Es muy común que cuando cambiamos de teléfono móvil, bien por un modelo superior que se adapte mejor a nuestras necesidades o porque el nuestro esté fallando por el paso del tiempo, vendamos nuestro viejo terminal. Solemos hacerlo a través de Internet, en plataformas como eBay o más recientemente en otras de moda como Wallapop. También puede ser que incluso la tienda donde compramos el nuevo teléfono nos hagan un descuento si entregamos nuestro viejo móvil. Sin embargo, ¿lo hacemos de forma segura?
Cuidado con la información
Prácticamente la mitad de los teléfonos móviles de segunda mano que se venden en Estados Unidos contiene información sensible de los antiguos dueños. Según datos recogidos por Panda Security, en España la cifra es muy parecida. Esto significa que vendemos móviles usados con nuestras cuentas de correo, redes sociales e incluso claves de acceso para entrar a aplicaciones del banco.
Este hecho pone en serio riesgo nuestra privacidad, ya que no lo normal es que no sepamos realmente quién es la persona que compra nuestro viejo móvil y qué puede hacer con nuestros datos. Esto se incrementa aún más si el móvil lo tiramos a la basura, donde creemos que nadie lo va a coger.
Cuando compramos un móvil en la tienda y nos acogemos a algún plan renove en el que entregamos el viejo, si esa tienda actúa correctamente nos deben de exigir, según la Ley de Protección de Datos, que le entreguemos el dispositivo totalmente formateado como si hubiera salido de fábrica. Sin embargo a veces puede que esto no ocurra.
Pero especialmente si nuestro viejo móvil va a ser vendido en el mercado de segunda mano, como puede ser las plataformas mencionadas como eBay o Wallapop, debemos de tomar una serie de medidas de seguridad para entregarlo sin nuestros datos.
Puede ser, en el mejor de los casos, que el cliente que lo compre borre todos los datos antes de usarlo. Pero hay veces que esa persona no sabe cómo hacerlo y simplemente desinstala algunas aplicaciones o cambia de usuario y contraseña en otras como redes sociales. Al final puede aparecer una mezcla de usuarios que nos puede traer problemas. Es esencial proteger el móvil completamente.
Borrar todo
Como es lógico, lo primero que debemos de hacer antes de vender nuestro viejo móvil o entregarlo en alguna tienda, es borrar todos nuestros datos. Para ello lo mejor es formatearlo y dejarlo como venía de fábrica. Con esto logramos que el móvil esté limpio, como si fuera nuevo para quien lo compra, pero además no dejamos ningún tipo de rastro de nuestros datos personales que puedan suponer un problema de seguridad.
Si nuestro teléfono está tan mal que ni siquiera podemos venderlo de segunda mano, no hay que tirarlos a la basura. Un móvil contiene elementos que son muy contaminantes y que incluso pueden ser reutilizados para fabricar otros dispositivos, por muy destrozado que esté el terminal.
Para ello lo mejor es ir a una tienda especializada y que suelen tener contenedores para dejar allí los móviles viejos y reciclarlos. Siempre, aunque esté muy dañado y que prácticamente no pueda ni encenderse, hay que llevarlo formateado y con todos los datos borrados.
Para llevar el equipo al servicio técnico hay que tener en cuenta ciertos consejos.