La financiación colectiva, o crowdfunding, es un tipo de financiación basada en donaciones de usuarios que se interesan por un proyecto que está entre manos. Ya que ni las entidades bancarias ni prácticamente nadie apuesta por proyectos de emprendedores, especialmente en España, esta práctica de financiación era muy utilizada para crear proyectos y empresas en nuestro país, e incluso algunos proyectos españoles han sido de los más grandes de la red con total repercusión mundial, pero esto está a punto de acabar.
Según podemos leer en El Confidencial, el gobierno estudia la forma de entorpecer aún más el avance de los emprendedores y suprimir por completo la realización de proyectos novedosos que necesiten cierta financiación y que el crowdfunding sea la única manera de poder llevarlo a cabo.
Las empresas que quieran utilizar este tipo de financiación tendrán que tener un capital mínimo de 50.000 euros (justo las empresas que más lo necesitan) o disponer de un seguro de responsabilidad civil de 150.000 euros (como hoy en día, al alcance de cualquier emprendedor que busque llevar a cabo un proyecto). También se impone un límite de financiación máxima de 1 millón de euros, límite ridículo ya que muchos proyectos lo han superado con creces.
También, según la nueva ley que planean aprobar, ningún inversor podrá invertir más de 3.000 euros en un mismo proyecto ni más de 6.000 en varios proyectos en un período de de 12 meses. Estos límites son absurdos ya que algunas financiaciones han conseguido mucho más de un millón de dólares de financiación con aportaciones individuales muy por encima de los 3.000 euros.
¿Solución? Todos aquellos que quieran poder seguir utilizando el crowdfunding como método de financiación para llevar a cabo sus proyectos deberán viajar a otro país y lanzar la campaña desde allí ya que en España el gobierno no está interesado en que los emprendedores puedan llevar a cabo sus proyectos y crear empresas para seguir con un trabajo propio y crear empleo como ya ha ocurrido con otros proyectos llevados a cabo a través de la financiación colectiva.
Las sanciones que el gobierno planea imponer a todos los que no sigan sus reglas varían desde un mínimo de 25.000 euros hasta un máximo de 200.000 en función de cómo lo consideren oportuno. No es comprensible que un gobierno de un país quiera entorpecer la principal medida de financiación que actualmente pueden encontrar algunas empresas y que, sin ella, no llegarían a existir o se verán obligadas a cerrar.
¿Qué opinas sobre los límites del crowdfunding que el gobierno planea imponer en España?