Mantener la seguridad a la hora de navegar por Internet o usar cualquier servicio es importante. Para evitar problemas solemos utilizar contraseñas, aunque también hay otros métodos de autenticación como la huella dactilar o reconocimiento facial. Sin embargo hay algo más que puede ayudar a proteger nuestra cuenta e identificarnos: las firmas digitales. Están cada vez más presentes y tienen ventajas, aunque también generan dudas.
Ventajas de las firmas digitales
¿Qué es una firma digital? Básicamente es un contrato que realizas con un servicio online en el que te solicitan firmar. Es igual que cualquier documento físico en el que tengas que estampar tu firma, pero en este caso lo haces desde el ordenador o móvil. Podemos decir que es una manera de replicar la firma habitual, pero de forma electrónica.
Hay que tener en cuenta que los negocios se han modernizado y cada vez es más habitual realizar trámites a través de Internet. En vez de ir de forma física a un lugar, simplemente con tener conexión de red vamos a poder firmar documentos y realizar cualquier acción que antes requería de mucho tiempo.
Por tanto, podemos decir que la primera ventaja es facilitar los contratos online. Por ejemplo crear una cuenta bancaria, en vez de ir a la oficina de forma física (en muchos casos incluso no habrá donde vivamos), simplemente entramos en su página web, continuamos el proceso y firmamos electrónicamente los documentos.
Otra ventaja es la seguridad. Firmar por Internet es más seguro que hacerlo de forma física. Generalmente se basan en criptografía con dos claves: privada y pública. Una vez se realiza la firma, el usuario está usando la firma privada y asigna al destinatario como titular de la clave pública. Un posible intruso no podría acceder a esa clave pública y, por tanto, no podría suplantar la firma al no poder firmar el documento. Se basa en métodos matemáticos para garantizar que la firma sea auténtica.
Si piensas en una firma física, realmente es mucho más fácil de falsificar. Basta con que alguien la copie y firme por ti. Incluso la persona o entidad con la que estamos firmando un contrato, como podría ser un banco, no tendría facilidad para saber si es verdadera o no. Las firmas digitales van a tener una mayor trazabilidad, protección contra el fraude y verificación dual.
El futuro son las firmas digitales
Decimos que ya se utilizan mucho las firmas digitales, pero lo cierto es que nos adentramos en una época en la que va a aumentar aún más. Utilizar firmas digitales va a convertirse en algo realmente habitual, incluso para contratos comunes que realicemos. Su seguridad, facilidad y rapidez hace que no sea solo una alternativa a las firmas tradicionales, sino una mejora.
¿Significa esto que es imposible romper una firma digital? Lo cierto es que en ciberseguridad no hay nada 100% fiable. Siempre puede haber alguna pequeña vulnerabilidad que pueda surgir y suponer un problema para la privacidad de los usuarios. Las firmas digitales, aunque son muy seguras, pueden llegar a tener algún problema en algún momento puntual. Pero esto es algo que puede ocurrir en prácticamente cualquier situación de la vida, ya sea con transacciones físicas o a través de la red.
Siempre que utilices firmas digitales o cualquier servicio online, es fundamental que tomes ciertas medidas. Por ejemplo que mantengas los sistemas protegidos y actualizados. Esto evitará la entrada de malware y tendrás menos riesgo de sufrir problemas de seguridad que puedan afectarte. Igualmente, el sentido común siempre va a ser imprescindible para no cometer errores.