso a internet. Si estas funcionan, entonces, en principio, no será problema de hardware.
Fallo en el navegador
Si el fallo se centra especialmente en no poder abrir una página web con normalidad, tal vez el error sea del navegador. Esto puede afectar a cualquiera que usemos, como puede ser Google Chrome o Mozilla Firefox. Es habitual que utilicemos extensiones en el navegador en el ordenador pero no en el teléfono móvil.
Y puede que alguna de las que uses en tu día a día esté provocando que Internet no funcione correctamente en el navegador. Pero también puede haber otros problemas muy básicos y fáciles de solucionar que impiden que te estés conectando o que cargue una página web: un fallo por la caché del navegador, una actualización de seguridad pendiente que te impide navegar hasta que la instales…
El navegador es la principal herramienta para navegar y es también en muchas ocasiones el principal motivo por el que aparecen problemas para intentar entrar en una web o usar cualquier servicio conectado a la red.
Una solución sencilla para verificar si es problema de caché, cookies, una extensión, etc, es abrir una nueva ventaja en incógnito. Esto bloqueará, temporalmente, todo lo anterior, generando una pestaña del navegador limpia. Por lo que si vemos que funciona correctamente de esta manera, tendremos que empezar a eliminar extensiones, borrar caché, etc, para ver quién es el causante del conflicto.
Problemas de hardware
Los problemas de hardware pueden aparecer en algunas ocasiones, sobre todo si los equipos se mueven mucho o se tiende a modificarlos. Siempre existe la posibilidad de que algún componente no realice un buen contacto. Esto ocasionará que este no funcione correctamente, o que no funcione. Algunos componentes, incluso dañados pueden seguir funcionando, pero estos tienden a ocasionar problemas en los equipos o en las funcionalidades que llevamos a cabo con ellos.
Si un ordenador no se conecta a internet, y las opciones derivadas del software están descartadas, tendremos que acudir al hardware. Es algo poco común, sobre todo cuando los equipos no se mueven, pero se puede dar el caso de que algún cabezal de un conector Ethernet se dañe. Esto puede ser por movimientos reiterados, o por algún tirón accidental que se le ha podido dar. Lo mismo puede ocurrir con los routers, donde debemos asegurarnos que el conector o las antenas están entregando la señal de la forma más correcta o eficiente. Lo malo de estos casos, es que la solución normalmente pasa por una sustitución del componente, lo que crea un gasto económico a la vez que los de instalación.
Recuerda que el fallo puede venir desde el cable, al propio conector del router, del ordenador, la tarjeta de red, etc, así que tendremos que revisar todo. Siempre que podamos, si tenemos otro PC, conectarlo a él será lo mejor, descartando así muchos componentes de forma rápida.
Cómo solucionar problemas de conexión en el PC
Después de haber explicado las principales causas por las que podemos tener problemas para conectarnos desde el ordenador y nos funciona bien en el móvil, vamos a dar algunos consejos esenciales para que esto no ocurra.
Siguiendo estos pasos que mencionamos podremos mejorar la conexión y evitar problemas que impidan el correcto uso de la red. Y es que hay más de un método con el que vas a poder conseguir que una web funcione en tu PC nuevamente.
Verificar que hay conexión
En primer lugar hay que verificar que tenemos conexión. Esto va a ayudar a descartar muchos posibles errores que provoquen que no podamos abrir una web o conectarnos. ¿Qué podemos hacer para verificarlo? Por ejemplo, si estamos conectados por Wi-Fi podemos probar a conectarnos por cable.
También, a nivel de sistema, podemos realizar ping a Google o incluso al dominio al que estamos intentando acceder y así descartar también que haya algún problema. Para ello tenemos que seguir estos pasos sencillos:
- Vamos a Inicio
- Escribimos cmd y abrimos el Símbolo del sistema
- Ejecutamos el comando ping, seguido de la web de Google o el dominio al que intentamos entrar
Si todo funciona bien, deberíamos obtener resultados como vemos en la imagen de abajo.
Optimizar la red
También podemos probar a optimizar la red. Especialmente si estamos conectados de forma inalámbrica, podemos mejorar la red Wi-Fi. Por ejemplo instalando repetidores, sistemas Mesh o dispositivos PLC que ayuden a llevar la conexión de un lugar a otro de la vivienda.
Una de las mejores soluciones actualmente, aunque no la más económica, es instalar un sistema Mesh, como hemos comentado. Esto nos ayuda a propagar la cobertura de la señal por toda la casa. Para esto utiliza diferentes nodos interconectados entre sí, de forma que él mismo elige cuál es el mejor dispositivo al que nos podemos conectar de todos para obtener la mejor experiencia posible. Sus ventajas son más que las de los repetidores convencionales, ya que son mucho más versátiles. Si contamos con casas grandes, pueden ser la mejor opción. Por otro lado, los fabricantes cada vez se esfuerzan más en hacer que cumplan estéticamente.
A veces el problema es tan simple como que la cobertura no llega bien o tenemos un repetidor mal configurado. La ubicación donde coloquemos el router también va a ser determinante para que la conexión llegue mejor, ya que si no está bien ubicado se pueden generar zonas muertas.
Cambiar los servidores DNS
Los servidores DNS son esenciales para llevarnos a la página web que realmente estamos poniendo en el navegador. Si no están bien configurados o estamos utilizando unos que no funcionan correctamente, podemos tener problemas para navegar. Puede que vaya más lenta la conexión, pero también que incluso no podamos conectarnos.
Cambiar los DNS es muy sencillo. Simplemente hay que ir a Inicio, entramos en Configuración, Red e Internet, Cambiar opciones del adaptador, seleccionamos la tarjeta correspondiente, entramos en Propiedades y le damos a Protocolo de Internet versión 4 (TCP/IPv4) y nuevamente a Propiedades.
Allí nos encontraremos con una ventana como la que vemos en la imagen. Tenemos que darle a Usar las siguientes direcciones DNS y poner las que nos interese. Por ejemplo, en nuestro caso hemos puesto las de Google, que suelen funcionar muy bien y son útiles para descartar fallos.
Comprobar que el equipo está actualizado y protegido
¿Tienes el sistema correctamente actualizado? Esto va a ser fundamental para descartar fallos que puedan aparecer. a veces hay vulnerabilidades que debemos corregir o fallos que aparecen después de algún cambio en la configuración. Tener la última versión de Windows es fundamental y podemos comprobarlo desde los ajustes del ordenador sin complicaciones…
Los pasos son muy sencillos y lo que debemos hacer es lo siguiente:
- Abrimos Inicio en nuestro ordenador con Windows
- Usamos la barra de búsqueda
- Vamos hasta «Configuración» y entramos en los ajustes
- Veremos una serie de apartados diferentes y opciones de ajustes
- Busca donde dice «Actualización y seguridad»
- Pincha sobre esta opción
Una vez aquí verás que hay una pantalla en la que Windows nos indica si tenemos instalada la última versión o si hay alguna actualización pendiente. En este segundo caso, instala la actualización cuanto antes y actualiza. Además, verás la hora y la fecha a la que se ha hecho la última comprobación y podrás tocar en «buscar actualizaciones» si quieres comprobar si hay algo nuevo.
Además, es igualmente importante que esté protegido. Tener un buen programa de seguridad. En todos los ordenadores actuales en los que utilizamos Windows encontraremos por defecto el antivirus Windows Defender y es suficiente para protegernos ante los principales ataques de malware o virus que puedan infectar el ordenador. Asegúrate que lo tienes activado.
Pero, además, hay otros muchos que son una buena opción para evitar la entrada de amenazas en tu ordenador y evitar que no funcione Internet o que haya algún problema que lo ralentice. Aunque hay muchísimas opciones, gratuitas y de pago, hay algunos antivirus populares como pueden ser Avast o Bitdefender que podrás instalar sin complicaciones.
Por lo general, con las actualizaciones de Windows Update será más que suficiente para salir de dudas de si el problema está en la versión del adaptador de red, es decir, que su versión se haya quedado anticuada. Sin embargo, a veces es necesario verificar que si funciona bien, incluso después de haber recibido una actualización. Y todo porque la nueva versión podría no estar funcionando correctamente o su instalación no se ha completado bien.
Verificar que los adaptadores de red funcionan bien
Por otra parte, debemos comprobar que los adaptadores de red que tenemos instalados funcionen bien. No importa si se trata de un adaptador Ethernet o Wi-Fi, así como si es integrado en la placa base o nos hemos conectado por USB.
Un paso muy importante para ver que todo lo relacionado con el adaptador de red funciona bien, es comprobar que están actualizados los controladores. Para ello tenemos que ir a Inicio, entramos en Administrador de dispositivos, vamos a Adaptadores de red y allí seleccionamos la tarjeta correspondiente, hacemos clic con el segundo botón del ratón y le damos a Actualizar controlador.
Sin embargo, no siempre se solucionará con una actualización. Es posible que el problema esté en la nueva versión. Por esto mismo, puedes probar a desinstalar esa versión e instalar la anterior. O, por otro lado, puedes hacer la prueba de deshabilitar el adaptador y activarlo a los segundos. En muchas ocasiones esto es más que suficiente para solucionar el problema con la conexión.
Borrar los datos de navegación
Tal vez el navegador no funcione bien y haya que borrar los datos de navegación, como la caché o las cookies. Es un error habitual y bastante frecuente pero la gran ventaja de esto es que podemos solucionarlo en cuestión de segundos y va a ayudarnos a navegar de forma más fluida y evitar posibles errores en las páginas que visitamos. Borrar la caché o los datos de navegación en el navegador dependerá del que utilicemos habitualmente pero todos nos permiten hacerlo desde los ajustes del mismo…
En Google Chrome los pasos son los siguientes:
- Vamos a los tres puntos de la esquina superior derecha de la pantalla
- Abriremos un menú desplegable con diferentes opciones
- Elegimos el apartado «Configuración»
- En el menú lateral a la izquierda, escoge la opción «Privacidad y seguridad»
Una vez aquí, en la parte superior de la web encontraremos un botón que indica «Borrar datos de navegación». Podemos elegir qué borramos: cookies, caché, historial de navegación… Y podemos elegir desde cuándo queremos eliminarlo: desde hoy, ayer, hace una semana o bien si quieres eliminarlo desde siempre. Elige las opciones que quieras y pulsa en «borrar datos». Prueba ahora si el error habitual que tenías en tu navegador o al intentar abrir una página sigue estando o ya ha desaparecido.
En Mozilla Firefox los pasos son similares:
- Ve a herramientas en el menú
- Elige el apartado de Opciones
- Busca “Privacidad y seguridad”
- Elige la opción “Cookies y datos del sitio”
- Pulsa en el botón “limpiar datos”
- Elige qué quieres eliminar
- Confirma con el botón de “Limpiar” para hacerlo
En otros navegadores los pasos que debemos seguir son prácticamente idénticos y dependerá del que tengas instalado pero consistirá en ir a los ajustes del mismo, buscar entre las opciones de seguridad y privacidad y eliminar algunos datos de navegación almacenados como la memoria caché o el historial.
Además de que no hay que olvidar mantener actualizado el navegador que usas de manera habitual. De esta forma te aseguras que tenga la última versión en la que se incluyan posibles correcciones de rendimiento. Por lo que es importante que revises que tu navegador esté actualizado para salir de dudas.
Formatear el ordenador
Es la última de las opciones, y solo deberemos hacerlo si estamos seguros de que el problema es de software, ya sea una mala configuración que no sabemos resolver, un malware que no consigamos eliminar, etc. Para ello habrá que realizar una copia de los archivos importantes (comprobando que estén limpios), e instalar una nueva versión de Windows, pudiendo aprovechar a coger una más reciente.
Rendimiento de la página
Hoy en día para las páginas web, es esencial contar con una versión para dispositivos móviles. Esto mejora la experiencia de los usuarios en estos equipos. Las versiones móviles optimizadas, ayudan a que la información se pueda localizar de una forma más rápida y sencilla al tener una pantalla más pequeña. A la vez que ayuda a mejorar la velocidad de carga de la página. En cambio, estas versiones alternativas pueden no estar disponibles. En muchos casos, las versiones para otros dispositivos son páginas que se encuentran separadas de las páginas principales. Por lo cual, se puede contar con dos direcciones URL diferentes. Debemos tener en cuenta, que esto puede afectar al rendimiento.
Si las dos versiones no se encuentran configuradas de una forma adecuada, corremos el riesgo de que los navegadores y los motores de búsqueda las interpretarán como páginas independientes. Esto generará una división del tráfico entre las dos versiones. Pero la que más se puede ver afectada es la versión móvil, la cual no tendrá tanto tráfico como debería, o como última instancia, afectar al rendimiento de la página. Por otro lado, mantener las dos versiones es complicado, y puede resultar más costoso. Esto es porque será necesario asegurarse de que ambas versiones están actualizadas y se mantienen al día, lo cual requiere tiempo y recursos.
Pero para que estas indisponibilidades de una u otra versión no ocurran, lo mejor es disponer de una página donde ambas se encuentren totalmente integradas. Por lo cual, disponemos de un diseño que cuenta con la versión original, pero a la vez se trata de una configuración responsive. Lo cual hace que se adapte de forma automática al tamaño de las pantallas de los dispositivos, eliminando así la necesidad de contar con dos versiones diferentes. Ya no tendríamos problemas de tráfico, y se mejora el rendimiento global de la propia página.
En definitiva, si ves que no puedes navegar desde el ordenador y sí desde el móvil, las causas pueden ser variadas. Hemos explicado los principales pasos que podemos dar para solucionar el problema y verificar que todo está bien configurado y corregir posibles fallos.