Si quieres pagar menos en la factura de luz, es muy importante que tengas un control sobre qué utilizas, cómo gestionas los aparatos que conectas y ver de qué manera puedes ahorrar. A veces, al cometer ciertos errores podemos estar pagando mucho más de electricidad de lo que deberíamos. Por ello, vamos a mostrarte cuáles son los principales fallos y que puedas tomar medidas para reducir la cantidad mensual.
Lógicamente, no todas las viviendas son iguales, con el mismo número de personas o electrodomésticos. Pero sí en todas ellas vas a poder ahorrar electricidad. Simplemente tienes que ser consciente de lo que consumes y tomar medidas para intentar abaratar el coste lo máximo posible.
Fallos que encarecen la factura de luz
Estos fallos que vamos a mostrar pueden encarecer bastante la factura de luz, lo que pagas cada mes. Simplemente con realizar algunos cambios, vas a ver que puedes llegar a pagar menos cada mes. Vas a tener un mayor control sobre cuánto gastas y ahorrarás un dinero que puede ser importante.
No revisar la tarifa
El primer error, algo bastante habitual, es no revisar bien la tarifa contratada. Tal vez la tengas desde hace algunos años y no sepas realmente a cuánto pagas el kWh, qué potencia tienes contratada y lo que realmente necesitas. Es importante que la revises bien, ya que podrías encontrarte con que estás pagando de más.
Lo ideal es encontrar la tarifa que mejor se adapte a lo que necesitas. Puede que te venga bien tener discriminación horaria, tal vez sea mejor que pagues lo mismo sin importar la hora, etc. Hay muchas tarifas disponibles y siempre puedes encontrar una que se ajuste bien a lo que realmente te interesa.
No controlar la temperatura
Otro fallo que puede encarecer mucho la factura de la luz es no controlar la temperatura correctamente. Puede pasar tanto en verano, como en invierno. Utilizar aparatos como el aire acondicionado o la calefacción, sin duda pueden suponer un coste importante y es esencial que controles el tiempo de uso.
Puedes poner la temperatura ideal en función de la época del año. En invierno, no necesitas tener la calefacción más allá de 18-20 grados. Por la noche, incluso puedes bajarla. En verano, poner el aire a 24-26 grados está bien. Por la noche podrías subirlo un grado más. Cada grado puede hacer que gastes o ahorres sobre un 7%.
Usar mal los electrodomésticos de más consumo
Hablamos de electrodomésticos como la lavadora, el lavavajillas, el frigorífico… Son aparatos que consumen bastante. Por ejemplo, utiliza siempre que sea posible los programas Eco en electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas. Conviene usarlos cuando estén llenos y aprovechar así el uso.
Respecto al frigorífico, también conviene que ajustes correctamente la temperatura. No necesitas tenerlo demasiado frío. A 4-5 grados es suficiente. Incluso puedes subirlo a 6 en los meses de invierno, con el objetivo de ahorras más electricidad al no haber tanta diferencia de temperatura cuando abras la puerta.
No reducir el consumo fantasma
El consumo fantasma puede suponer el 10% de la factura. Por tanto, no reducirlo correctamente es un error. Puedes estar gastando 4 o 5 euros, perfectamente, cada mes. Nuestro consejo es que lo controles y sepas qué dispositivos pueden estar consumiendo electricidad, aunque pienses que no.
Por ejemplo, tener la televisión en Stand By, con el LED rojo siempre encendido, es un error. Lo mismo ocurre con cualquier otro dispositivo que tengas conectado, aunque no lo estés utilizando en ese momento. Todo esto va a suponer un gasto añadido y conviene revisarlo para no pagar de más.
En definitiva, como ves puedes tener en cuenta estas recomendaciones para no cometer errores y ahorrar en la factura de la luz. Vas a poder reducir el coste de la factura, al mismo tiempo que también cuidas los aparatos y aumenta su vida útil.