Cuando vamos a elegir entre usar un navegador u otro, las dos opciones que normalmente solemos tantear son, o bien Google Chrome, el navegador más utilizado en todo el mundo, o Firefox, en el caso de que busquemos algo con mayor privacidad lejos del control de Google. Sin embargo, estos no son los únicos navegadores web que podemos encontrar en la red, y es que existe todo un mundo más allá de ellos, navegadores pensados para ser ligeros, para preservar nuestra privacidad o para ofrecernos una seguridad extrema. ¿Realmente merecen la pena estos navegadores web? Descubre cuáles son los servidores VPS baratos en España.
La mayoría de los navegadores web creados por terceros suelen basarse en Chromium, el motor OpenSource de Google, por lo que la compatibilidad y el funcionamiento a grandes rasgos suele ser igual que en este otro navegador. Sin embargo, los creadores de estos navegadores aplican una serie de modificaciones a estos navegadores que les hacen únicos, algo que en ocasiones puede ser interesante, pero que a menudo no sirve para nada más que para abrumar al usuario, como ocurre con los antivirus desarrollados por las firmas de seguridad.
Muchas empresas antivirus, como Kaspersky, o Avast, quien acaba de lanzar un nuevo navegador llamado «Aspen», ofrecen a los usuarios distintos navegadores web diseñados para preservar la seguridad y la privacidad de los navegadores. Normalmente, la mayoría de estos navegadores suelen ser una versión estándar de Chromium con una serie de modificaciones o extensiones que aseguran una mayor seguridad o privacidad mientras navegamos por la red.
En realidad, los navegadores creados por las empresas de seguridad no nos aportan gran cosa
El navegador de cualquier firma de seguridad nos prometerá una navegación privada y segura, protegiendo nuestra identidad y nuestra seguridad frente a todo tipo de amenazas. Para ello, lo que han hecho ha sido instalar una serie de extensiones por defecto en los navegadores para brindarnos estas medidas de seguridad adicionales, algo que podemos hacer nosotros mismos sin ninguna dificultad.
Por ejemplo, este tipo de navegadores web nos promete navegar siempre por conexiones HTTPS de manera que nuestro tráfico viaje siempre cifrado y protegido frente a todo tipo de amenazas. Esto mismo podemos habilitarlo en nuestro navegador web convencional, tanto en Google Chrome como en Firefox, utilizando una sola extensión como HTTPS Everywhere.
También nos prometen bloquear las webs que puedan ser peligrosas o utilizadas para phising. Tanto Google Chrome como Firefox ya se encargan automáticamente de detectar y bloquear estas webs según la base de datos de seguridad de Google sin que tengamos que instalar nada para ello. Este tipo de navegadores también bloquean cierto tipo de contenido peligroso, como Flash, y scripts de rastreo; una vez más, nada que el navegador ya no haga por defecto (como bloquear Flash) o que no podamos hacer nosotros mismos con un par de extensiones, como Privacy Badger, NoScript o Poper Blocker.
Para bloquear el acceso a la ubicación, el micrófono o la webcam, el navegador cuenta con una política de bloquear por defecto hasta que se necesite y, entonces, pedir permiso al usuario para acceder a estos elementos del PC, por lo que para ello no es necesario recurrir a ninguna extensión.
Otra función que también suelen vendernos es un gestor de contraseñas seguro, algo que tanto Google Chrome como Firefox ya tienen; otra cosa innecesaria.
Entonces, ¿es malo usar los navegadores que nos ofrecen los antivirus y firmas de seguridad?
Malo no es. Estos navegadores están basados en Chromium en su mayoría, por lo que la compatibilidad con las webs y los estándares va a ser la misma que la de Google Chrome. Sin embargo, este tipo de navegadores cuenta con tantas extensiones y configuraciones diferentes que hace que sea muy sencillo que algunas webs no funcionen como deberían al bloquearse ciertos contenidos.
Estos navegadores suelen bloquear el envío de información a Google (uno de los problemas de privacidad de Chrome), sin embargo, suelen contar con otros servicios de envío de datos telemétricos: a los servidores de las firmas antivirus, por lo que realmente no estamos ganando mucha mejora en cuanto a privacidad.
Por último, partiendo de que Chromium no es precisamente el motor web más ligero, si le sumamos todo tipo de extensiones y complementos, como se hace en estos navegadores, puede que si tenemos un ordenador relativamente lento tengamos hasta problemas. Además, muchas de las funciones que suelen venir incluidas en estos navegadores dependen de que tengamos instalado un determinado antivirus, cosa que con Windows 10 y Windows Defender es totalmente innecesario, además de no ser recomendable si queremos evitar problemas a largo plazo.
Un navegador como Google Chrome o Firefox actualizado, junto con algunas de las extensiones que hemos mencionado a lo largo de este artículo, Windows 10, Windows Defender y un poco de sentido común nos permitirán navegar sin ningún problema de seguridad a través de Internet.
Bromite es un navegador interesante basado en la privacidad.