Hay determinados electrodomésticos que consumen mucha electricidad y son culpables de gran parte de la factura cada mes. Uno de los principales, sin duda, es el frigorífico. De hecho, se calcula que puede llegar a ser el 30% del total en algunos casos. En este artículo te cuento mi experiencia con un frigorífico muy antiguo, de algo más de 30 años, y cuál es la diferencia entre mantenerlo encendido y apagado. Como verás, se nota bastante en el consumo.
Consumo de un frigorífico muy antiguo
Se trata de un frigorífico muy antiguo que prácticamente no se usa, pero que ha estado un tiempo encendido. He querido comprobar hasta qué punto puede hacer que se dispare el consumo diario y cuál es el ahorro mensual al apagarlo por completo. Los resultados, como podrás imaginar, han sido bastante claros.
Ten en cuenta que un frigorífico moderno hoy en día consume entre 1 y 1,5 kWh cada día. Va a depender del modelo exacto, de la temperatura a la que lo tengas, las veces que lo abras, etc. Pero para hacerte una idea, calcula entre 1 y 1,5 kWh como algo habitual. Eso, poniendo que el kWh cuesta unos 0,20€ (también dependerá mucho de tu tarifa, de si tienes o no discriminación horaria, etc), sería entre 20 y 30 céntimos por día, unos 6-9€ al mes.
¿Cuánto me consume el frigorífico de más de 30 años? Lo que he hecho es analizar el gasto de luz que he tenido durante varios días con el frigorífico encendido y, posteriormente, ver ese consumo con el aparato apagado. Cabe mencionar que las condiciones han sido las mismas. Es decir, el resto de aparatos en el hogar han funcionado igual.
Lo que he encontrado es que ese frigorífico antiguo ha consumido entre 2 y 2,5 kWh. Como ves, prácticamente el doble que un frigorífico más moderno. Esto, si lo trasladamos al consumo total en la factura mensual, estaríamos hablando de entre 12 y 18€, siempre calculando sobre esos 0,20€ el kWh que hemos puesto como ejemplo.
Un gran ahorro durante todo el año
Si ese frigorífico estuviera encendido todo el año, el consumo sería de entre 144 y 216€, mientras que con uno más moderno el consumo podría ser la mitad. Por tanto, como puedes ver el ahorro es significativo y si tienes un aparato antiguo similar a este, podría ser buena idea hacer una inversión económica ya que terminarás ahorrando dinero.
Además, un factor a tener en cuenta es que este frigorífico con el que he comprobado el gasto se trata de un electrodoméstico que no se utiliza prácticamente. Es decir, ha estado funcionando sin que se abra la puerta. Si fuera el frigorífico habitual, el consumo diario sería algo superior ya que cada vez que se abre la puerta el aparato va a tener que recuperar la temperatura y consumirá energía.
Esto mismo lo puedes aplicar a cualquier otro aparato antiguo que tengas en casa. Por ejemplo, una televisión antigua consume mucha más electricidad que una moderna de pantalla LED. Lo mismo con las bombillas, horno, lavadora, secadora, lavavajillas… Por suerte, los electrodomésticos modernos son mucho más eficientes y eso nos ayuda a ahorrar en la factura. Siempre puedes controlar el consumo con enchufes inteligentes, aunque a veces es necesario usar buenos repetidores Wi-Fi.
En definitiva, como ves desconectar un frigorífico antiguo de la electricidad puede ayudar a ahorrar bastante en la factura. Según el tipo de aparato y el uso que tengas, podría consumir entre 2 y 2,5 kWh cada día, aunque en algunos casos podría incluso pasar de 3 kWh si está dañado o lo usas mucho.