De todas las opciones que puedes tener en cuenta para la protección de una vivienda, una cámara de seguridad es una de las principales. Hay muchos modelos disponibles, con características distintas. Sin embargo, antes de optar por ello, conviene tener en cuenta algunos factores. Vamos a explicarte qué debes saber antes de poner cámaras IP en tu vivienda para potenciar la seguridad del hogar o vigilar mascotas.
El objetivo es que realmente sean de utilidad y no tengas ningún problema. Si te equivocas al comprar dispositivos de este tipo, podrías estar tirando el dinero y, además, poner en riesgo la seguridad del hogar. Por tanto, es un tipo de aparato que conviene revisar muy bien y planificar correctamente la compra.
Cómo usar una cámara de vigilancia correctamente
Como cualquier dispositivo, conviene que tengas en cuenta algunos factores clave para que funcione correctamente y aprovecharlo. Vas a ver que hay elementos que pueden ser más importantes que otros pero, al final, lo más importante es que realmente ayude a proteger una vivienda.
Ubicación correcta
Por supuesto, la clave al instalar cámaras de vigilancia IP es saber dónde ubicarlas. Lógicamente, lo ideal es ponerlas en zonas estratégicas que queremos proteger especialmente. Por ejemplo, podría ser una puerta, una ventana, un lugar por donde pasan coches, un patio que pueda ser vulnerable, etc. De nada sirve poner una cámara en una zona donde no proteja nada, ni pueda detectar la entrada de algún intruso. Por tanto, conviene tener una buena estrategia y ver en qué lugares de la vivienda es más interesante tener esa cámara conectada.
Las cámaras equipadas con un sensor de infrarrojos para detectar el movimiento son bastante fiables, excepto si tienen la luz solar de frente, lo que puede provocar falsos positivos. Si vas a colocar este tipo de cámaras de frente a una ventana, mejor que lo hagas con la ventana hacia atrás, porque sino te darán falsos positivos continuamente. En el caso de tener detección de movimiento por cambio en la imagen, también debes saber que los cambios de luz bruscos puede hacer que salte la detección por movimiento. Normalmente solo activamos las cámaras IP cuando no estamos en casa, por lo que mucho cuidado si dejas las persianas subidas y la cámara enfocando hacia las ventanas.
Calidad de imagen
Vas a encontrar cámaras muy variadas, con distinta calidad de imagen. Debes mirar que sea HD, que grabe nítidamente y puedas realmente aprovechar esa imagen como prueba ante un robo o cualquier cosa similar. Si la calidad es mala, es, básicamente, como tener algo inservible que no tendrá utilidad llegado el momento. Hoy en día lo mínimo recomendable en casa es Full HD 1080p, no obstante, ya existen cámaras IP orientado al mercado doméstico que disponen de resolución 2K que se ven realmente bien, y nos permitirá hacer zoom para ver hasta el último rincón de casa.
Además, conviene que tenga grabación nocturna. De esta forma, podrás también proteger tu vivienda durante la noche, obteniendo imágenes de calidad durante las 24 horas del día. Hay modelos que cuentan con infrarrojos para la grabación nocturna, y otros modelos disponen de una luz o foco para grabar en la oscuridad a todo color hasta una distancia máxima de unos 15 metros aproximadamente, más que suficiente para entornos interiores.
Utilidad por seguridad
Sí, una cámara de vigilancia sirve para aumentar la seguridad. Ahora bien, ¿protege simplemente tener una cámara? Muy probablemente, no. Ten en cuenta que no es lo mismo una cámara de seguridad que grabe y suba todo el contenido a la nube, además de estar vinculada a un sistema de alarma, que otra que simplemente grabe y almacene todo en una memoria SD.
En este último caso, al tener una cámara IP que guarde el contenido en una memoria interna, corres el riesgo de que entre algún ladrón, coja la cámara y se la lleve o la rompa. No te servirá de nada el contenido que haya guardado, ni tampoco alertará de esa intrusión. Por tanto, ten en cuenta la utilidad real por seguridad. Por este motivo, nuestra recomendación es que siempre tengas contratado algún plan de grabación en la nube, para guardar todas las grabaciones en el Cloud y acceder a ellas aunque el ladrón se haya llevado la cámara.
Acceso remoto y alertas
Esto está un poco ligado al punto anterior. Es interesante que la cámara IP permita acceder de forma remota, a través del móvil, sin importar dónde te encuentres. Vas a poder saber siempre qué ocurre en ese lugar donde la tienes puesta, vigilar una entrada de un edificio, comprobar que tu mascota esté bien, etc.
También es útil que esa cámara de vigilancia envíe alertas. En este caso, la idea es estar al tanto de cualquier cosa que ocurra. Por ejemplo, puede que alguien abra una puerta, que aparezca una persona en el centro de la imagen, un coche, etc. Las cámaras que tengan detección de movimiento, van a poder enviar una alerta al móvil.
En definitiva, estos son algunos puntos importantes a tener en cuenta a la hora de comprar una cámara de vigilancia y empezar a usarla en casa. Mantener la seguridad es el objetivo, pero no siempre vas a lograrlo si no la utilizas correctamente.